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La excavación de una de las 600 fosas comunes de Aragón, pendiente de las aportaciones de familiares y vecinos

Son pocos los municipios aragoneses que se libran de tener cerca una fosa común de la Guerra Civil española. A lo largo y ancho de la Comunidad, hay catalogadas un total de 588, según el Mapa de Fosas elaborado por el Gobierno de Aragón entre 2007 y 2010. Una de ellas está ubicada en Velilla de Jiloca, a escasos metros de la puerta del cementerio de esta pequeña localidad de la provincia de Zaragoza. Allí se encuentran enterrados los restos de Bernabé Serrano Ruiz, un obrero agrícola que, en la madrugada del 1 de noviembre de 1936, fue sacado a la fuerza de su casa, en Fuentes de Jiloca.

Son los restos de este vecino, abatido frente al cementerio y lanzado a una fosa, los que un equipo de arqueólogos, forenses y antropólogos, dirigidos por la Asociación por la Recuperación e Investigación contra el Olvido (ARICO)ARICO, quiere exhumar y entregar a los descendientes de Bernabé, 79 años después de su muerte.

En concreto a su hija Leonor, de 80 años de edad, que, a pesar del paso del tiempo, espera poder dar sepultura a su padre, al que apenas conoció, ya que la pequeña de los hermanos tenía tan sólo ocho meses cuando lo vio por última vez.     

Para poder localizar y excavar la fosa, ARICO ha lanzado una campaña de 'crowdfunding' para recaudar financiación con la que costear los trabajos. Son 7.400 euros los que necesitan para poder llevarlos a cabo, de los que han recaudado un 40 por ciento, a menos de quince días de su finalización. Si no llegan al cien por cien, se perderán todas las aportaciones, que han sido realizadas especialmente por vecinos y familiares, y la exhumación se retrasaría ‘sine die’. Un nuevo escenario que nadie en la familia se puede permitir, porque el tiempo corre en su contra dada la avanzada edad de Leonor, apunta el presidente de ARICO, Miguel Ángel Capapé.

En esta fosa se encontraría también, según los testimonios de los habitantes de Velilla de Jiloca, los restos de un joven al que no han podido identificar, vecino también de Fuentes de Jiloca.

Localización a través de georradar

La empresa Falcon High Tech realizó hace unos meses el primer paso de este proceso, que pretende acabar con un homenaje a dos personas que perdieron la vida a manos de los sublevados: una prospección geofísica con sistema georradar, en una superficie de 1.800 metros cuadrados donde se cree que está ubicada la fosa, para tratar de localizarla con mayor exactitud. Además del resultado de esta prueba, cuentan también con el testimonio de los allegados a la familia. Se conoce que la mujer de Bernabé, Gregoria Acerete Pérez, acudió a Velilla de Jiloca, acompañada de su hijo Pascual, de tan sólo diez años. Una vez en el cementerio observaron el relleno de una fosa. Fue entonces cuando el propietario del terreno les aseguró que por respeto a los allí enterrados no trabajaría nunca esa tierra, comenta Capapé.

El equipo de trabajo, que ha participado con anterioridad en otras exhumaciones de fosas comunes de la Guerra Civil española en Las Peñas de Santo Domingo en Longás o en Fuencalderas en la Comarca de las Cinco Villas (Zaragoza), tiene previsto iniciar la excavación a finales de julio, junto a un grupo de voluntarios. Tras este trabajo de campo, los restos localizados serán identificados en el laboratorio. Si finalmente se confirma que pertenecen a Bernabé serán entregados a su familia, a finales de este año, y se les rendirá un pequeño homenaje.

Por ahora, la asociación ARICO ha solicitado al Ayuntamiento de Velilla de Jiloca la donación de uno de los nichos del cementerio, para poder enterrar los restos de la otra persona que, según los testimonios, se encontraría en la misma fosa. “De momento, no  hemos recibido contestación”, señala.

Falta de financiación pública

La falta de financiación, tanto por parte del Estado como de la Comunidad Autónoma, para la exhumación de los restos de los miles de desaparecidos y enterrados en fosas comunes, durante la Guerra Civil española, ha llevado a las asociaciones como ARICO a pedir ayuda a la sociedad y a buscar financiación popular, para poder llevarlas a cabo.

Lo hicieron el año pasado, recaudando 6.900 euros para una fosa de Sos del Rey Católico (Zaragoza), aunque no lograron encontrar los restos que buscaban, los de Saturnina Arbea, una represaliada de la Guerra Civil, y esperan hacerlo ahora en Velilla de Jiloca, para encontrar los de un trabajador, padre de familia.

¿Por qué esta fosa? Miguel y Francis, dos nietos de Bernabé solicitaron hace tres años la recuperación de los restos de su abuelo para darle digna sepultura. Desde la asociación decidieron atender esta demanda, al tratarse de una fosa pequeña, en la que, según las previsiones, habría enterrados solo dos personas.

“Una fosa mucho más grande sería imposible, porque hemos solicitado financiación y no nos dan nada”, concluye.