Las montañas de Aragón se llenan de aficionados y los refugios se mantienen libres de coronavirus
Reducir los aforos al 50%, establecer turnos en los servicios del comedor, contar con un responsable en cada grupo para dirigirse a los guardas, y realizar una desinfección diaria de todas las estancias de los refugios de montaña. Estas son las medidas del protocolo frente al coronavirus elaborado por estos centros propiedad de la Federación Aragonesa de Montañismo. Hasta la fecha, en ninguno de los once refugios se ha registrado ningún caso de coronavirus.
“Nos hemos adaptado bien al protocolo elaborado desde la Federación”, apunta Jaime Arbex, guarda del refugio de Pineta. Este refugio, que se encuentra a 1.240 metros de altitud en el termino municipal de Bielsa, en la comarca de Sobrarbe, ha tenido que reducir de 72 a 36 plazas su aforo. “La demanda es igual que en veranos anteriores. Ha habido semanas en las que no hemos llenado todas las habitaciones, y otras en las que los montañistas han tenido que utilizar tiendas de campaña fuera”, añade Arbex.
La adopción de estas medidas ha impactado con severidad en la actividad económica de los refugios. “La gran parte de nuestros ingresos provienen de la campaña estival, y este año se ha reducido a la mitad”, afirma el guarda del refugio de Pineta. Lo que ocurra una vez finalice el mes de septiembre será, en palabras de Arbex, “una incógnita”. En este sentido, reclama un mayor apoyo institucional en forma de subvenciones.
Información, entrenamiento y sentido común para practicar montañismo
Las montañas de Aragón se han llenado este verano de nuevos aficionados. En comparación con años anteriores, se ha producido un aumento en la práctica de actividades como el senderismo, la escalada o el barranquismo. Los montañistas experimentados recomiendan planificar las rutas, adaptar la actividad al nivel físico, contar con el material adecuado y con alimentos suficientes.
Para Jaime Arbex las recomendaciones se resumen en tres aspectos: información, entrenamiento y sentido común. “Hay que tener información, saber adónde vas, con quién y qué vas a hacer; contar con un entrenamiento previo, y, sobre todo, tener sentido común, para ver si la ruta se adapta a tus cualidades”, explica. “En ocasiones, me he encontrado con gente que va en grupo y no tiene ni idea del recorrido que van a realizar por la mañana. Si el responsable sufre algún accidente, es complicado que sus compañeros puedan dar un aviso certero de la localización en la que se encuentran”, expone.
Los equipos de rescate han atendido a 156 personas en las montañas aragonesas
Hasta el 15 de agosto, el Grupo de Rescate Especial de Intervención en Montaña de la Guardia Civil ha atendido a un total de 156 personas en las montañas aragonesas durante la temporada estival. El 40% de ellos resultaron ilesos, y sólo se han registrado dos fallecimientos -el de una mujer de 43 años cerca del Aneto, y el de un hombre de 69 años en el Pico Posets-, frente a los ocho de 2019.
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