Teruel Existe ya tiene todo listo para entrar a formar parte del juego político a nivel nacional. Ha conseguido los avales necesarios para inscribirse como agrupación de electores con bastante holgura, teniendo en cuenta que les hacían falta 1.100 firmas, o lo que es lo mismo, el 1 % del censo electoral de la provincia, y han recabado 6.781, el 6,34 %. Después, han presentado a sus cabezas de lista: Tomás Guitarte, Manuel Gimeno y Ana Asunción Balaguer para el Congreso y Joaquín Egea, Beatriz Martín y Alba Polo para el Senado. Pero, ¿cómo han llegado hasta aquí?
El movimiento ciudadano Teruel Existe nació hace 20 años de forma espontánea, plural, independiente y con sus puertas abiertas a todas las organizaciones sociales, colectivos, asociaciones o ciudadanos particulares que, con independencia de su ideología política, quisieran sumarse al mismo y aportar su trabajo en el objetivo común de luchar por un futuro para la provincia de Teruel y reclamar a las Administraciones Públicas una mayor atención inversora en infraestructuras y servicios.
De esa confluencia surgieron los seis puntos programáticos que aún hoy figuran en su lotería de navidad: “Un transporte ferroviario de calidad, seguro y rápido, unas comunicaciones por carretera propias del siglo XXI, una asistencia eficaz a la emergencia y al transporte sanitario, una asistencia a la salud mental integrada en el sistema sanitario nacional y ajustada a la ley, planes que mantengan el empleo en la provincia y que impidan su despoblación progresiva por falta de futuro y una enseñanza de calidad con una mayor proyección universitaria.
Desde sus inicios los objetivos que persiguieron fueron dar a conocer los problemas de desarrollo de la provincia a todos los gobiernos y a la Unión Europea, concienciar a la población de que hay que luchar y reivindicar para solucionarlos, y siempre que estuviera en su mano intentar buscar soluciones. Sin embargo, no siempre fueron escuchados. Así comenzaron las primeras acciones sociales.
Primeras movilizaciones
En su primer año, la coordinadora impulsó un paro silencioso de cinco minutos en Teruel capital, el 1 de diciembre de 1999, al que siguió una Manifestación de toda la provincia con más de 30.000 manifestantes en febrero del año 2000. Así consiguieron que el 2 de marzo de ese año todos los números uno de los partidos políticos turolenses (PP, PSOE, PAR, CHA e IU) firmaran un Pacto por Teruel previo a la campaña electoral, comprometiéndose a que una vez constituidas las Cortes Generales instarían a sus grupos políticos a transformar en iniciativas legislativas los seis puntos del manifiesto.
Tras las elecciones, la campaña “Teruel en los presupuestos ¡ya!” recogió 107.000 firmas que fueron entregadas en el Congreso de los Diputados en octubre de 2000. Sin embargo, ante la falta de consignación en los presupuestos de ese año, convocaron el paro general del 29 de noviembre. A esta le siguieron otras muchas acciones, las más recientes el pasado año 2018 en Zaragoza bajo el lema “Salvemos Teruel” o este mismo año, el 31 de marzo en Madrid, con “La Revuelta de la España Vaciada”.
Desde la coordinadora ciudadana aseguran que dan este salto a la política nacional porque no les dejan otra opción. “La situación de Teruel ya no es por desconocimiento de los gobernantes, sino por dejación de las funciones más dignas del Estado y de Europa en materia de cohesión y vertebración”, explican. Y así han llegado a esta situación, con la que defienden un Pacto de Estado por la despoblación, además de los seis puntos con los que comenzaron esta andadura hace ya dos décadas.