Eva Miranda, quien tras más de 12 años viviendo en Barcelona ha regresado a Campo a trabajar, forma parte del proyecto 'Turbón mágico', que ha nacido con el objetivo de cuidar y dignificar el entorno del macizo pirenaico que da nombre a este proyecto solidario y que se sitúa a cerca de 2.500 metros de altura.
Miranda explica que el proyecto nace con la premisa de convivir con ganaderos y agricultores de modo sostenible, ya que junto con el turismo, la actividad primaria es la principal fuente económica del valle.
“Se trata de cuidar para que los que estamos nos podamos quedar”, subraya, para añadir que conseguir tener cuidados estos enclaves naturales pueden llevar a que se genere otras actividades deportivas y turísticas que se sumen a la oferta actual, para desestacionalizar el turismo, generar posibilidades de empleo y mantener la vida en los valles.
La iniciativa surgió en 2018 por parte de un grupo de jóvenes de los valles de Bardají y Lierp y Campo, apasionados por la montaña, las rutas en bicicleta y la naturaleza, en general, que quieren proteger el Turbón, darlo a conocer y mantener a la población de estos pequeños municipios, “un poco olvidados”, que sufren el problema de la despoblación --Campo tiene 459 habitantes, el Valle de Lierp 46 y el de Bardají 40--.
En declaraciones a Europa Press, Eva Miranda, miembro de la Junta de 'Turbón mágico', puntualiza que no son una asociación, aunque con el tiempo les gustaría conseguir llegar a formar una, sino un grupo de acción, que “nos preocupamos por que esté todo limpio, cuidado para poder disfrutar del paisaje”.
En este sentido, la Junta está compuesta por ocho personas, que se encargan de organizar y coordinar actividades, como quedadas para limpiar entornos naturales o señalizar rutas senderitas. No obstante, cuentan con un chat en el que están informados unos 50 participantes en WhatsApp, que colaboran de manera altruista, a los que se suman otros habitantes que los conocen por redes sociales. “No somos un grupo fijo de personas, porque celebramos acciones y, de manera espontánea, la gente que nos ve limpiando y arreglando algo, se incorpora y nos ayuda”, detalla Eva Miranda.
El objetivo “no es tener un número” sino que el proyecto “tenga continuidad” y “creo que eso está asegurado, porque los jóvenes de los valles están muy implicados y preguntan cuándo pueden apuntarse al cumplir la mayoría de edad”, precisa una de las coordinadoras de 'Turbón mágico'.
Limpieza de campos y señalizaciones
Con el proyecto ya se han limpiado y desbrozado los antiguos caminos que unían los municipios, de Campo a Senz, Biescas y Espluga; de Aguascaldas a Padarnin, y se ha mejorado las señalizaciones y accesos, que ahora visten sus sendas.
También se ha actuado para reacondicionar y actualizar los refugios libres de La Plana del Turbón y La Margalida, que se encuentran en las faldas de la montaña y son usados de manera habitual por pastores y montañeros. Esta ha sido la última labor que han realizado, a finales del verano pasado, ya que con motivo de la COVID, explica Eva Miranda, “hacemos actuaciones con un número más reducido de personas”. Allí, se han colocado bancos, mesas y carteles informativos con normas de uso básicas de estos espacios.
Asimismo, han creado unas rutas de BTT y senderismo accesibles, como la de gran dificultad que baja desde el refugio de La Plana del Turbón hasta Serrate, las fuentes de Llert, también conocidas como fuentes de San Pedro, o la recién abierta 'Naspuncreek', que va desde El Caixigá de Campo hasta Senz, con una variante más radical, que baja por el cortafuegos.
Además, se han acondicionado los caminos que unen las ermitas y fuentes, se han limpiado los ríos y barrancos de Aguascaldas, cuya “cantidad de plásticos” acumulados por su popular fuente, de la que emana agua de “muy buena calidad”, precisa Eva Miranda, dañan su entorno. Se han limpiado también los accesos a ríos como el Ésera y sendas que pasan por árboles milenarios y el Castillo de Sin.
De manera inicial, los gastos ocasionados los sufragaban los propios voluntarios pero, a través de la Asociación Cultural Campo 29 de Septiembre, han podido acceder a recursos del Cuerpo Europeo de Solidaridad (CES). Todo ello, con la finalidad de potenciar un turismo “más familiar, con intereses culturales, naturales, faunísticos y arquitectónicos de la zona”, ha precisado la representante de 'Turbón mágico'.
El objetivo del proyecto “va más allá” y pretende unir cooperación, sostenibilidad, ecologismo, emprendimiento y turismo de calidad a través de una ruta circular en torno al macizo del Turbón, inspirada en la del Monte Kalaish, del Tíbet. Una ruta, no sólo materializada en los caminos más ancestros, sino que también pretende abrir nuevos pasos y conectar los diferentes valles que rodean este entorno.
Otras propuestas pasan por conectar los valles con el Monasterio de Obarra, abriendo paso a sus numerosos turistas y visitantes que llegan por carretera, en bici o caminando.