Las lluvias seguidas de las altas temperaturas han permitido que, este año, Aragón tenga uno de los mejores otoños en cuanto a recolección de setas se refiere. La gran cantidad de naturaleza que alberga la región convierten a la comunidad en el olimpo micológico.
En Aragón se recolectan más de cuarenta especies comestibles. Muchas se pueden coger en otros espacios naturales del país, pero esta comunidad es el enclave en el que crecen todas ellas. Desde el Grupo Micológico Caesaraugusta indican que “en el Pirineo aragonés se encuentran todas las especies que se recogen en el territorio nacional”, lo que es posible gracias a la gran extensión de naturaleza que alberga la cordillera pirenaica.
Sus montes cuentan con una amplia variedad de ecosistemas, muchos de ellos bosques, que mantienen una humedad constante, vital para el crecimiento de los hongos. Los espacios sombríos y la densidad que otorgan los árboles del Pirineo disminuyen la capacidad de evaporación, lo que ayuda a mantener el grado óptimo de humedad que necesita el ambiente. Además, el suelo también es rico en materia orgánica, factor clave en la proliferación de las setas.
Recogerlas y consumirlas no siempre es tarea fácil. Es necesario conocer las peculiaridades de cada una de ellas para identificarlas correctamente y evitar posibles intoxicaciones. También se recomienda conocer la normativa de cada zona, conseguir los permisos necesarios y saber los límites establecidos.
Más de 60 sanciones en dos semanas
Los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) interpusieron más de 60 multas solo durante las dos primeras semanas de octubre. Recolección en zonas no autorizadas, exceso de la cantidad recogida o no tener en cuenta los permisos obligatorios de las zonas acotadas fueron algunos de los motivos.
Estas sanciones, que van desde 60 a 1000 euros dependiendo de su gravedad, están contempladas en la Ley de Montes de Aragón. En lo que respecta a la cantidad, se podrán coger libremente 3 kilogramos por persona y día, siendo el excedente un motivo de sanción.
Además, en el caso de las zonas restringidas es necesario obtener los permisos pertinentes, que se pueden solicitar en los ayuntamientos de los términos municipales a los que pertenezca el coto.
Recoger las setas en mayas o cestas de mimbre y no en bolsas de plástico o hacer un corte limpio en el tallo sin llevar tierra ni raíces completan la legislación actual, que dicta también que no deberán cogerse las especies que estén en su primera fase de desarrollo.
Precios de las especies
Los precios de los hongos varían cada año en función de la temporada micológica. A pesar de que el inicio de este otoño permitió la recolecta de grandes variedades de setas, muchos comercios alimenticios se hacen con ellas para su posterior venta a consumidores particulares.
La popularmente conocida como trompetilla amarilla tiene un precio de salida de 14,50 euros el kilogramo, mientas que la negra puede llegar a los 18€. El rebozuelo se puede conseguir sobre los 28,80€/kilo y el huevo de rey, uno de los más cotizados, ronda 23€ el kilo.
Entre las más populares también se encuentra el robellón, cuyo precio varía entre los 9 y los 16€/kilo en función de su tamaño, ya que el más solicitado es el de ‘tamaño botón’. Lo mismo ocurre con el boletus. Los ejemplares más apreciados de esta última especie pueden alcanzar los 20 euros el kilogramo.