El día 15 de octubre se celebra el Día Internacional de la Mujer Rural. En Aragón, los departamentos de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, y el de Ciudadanía y Acción Social del Gobierno de Aragón, han organizado una jornada participativa en el municipio de Fuendejalón bajo un título que invita a la reflexión “Paridad en los órganos de toma de decisiones: obligación u oportunidad”. El viernes día 14 de octubre ha sido el día elegido, y Bodegas Aragonesas el marco en el que han participado más de 70 personas, en su mayoría mujeres, procedentes, sobre todo de la comarca Campo de Borja, y de diversas organizaciones agrarias del territorio. El lema de este año ha suscitado gran interés entre las asistentes, así como las ponentes: María Ángeles Benítez Salas, directora de la Representación de la Comisión Europea en España; Carmen Urbano, directora general de Promoción e Innovación Agroalimentaria del Gobierno de Aragón y María Jesús Lorente, presidenta de la patronal CEPYME Aragón. Una jornada técnica en la que asistentes y ponentes han reflexionado acerca de las causas que frenan, e incluso impiden, la incorporación real de las mujeres a los órganos de toma de decisiones en el sector agroalimentario.
Eldiario.es entrevista a Miriam Ferrer Dufol, jefa de sección de planificación e igualdad del Departamento de Agricultura Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, para hablar sobre las conclusiones de esta jornada y conocer cuál es la situación de la mujer rural aragonesa en este momento.
- Este año el título la jornada invita a la reflexión “Paridad en los órganos de toma de decisiones: obligación u oportunidad” ¿Cuál es la representación de las mujeres actualmente en los órganos de toma de decisión en Aragón?
La representación es bajísima. Las mujeres son titulares del 23% de las explotaciones y representan el 16% del tejido social de las cooperativas agrarias, cifras muy bajas de por sí, pero cuando hablamos de órganos de toma de decisiones, como los consejos rectores de las cooperativas, apenas superan el 2%. Si nos fijamos en las comunidades de regantes, la presencia de mujeres es anecdótica y en consejos reguladores de denominaciones de origen un 13%.
- ¿Cuáles son los principales motivos por los que las mujeres no acceden a estos puestos?
No se trata de una razón concreta, se trata de un tema multifactorial. En primer lugar, las mujeres han estado siempre presentes en el trabajo del campo, pero ocupando un segundo plano, su trabajo se consideraba “ayuda”. Cambiar ese rol es complicado. Otro factor que puede influir es la sensación de poner a sus maridos en el punto de mira al adquirir ellas protagonismo, algo que es absurdo, pero desgraciadamente ocurre. Algunas piensan que no están preparadas, cuando en realidad en estos sitios se habla de gestión, que a las mujeres se les suele dar bastante bien. Y, por último, hay que hablar de conciliación ya que los horarios y los calendarios de las reuniones no suelen tener en cuenta, por ejemplo, los calendarios y horarios escolares, lo que dificulta la asistencia de las mujeres que, hoy por hoy, siguen ocupándose mayoritariamente de las tareas de cuidados. Algo que se debería cambiar.
- Uno de los frenos que señalan las mujeres a la hora de postularse a ciertos puesto de responsabilidad es la falta de referentes, háblenos de ello.
Bueno, igual que se habla de círculos viciosos a mí me gusta hablar de círculos virtuosos. En este sentido, cuando en un órgano empiezan a perfilarse mujeres, esto anima a otras a dar el paso. En primer lugar, porque ya no se percibe como un ámbito exclusivamente masculino, y en segundo lugar porque es más fácil que una mujer piense en otra para que le ayude y le acompañe. Esto genera un círculo virtuoso.
- Según estudios y la experiencia de aquellas mujeres que ocupan ya altos cargos, las mujeres aportan una mirada diferente a la hora de dirigir equipos y tomar decisiones ¿cuáles serían algunas de esas aportaciones?
En realidad, no es que las mujeres posean por su naturaleza distintas capacidades, lo que sí es cierto es que la educación que recibimos nos pone las cosas más difíciles, y nos obliga a tener mucha más capacidad de negociación y mayor perseverancia para llegar a un puesto de responsabilidad. Por esa razón, las mujeres que se incorporan a órganos donde se toman decisiones suelen aportar una forma de trabajar más basada en el consenso y no tanto en la imposición. Por otra parte, aportan diversidad; las decisiones no pueden tomarse obviando a la mitad de la población. En mi opinión, los sitios donde se deciden las cosas deben reflejar la sociedad a quienes van a afectar estas decisiones.
- En la jornada se ha llevado a cabo un Taller participativo ¿cuáles han sido las principales reivindicaciones que han reflejado las asistentes? ¿Y las propuestas para buscar posibles soluciones?
Las mayores quejas se refieren a los problemas para conciliar por falta de servicios, pero también se sienten muy cuestionadas. A menudo se ponen en duda sus capacidades. No hay fórmulas mágicas para poner solución, tenemos que sentarnos a analizar tranquilamente los resultados del taller para elaborar un plan de trabajo. Como Administración, deberían mejorarse algunos servicios, pero también creo que es una cuestión de conseguir cambiar mentalidades y ese es un proceso lento. Las conclusiones del taller se colgarán en nuestra página web de mujeres rurales de Aragón y, a partir de ellas, plantearemos una hoja de ruta.
- La incorporación de la mujer al sector agrario es uno de los caballos de batalla que tiene en este momento la administración pública ¿qué medidas se están aplicando?, ¿son suficientes?
Hace tiempo que existen incentivos en los expedientes cuyas solicitantes son mujeres, concretamente en las medidas de incorporación y modernización. Actualmente se están implementando las medidas del nuevo periodo de la PAC, en el que, por insistencia de España, se ha incorporado la perspectiva de género. Hay que ir analizando cada medida, pero la Comisión Europea permite, en algunos casos, introducir incentivos para favorecer la incorporación de las mujeres. A lo largo del tiempo se ha podido comprobar que estas medidas funcionan. Como ejemplo, entre 2001 y 2020 el porcentaje de mujeres solicitantes de ayudas de incorporación pasó del 17% al 30%. Si son suficientes, o no, lo veremos con el tiempo. Es necesario hacer análisis de impacto de género a priori, pero también a posteriori, para ver cómo han funcionado las medidas tomadas.
- ¿Qué misión tiene la unidad de igualdad del Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón?
Nuestra misión global es aportar la perspectiva de género en la gestión administrativa de nuestro departamento. Estamos trabajando en varios frentes. En primer lugar, en visibilización. Tenemos una página web, www.aragon.es/mujeresrurales, en el que mostramos evolución histórica de datos desagregados por sexo, cursos, jornadas, etc. También contiene una guía de recursos disponibles por parte de diversos organismos, para apoyar a las mujeres del medio rural. Disponemos de un canal de Telegram para difundir noticias relacionadas con las mujeres rurales de Aragón y de un correo electrónico mujeresrurales@aragon.es en el que atendemos quejas, sugerencias y preguntas.
Estamos también trabajando con la Universidad de Zaragoza impulsando estudios que nos permiten conocer la situación de las mujeres para poder plantear soluciones a sus reivindicaciones. Somos también responsables de la formación en igualdad de nuestro personal funcionario y de analizar el impacto de género de las normas elaboradas por nuestro departamento.
- ¿En qué están trabajando en este momento?
Por una parte, estamos elaborando un manual que facilite la gestión de la figura de la Titularidad Compartida de las explotaciones agrarias, que no ha alcanzado el nivel de aceptación óptimo, en parte por desconocimiento. También queremos trabajar en la incorporación de mujeres en los órganos de toma de decisiones. Otro tema que nos preocupa es la necesidad de que estas cuestiones no se conviertan en una especie de confrontación entre hombres y mujeres sino en una forma de avanzar como sociedad. Queremos hacer análisis con esa premisa.
- ¿Qué valor tiene, y cuál sería la aplicación, de los datos que recaban desde la unidad de igualdad?
Es imposible hacer ningún tipo de análisis si no se dispone de datos. Todos los estudios que se hacen buscan conocer la situación para poder tomar medidas de mejora. La idea que subyace es que se debe tener en cuenta la opinión de las mujeres si queremos apoyarles. Cualquier medida que se proponga debe surgir de necesidades reales y no de ideas que se diseñen al margen de la realidad.
¿En qué punto se encuentra en este momento la elaboración del Estatuto de la Mujer Rural en Aragón, anunciado hace unos meses por las consejerías de Agricultura y Presidencia?
Se está trabajando en ello. Ya existe un borrador y se está preparando la documentación que debe acompañar el expediente.
- Cerramos esta entrevista con una mirada positiva hacia el futuro ¿qué fortalezas tienen las mujeres rurales?
Lo que más esperanza me genera es la cantidad de mujeres muy jóvenes que desean vivir en su pueblo y que lo tienen muy claro. Son las hijas y nietas de muchas que se fueron y quieren volver y valoran muy positivamente la vida en el medio rural. También me tiene impresionada la cantidad de proyectos novedosos que estoy viendo liderados por mujeres de todas las edades. Por eso nuestro lema es ¿quieres echar raíces en el medio rural? Te apoyamos y te escuchamos.