El 17 de Enero de 2019, en el marco de la campaña electoral de las autonómicas, Vox dio un mitin en el auditorio de Zaragoza. Ante este evento, el movimiento antifascista convocó una concentración en repulsa del mitin. A esta concentración acudieron unos 200 jóvenes y terminó con cargas policiales y con la detención de seis personas en los bares cercanos a la universidad, donde se habían refugiado parte de los manifestantes.
Desde Antifascistas señalan que “hubo un intenso y violento acoso de la Policía Nacional quienes acudieron a la convocatoria, desembocando en cargas policiales y heridos. La represión generalizada que se sufrió durante la movilización antifascista quedó concentrada en los seis antifascistas que detuvieron. Cabe señalar que estas detenciones se dieron en otro momento y lugar de la manifestación, siendo seleccionados por prejuicios estéticos y tomándolos como líderes de la manifestación cuando tan solo acudieron a la manifestación”.
Hace unas semanas, la Audiencia Provincial de Zaragoza condenó a estos seis jóvenes. Cuatro de ellos a seis años de cárcel y dos a pagar 11.000 de multa conjunta y un año de libertad vigilada. “Las grabaciones que se aportaron en el juicio donde se muestran los altercados no pudieron probar en ningún momento la presencia de los acusados. Por ello y ante la falta de pruebas objetivas que permitieran identificar a los encausados como ejecutores reales de los hechos, el juez Carlos Lasala utilizó como único criterio para condenarlos el testimonio de la policía nacional, ignorando taxativamente los testimonios directamente opuestos aportados por la defensa de los encausados. De acuerdo con la propia sentencia, la única prueba inculpatoria que ha servido para dictar sentencia ha sido el testimonio de los policías, dotándolos a los mismos del papel de juez y parte, víctima y verdugo”, exponen desde Antifascistas.
Durante el juicio, se conoció la existencia de las imágenes de seguridad de la Universidad de Zaragoza. Finalmente, se condenó a los acusados basándose en las conclusiones del atestado policial y en las declaraciones de los agentes de policía, aunque en la misma sentencia se admite que “la identificación de la identidad de las siluetas que aparecen en las grabaciones resultó imposible para la sala debido a su deficiente calidad y a la falta de luz, dada la hora en que se produjeron los hechos, por lo que no fue posible determinar si el acusado se encontraba o no presente dentro del grupo violento”. La condena está recurrida por todos los jóvenes condenados ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Aragón, que está pendiente de dictar resolución.
Más de 400 firmas en contra de la condena
La condena a “los seis de Zaragoza” ha levantado una oleada de apoyos, se ha organizado un crowdfunding y diversas personalidades han firmado un manifiesto en contra de la condena. Escritores como Antón Castro, actores como Carlos Bardem, Juana Acosta, Alberto San Juan, Miguel Rellán, Itziar Miranda, Sergio Peris-Mencheta, Nacho Rubio, Raúl Sanz, Salomé Jiménez o Ana Arias; directores como Alberto Castrillo y Javier Macipe; productores como Cristina Gallego, guionistas como Germán Roda, periodistas como Cristina Fallarás, músicos como Nacho Vegas, Félix Martín o David Sancho e ilusionistas como Jorge Blass, han mostrado su apoyo. Se unen a ellos partidos como Podemos Aragón, Zaragoza en Común (ZeC), IU Aragón, así como colectivos como Stop Desahucios Zaragoza, la Asamblea 8M Zaragoza, la Coordinadora Antifascista o la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica de (ARMHA), entre otros.
La campaña por la absolución está impulsada por la recién creada Plataforma de Madres y Padres, formada por los familiares de los jóvenes condenados, y por la Coordinadora Antifascista de Zaragoza. Este viernes, convocan una nueva movilización en Zaragoza, a las 19.00 horas en plaza del Portillo. Esta plataforma señala que, “en sede judicial ha quedado claro que son inocentes, no hay pruebas incriminatorias”. Durante el juicio “no se han aportado pruebas que nos dejen en entredicho como madres y padres, más bien se pone en entredicho la presunción de inocencia”, y añaden que “se juzga el derecho mismo de manifestación en el que se fundamenta cualquier democracia plena, por lo tanto la sentencia atenta contra los principios básicos de los derechos humanos, y por desgracia no es la primera en este sentido”. “¿Será la última?”, se preguntan.
El comunicado de la Plataforma de Madres y Padres “nace desde el amor incondicional hacia nuestros hijos y del orgullo de saber que defienden sus principios de libertad”, pero también “desde el temor y la impotencia frente a una condena injusta, desde la rabia porque han sido condenados sólo por participar en una manifestación, de la que se retiraron pacíficamente y fueron más tarde detenidos de forma aleatoria”. Nace “desde el dolor y la indignación” que produce esta sentencia, “que aplica el máximo condenatorio de dos penas hasta sumar una barbaridad: seis años de prisión para cuatro de ellos, y multas que ascienden a 11.000 euros, más un año de libertad vigilada, para los otros dos encausados”.