Unos por otros, y la taquilla sin abrir. La estación de Monzón (Huesca) permanece con la venta presencial de billetes cerrada al público -e incluso con el ventanal clausurado con bolsas de basura desplegadas- desde el pasado 1 de enero, a pesar de que las protestas en contra del cierre llevaron al anuncio de que se mantendría abierta algunas horas al día. Para Adif, la responsabilidad recae en Renfe; para Renfe, en Adif. Mientras, el Gobierno de Aragón se mantiene en contacto con el operador ferroviario para que se aclare quién y cómo va a prestar el servicio comprometido.
El Ministerio de Transportes, a raíz del pacto alcanzado con Teruel Existe de cara a la investidura, ordenó al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) revertir el cierre de taquillas adoptado por este organismo a partir del 31 de diciembre de 2019, si bien esta reapertura sería de forma provisional y en algunas estaciones hasta el 31 de marzo. Sin embargo, no será hasta el 30 de junio cuando Renfe asuma definitivamente la responsabilidad en la venta de billetes, decidiendo en cada caso “la mejor solución” para su expedición (ventanilla, máquinas de autoventa u otras fórmulas), según fuentes de la compañía, que no adelantan cuál puede ser la opción elegida para Monzón.
Desde Renfe se señala que, según la instrucción del Ministerio, corresponde a Adif garantizar la venta con personal hasta el 30 de junio, lo que debería ocurrir en las once estaciones que perdieron el servicio en Aragón. Sin embargo, Adif ha indicado a este medio que en el caso de Monzón, para cuya estación se llegó a un acuerdo específico, es a Renfe a quien le toca mantener la taquilla abierta. Ante esta situación, el Departamento de Vertebración de Territorio del Gobierno de Aragón está hablando con Renfe para pedir que aclare cómo se va a dar el servicio comprometido y para conocer el acuerdo alcanzado con Adif en este sentido.
Concentración a pie de vía
El caso de la estación de Monzón es singular porque Ayuntamiento y Gobierno de Aragón, ante el malestar generado en esta población altoaragonesa, trasladaron la reclamación a Adif y Renfe, a raíz de lo cual se anunció que el servicio continuaría. Pero desde el 1 de enero la taquilla permanece cerrada a cal y canto, y solo una persona contratada de forma eventual a cargo de Renfe acude a la estación, coincidiendo con la salida de determinados trenes, para dar información y ayudar en el uso de la máquina de autoventa (que solo admite tarjeta de crédito).
Ante las limitaciones de la máquina de autoventa, los usuarios optan mayoritariamente por adquirir el billete en el propio tren, lo que provoca que los pasajeros del último vagón paguen el suyo cuando están ya a las puertas de Zaragoza, tras hora y media de trayecto. Cabe recordar que el título de transporte tiene valor como seguro de viaje en caso de percance.
Cambiar Monzón, formación que ha encabezado la protesta por el cierre de la taquilla, celebró ayer una nueva concentración de protesta en la estación. Su portavoz, Vicente Guerrero, señala que “se nos aseguró al borde mismo de estas vías que la taquilla seguiría abierta a partir del 1 de enero, y tras 40 días sigue cerrada”. “A fecha de hoy, es imposible saber qué ha ocurrido con la licitación que sacó Renfe a finales de diciembre para esta taquilla”, lamentó.
Guerrero recuerda que “se nos aseguró que la taquilla se mantendría abierta hasta el 31 de diciembre, con lo cual a partir de entonces tampoco está claro qué ocurrirá con esta estación”. Unas 150 personas, principalmente estudiantes de Monzón y de los pueblos colindantes que se desplazan hasta Zaragoza, esperaban ayer en el andén para subir al tren de las 18:30.