Mhuel lleva meses investigando la apropiación de templos aragoneses por parte de la Iglesia católica, una labor que ha permitido documentar la inscripción de edificios emblemáticos como varios de estilo mudéjar en Zaragoza, la antigua catedral de Roda de Isábena o, también, la de Jaca, estas últimas de estilo románico.
La inmatriculación de la catedral de Jaca, formalizada por su obispado unos días antes de que dejara de estar vigente la reforma de la Ley Hipotecaria que permitía a la iglesia autocertificar la propiedad de edificios y terrenos, hizo que las Cortes de Aragón aprobaran, a propuesta de Podemos, una resolución que insta al Gobierno autonómico a buscar los medios para intentar revertir esa anotación registral y reclamar su titularidad como bien de dominio público, así como a efectuar un inventario de los inmuebles inmatriculados por las instituciones eclesiásticas desde 1998.
Tres meses después, el Departamento de Cultura ha remitido al diputado de la formación morada Carlos Gamarra un informe en el que considera que la inmatriculación de la catedral de Jaca es de difícil combate jurídico por haber sido hecha de acuerdo con la ley, y en el que asegura no tener “constancia” de que “la catedral de Jaca haya sido en algún momento un bien de dominio público adscrito al departamento competente en materia de patrimonio cultural”.
No obstante, se inclina por solicitar un dictamen a los Servicios Jurídicos del Gobierno autonómico “con el fin de aclarar si la propiedad de la catedral de Jaca y otros bienes eclesiásticos es pública o de la lglesia, y de ser pública, qué administración sería la titular, bajo qué régimen legal y desde cuándo”.
Cultura adopta una postura similar en cuanto al rastreo de las inmatriculaciones. “Consideramos que corresponde al Departamento de Hacienda”, señala el informe, en el que la Consejería, no obstante, “ofrece su colaboración para recabar la información cultural necesaria o relevante sobre esos bienes, así como la información que sobre su propiedad pueda constar en sus expedientes de declaración como bienes de interés cultural, bienes catalogados o bienes inventariados del patrimonio cultural aragonés”.
El Registro de la Propiedad no encuentra una ermita que lleva nueve siglos en el Pirineo
Al Registro de la Propiedad no le consta que en Aneto exista la ermita de San Clemente, un templo románico construido entre los siglos XI y XII que se ubica a apenas 200 metros de esta pequeña localidad del pirineo oscense de menos de 20 vecinos y perteneciente al municipio de Montanuy. O, al menos, no le consta que exista con el nombre que ha tenido en los últimos 900 años.
Es la sorprendente respuesta con la que se ha encontrado Mhuel (Movimiento Hacia Un Estado Laico) al interesarse por conocer el nombre de su propietario. “Examinados los índices de este Registro de la Propiedad, y en virtud de los datos aportados, no aparece inscrita una finca llamada Ermita San Clemente en Aneto”, señala el registrador de Benabarre, el cual, no obstante, se refiere a esa ubicación como “Afueras, 37” y le asigna una referencia catastral. El Catastro, sin embargo, sí ubica en esa localización una parcela de 468 metros cuadrados con un edificio de uso religioso de 126. Pero lo data en 1896, cuando el tempo llevaba al menos siete siglos construido.
La iglesia, de estilo románico ribagorzano, ha sufrido varias modificaciones a lo largo de los siglos, las principales el XVI y el XVII. De cabecera semicircular y planta alargada, cuenta con dos capillas y tiene los techos abovedados.