El Ministerio de Educación mantiene con el sueldo completo a los maestros de religión que dan clase en Primaria con independencia de que su horario haya ido reduciéndose en los últimos cursos, según han confirmado fuentes de la comunidad educativa y de la Consejería de Educación.
Esta última, no obstante, carece de margen de maniobra en este asunto, ya que el pago de los salarios de los maestros de religión es una competencia estatal en Aragón, algo que solo ocurre también en Andalucía, Asturias y Canarias. De hecho, el departamento carece de datos oficiales sobre el número de maestros que se encuentran en esa situación.
Sin embargo, sí hay una fase en la que interviene la administración autonómica: los centros envían cada mes de junio una previsión de horas por asignaturas para el curso siguiente en la que a las tradicionales limitaciones en algunas materias se les ha sumado una ampliación de lo solicitado en el caso de religión.
“Envían más horas de las que se piden”
“Envían más horas de las que se piden. El problema era que nos daban menos de lo que pedíamos y ahora en religión nos dan de más”, explican fuentes de la comunidad educativa, que destacan cómo en algunos casos desde la propia Inspección se ha sugerido organizar para esa asignatura grupos más reducidos de lo habitual con el fin de llenar el horario de los maestros.
En algunos centros han optado por esa opción y, en ocasiones, por asignar al maestro de religión otras tareas como llevar la biblioteca para cubrir el horario del contrato. O habitual es que permanezcan en la escuela más horas de las que deben dedicar a dar clase.
Llama la atención que esa situación comience a darse al mismo tiempo que se intensifica la pérdida de unidades educativas como consecuencia del desplome de la natalidad, que está reduciendo la demanda en buena parte de los colegios de la comunidad. “Los colegios pierden unidades pero el ministerio mantiene en el máximo las horas a los profesores de religión”, explican las mismas fuentes.
Pleitos en el Supremo
La asignatura de religión ha sido una fuente de polémicas políticas y conflictos judiciales desde el inicio de la legislatura. De hecho, los dos principales pleitos entre la comunidad autónoma y los obispos, por la obligatoriedad de ofrecer la asignatura en Bachiller y por la reducción del horario lectivo de 90 a 45 minutos semanales en Primaria y Secundaria, han acabado en el Supremo.
El tribunal deberá realizar una interpretación de los Acuerdos Jurídicos de 1979 entre España y el Vaticano al revisar las dos sentencias que ha emitido el Tribunal Superior de Justicia de Aragón sobre la materia.
En una de ellas sostiene que “es obligatoria la docencia de la asignatura de religión en los dos cursos del actual Bachillerato”, cuando el Gobierno de Aragón pretendía que no lo fuera el segundo de esos años al equipararlo con el antiguo COU. En la otra dictaminó que la reducción de 90 a 45 minutos semanales no vulnera esos acuerdos, que exigen para ella “condiciones equiparables a las demás disciplinas fundamentales”.