César Yagües, de 51 años, fue despedido por “ineptitud sobrevenida” el pasado mes de julio, de la planta de Opel-Stellantis situada en Figueruelas, Zaragoza. El sindicalista explicó la pasada semana se trata de ocultar “la verdadera causa” y alegó que es “una persona molesta e incómoda para la empresa porque llevo 28 años trabajando en la cadena de montaje y en todo este tiempo no he dejado de defender los derechos de los operarios de la fábrica”.
Yagües presenta problemas de salud y está a punto de ser operado de un tumor. “Lo normal, en mis circunstancias, que derivan de una vida entera trabajando en la cadena de montaje, es que se me pase a un puesto de trabajo compatible con mis dolencias”. Sin embargo, el sindicalista considera que su despido constituye “un ataque a la libertad sindical, un castigo a mi papel reivindicativo”.
Desde CGT se entiende que “el despido es represión sindical, ya que el trabajador y Secretario General del Sindicato se ha significado en numerosas ocasiones en la defensa de los derechos de los trabajadores de la planta de Figueruelas”, expusieron en un comunicado.
“Nada que ver con su cargo en el sindicato”
Por su parte, el departamento de comunicación de la empresa expone que ha sido una “extinción del contrato por ineptitud sobrevenida que nada tiene que ver con su cargo actual o futuro en el sindicato” y explican que se le ha entregado una carta finalización “de nueve páginas en la que se relatan los datos para documentar esta ineptitud sobrevenida”.
“En esta empresa siempre se intenta reubicar a la gente porque hay muchos puestos y lo normal es encontrar un puesto adecuado para cada persona pero en este caso no se ha encontrado”, añaden.
Además, afirman que esta finalización del contrato “no tiene absolutamente nada que ver con su puesto en el sindicato” y que se produjo hace dos meses. “Lo sacan ahora a la luz cuando seguíamos en conversaciones y no teníamos ni idea de que tenía algo más que decir. No nos dedicamos a despedir a nuestros representantes sindicales porque su labor es fundamental”, concluyen.
“Múltiples denuncias” sindicales
La organización sindical explica que Yagües ha presentado “múltiples denuncias ante inspección de trabajo por diversas malas prácticas llevadas a cabo por Stellantis” que acabaron en “cuantiosas sanciones para la empresa por diversos incumplimientos de la normativa laboral”.
En la rueda de prensa posterior a conocer el despido de Yagües, este, junto a Miguel Fadrique, Secretario General de CGT, aseguraron que “el sindicalismo que una organización como la CGT practica en los centros de trabajo donde tiene representación, es castigado y perseguido por ser una amenaza contra los abusos de la patronal y sus políticas neoliberales”.
CGT considera que OPEL, “una multinacional que recibe por parte del Estado español importantes subvenciones públicas, ha aprovechado los meses de verano para llevar a cabo el despido de Yagües”. Por todo ello, desde CGT mantienen que el despido de César es un “claro y directo ataque al sindicalismo combativo y de clase”.
El Secretario General, Miguel Fadrique, ha admitido no tener ninguna duda de que la única pretensión de OPEL es “frenar la acción sindical de CGT y que por eso la organización responderá contundentemente para lograr la readmisión de Yagües y recordar, una vez más, a las grandes multinacionales que los derechos y las libertades de las personas trabajadoras son conquistas a las que no van a renunciar”.