“Los juguetes, en su estética y colores, pueden convertirse en un instrumento muy eficaz de transmisión de estereotipos de género”. Esta afirmación se incluye en la guía “Más que pink and blue”, elaborada por el Instituto Aragonés de la Mujer (IAM) con el objetivo de dar consejos acerca de “cómo elegir juguetes que favorezcan la igualdad y eviten la transmisión del sexismo”.
Es la tercera campaña en la misma línea que se lanza desde el IAM, pero la primera que conlleva elaborar una guía basada en el método pedagógico “Más que pink and blue”. La iniciativa llegará a centros educativos y espacios de ocio juvenil y de socialización de la infancia y la adolescencia en Aragón.
La guía pretende contribuir a la “reflexión en torno a los juguetes y los espacios de juego para liberarlos de las rígidas normas de género”, normas, dice el propio documento, “que convierten determinados juguetes y colores en lícitos o ilícitos dependiendo de si el destinatario es un niño o una niña; que contribuyen a perpetuar estereotipos y roles de género, y que colocan a las niñas en un espacio de subordinación, comprometiendo su bienestar y libertad”.
¿Son los juguetes sexistas? Rosa y azul
En la “cultura patriarcal”, afirma la guía, “siguen perviviendo estereotipos de género que describen los roles que les ‘corresponden’ a mujeres y hombres”. Es una problemática, entienden desde el IAM, que está representada en los juguetes: “Lo que consideramos elecciones libres de los juguetes, en realidad están reproduciendo de forma mimética la forma en la que la sociedad describe y categoriza a mujeres y hombres”.
Y el color, reflejado en ese pink and blue, “es un elemento esencial que precede al lenguaje, con una gran capacidad segregadora, especialmente en los primeros años de vida”. El rosa, continua la guía, “representa el espacio legitimado para las niñas y el azul para los niños: los envoltorios de los juguetes o incluso los pasillos de las tiendas sucumben a la estética Pink & Blue”.
También sucumben los catálogos de las tiendas, ya que “muñecas y accesorios de belleza o para las tareas domésticas están en las páginas rosas, donde solo aparecen niñas jugando a ser madres, cuidadoras o princesas; mientras que en las páginas que predomina el azul, el rojo o el negro aparecen coches, superhéroes, motos y dinosaurios entre niños jugando a aventuras”.
Los mensajes que acompañan a esos juguetes contribuyen, por añadidura, a reforzar la diferencia, según la guía del IAM: “Entretén al bebé mientras le cambias el pañal, vamos al supermercado u ondula, riza y hazte mechas de color, son mensajes habituales en los juguetes ‘para niñas’”, mientras que los “destinados a los niños” lanzan frases como “construye tu propio camión, persecución por la autopista o rugidos reales”.
Las cosas van cambiando
La guía concluye que “no es el juguete lo que tenemos que cambiar, sino los mensajes y colores estereotipados con los que se vinculan a niños y niñas”, puesto que “esta segregación sexista de juguetes puede perpetuar la dependencia y cosificación de las mujeres”.
Se reconoce que algo está cambiando, gracias, sobre todo, “al trabajo de las administraciones públicas, las organizaciones de mujeres y las entidades sociales y de consumo”. Cada vez es más frecuente, refleja el texto, encontrar “buenas prácticas de marcas comerciales y tiendas que han empezado a editar catálogos no sexistas e inclusivos en la visión, la imagen, el uso de los colores y la disposición de los juguetes en los escaparates y tiendas”.
Decálogo para elegir bien los juguetes
La guía ofrece un decálogo que, explican, hay que tener en cuenta a la hora de comprar juguetes a niños y niñas “y que incide en la promoción de la igualdad a través de un método pedagógico feminista”.
Los consejos de este decálogo van encabezados por la frase “antes de comprar un juguete…”, y son: “Piensa que el rosa no es de niñas y el azul de niños”, “piensa que no hay juguetes diferentes e incompatibles para niños y para niñas”, “muestra a niños y niñas catálogos igualitarios para que sus elecciones se deriven de sus gustos e intereses desvinculándose del mensaje sexista”, “piensa en las destrezas y valores que quieres fomentar en la niña o niño” y “no olvides lo importante que es aprovechar la oportunidad educativa que el juguete puede brindar”
Los cinco finales son “no olvides que la mayoría de los juguetes siguen la iconografía Pink and blue y el uso de lenguaje e imágenes sexistas”, “piensa que no hay juguetes sexistas”, “recuerda que fomentar habilidades que promueven la convivencia con juegos compartidos contribuirá a su bienestar en la edad adulta”, “solicita en las tiendas un juguete en función de la edad del niño o la niña, de las destrezas o de los valores que quieres inculcar, pero no en función de que el destinatario sea un niño o una niña”, “mira la caja del juguete y su presentación y asegúrate de que se nombra y se muestran imágenes de niños y niñas que no incluyen mensajes sexistas”.