“Ni un paso atrás” no es solo el nombre del manifiesto hecho público este miércoles, sino toda una declaración de intenciones. Una demostración sin ambages de que no van a aceptar ningún retroceso en el avance de las mujeres hacia la igualdad. Más de un centenar de organizaciones feministas de todo el país han elaborado este manifiesto, que, en Zaragoza, ha sido presentado por la Coordinadora de Organizaciones Feministas.
En él texto, leído este miércoles en la sede de la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza –cuya Comisión de la Mujer también lo suscribe–, advierten de que no están dispuesta a “permanecer mudas ante la lluvia diaria de falacias alentada por un partido de ultraderecha recién llegado a la actividad parlamentaria autonómica”. Aunque consideran que no merece la pena responder directamente, si estiman preciso informar a toda la sociedad “de cuál es la realidad que, conscientemente, retuerce y falsea ese grupo político”.
“Frente a la ceguera voluntaria del conservadurismo de extrema derecha”, dicen, exponen las cifras: se estima que solo en torno al 30 % de los casos de violencia machista se denuncian; además, de 1,2 millones de denuncias presentadas entre 2009 y 2017, solo 96 (el 0,01 %) resultaron no reales, según la Fiscalía General del Estado. Este porcentaje fue del 0,001 % en 2017 (166.260 denuncias en total, de las que dos resultaron no acreditadas).
Es decir, apuntan, “un número infinitamente más residual que el de otros tipos de delito, como la simulación de robos para cobrar un seguro, por ejemplo, y que, sin embargo, nadie cuestiona ni levanta tantas ampollas, ni se pide la derogación de la Ley de Contrato de Seguro”.
Señalan en el manifiesto que “Vox ha puesto la lucha contra la violencia de género en la diana y pretende, si no revertir la Ley Integral contra la Violencia de Género, sí neutralizarla con otra dirigida a proteger expresamente a los varones de una violencia femenina que la realidad confirma que no existe más que en casos excepcionales”.
Todas las acciones humanas tienen excepciones, indican, “que son las que confirman la regla, nunca se ha legislado para los casos puntuales que, además, están perfectamente cubiertos y protegidos en el Código Penal”. Para las organizaciones firmantes, “equiparar la violencia es negar el carácter estructural de la que sufrimos las mujeres por el mero hecho de serlo y minimizar de forma intolerable el casi millar de víctimas mortales, que desde que existen registros oficiales, en 2003, el machismo asesino ha segado en España”.
“La reacción del más rancio y violento machismo”
“Vox le ha declarado la guerra no solo al independentismo o la inmigración, también a las mujeres, convertidas en los negros de este remedo nacional de Ku Klux Klan que dispara consignas de supremacismo masculino”. “Esta ultraderecha patria –anotan– abomina lo que denominan ‘ideología de género’, porque no quiere apartarse ni un milímetro de esa otra ‘ideología’, la patriarcal, que ha mantenido siglos confinadas a las mujeres”.
Califican las pretensiones del partido de extrema derecha como “el golpe, el castigo, la rabia, la reacción del más rancio y violento machismo ante el atisbo de que logremos finalmente una conquista no meramente cosmética del poder, que antes se concentraba exclusivamente en manos masculinas”.
Responsabilidad de los partidos que se apoyan en Vox
La responsabilidad de lo que pueda suceder, advierten, no solo compete a esta “ultraderecha envalentonada”, sino “a cualquier partido que se apoye en esta formación y haga concesiones a sus pretensiones, como tristemente se está evidenciando en Andalucía por pate del Partido Popular y Ciudadanos”.
A partir de ahora, resaltan, es necesario que, en las próximas citas electorales, especialmente las mujeres “ejerzamos nuestra responsabilidad democrática y dejemos claro que nuestros derechos son intocables y que no hay pacto posible con quienes defienden en las instituciones las pretensiones de los violentos”.