El afán inmobiliario de la iglesia católica es capaz de llegar hasta el último pueblo de Aragón. En este caso, hasta Pozuel de Ariza, histórico enclave fronterizo con Castilla –está a un kilómetro del límite de Zaragoza y Soria-, cuya majestuosa iglesia fortificada de la Asunción lleva algo más de seis meses inscrita en el Registro de la Propiedad a nombre del obispado de Tarazona por la vía de la inmatriculación.
El Registro de la Propiedad de Ateca ha comunicado al Ayuntamiento de Pozuel de Ariza, un pequeño municipio en el que 14 de sus 24 vecinos votaron a IU en las municipales, cómo la diócesis de Tarazona inmatriculó a su nombre la iglesia parroquial el pasado 14 de mayo, diez días antes de las elecciones y a falta de 41 para que dejara de estar en vigor el precepto de la Ley Hipotecaria que, desde los gobiernos de José María Aznar, permitió a las instituciones católicas anotar a su nombre templos y edificios destinados al culto.
La iglesia de la Asunción ocupa 343 de los 907 metros cuadrados del solar de la calle Mayor que la diócesis inscribió a su nombre el pasado 14 de mayo. La registradora de Ateca ha comunicado la anotación al Ayuntamiento con el fin de que este le indique “la situación urbanística de la edificación declarada con la delimitación de su contenido e indicación expresa de las limitaciones que, en su caso, imponga al propietario”.
Tres estilos arquitectónicos y una pila-mojón
La iglesia de Pozuel de Ariza tiene interés histórico y artístico, especialmente por la mezcla de estilos que presenta, ya que a su planta románica le fue añadida siglos más tarde una torre gótica rectangular rematada por galerías renacentistas. La torre fue fortificada para servir de punto defensivo durante las guerras que, especialmente en el siglo XIV, mantuvieron los reyes de Aragón y los de Castilla.
El templo conserva un objeto histórico: la pila bautismal de la ermita de la virgen de la Torre, que durante siglos fue, al mismo tiempo, uno de los mojones que marcaba la división entre Castilla y Aragón. Quienes eran bautizados en ella podían acogerse a los fueros y las leyes de ambos reinos. La pila-mojón ha pasado a ser una posesión del obispado de Tarazona junto con el templo parroquial de Pozuel de Ariza.
El Gobierno de Aragón debe revisar las inmatriculaciones
Esta es la primera inmatriculación que trasciende desde que las Cortes de Aragón, por acuerdo de los grupos de la izquierda a propuesta de Podemos, acordaron instar al Gobierno autonómico a investigar y revisar las anotaciones realizadas por la iglesia católica tras la reforma de Aznar y, cuando fuera posible, a pedir su revocación en los tribunales.
El partido morado tomó esa iniciativa tras conocerse que el obispado de Jaca había registrado a su nombre la catedral románica del Pirineo a mediados de junio.
Antes, las investigaciones de Mhuel (Movimiento Hacia Un Estado Laico) desvelaron cómo el arzobispado de Zaragoza se había ido anotando la propiedad de otros templos, entre ellos algunos de los más destacados de la época mudéjar.