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Asturias se suma a Madrid y Catalunya y crea el primer sindicato de inquilinos e inquilinas para luchar contra los abusos

Pilar Campo

Oviedo —

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Asturias se ha sumado a Madrid y Catalunya en la defensa de los derechos de los inquilinos e inquilinas frente a los abusos en materia de vivienda a través de la constitución del primer sindicato que representará al colectivo en el Principado.

La presentación oficial se llevó a cabo este jueves en el barrio de La Corredoria, en Oviedo, y sus portavoces han comenzado ya a pergeñar las primeras actuaciones que se llevarán a cabo en los próximos días.

Aunque su formación es muy incipiente y está dando los primeros pasos, sus integrantes ya están planificando las acciones más inmediatas, entre las que barajan el desplazamiento a Barcelona para que Asturias también esté representada en la manifestación que el sindicato catalán ha convocado para el próximo día 23 de noviembre.

Nueve casos de desahucio

El sindicato tiene entre sus prioridades la lucha contra la turistificación y las prácticas abusivas de los rentistas y solicita una intervención del mercado para prohibir los alquileres que superen el 20 por ciento del salario.

Su única ideología es la lucha por los derechos comunes al colectivo y ya parte con un ideario de organización plural y abierta, donde todas las decisiones se adoptan de forma colegiada y no hay un solo portavoz, sino que habrá varias personas que asuman esta portavocía.

“La vivienda es un negocio con la que unos pocos se enriquecen a costa de la mayoría y por eso surgen sindicatos para apoyar a los inquilinos”, señala Andrés Pradillo, uno de sus portavoces.

“Nos encontramos problemas de todo tipo como regularizaciones ilegales a los vecinos y el cobro del suministro del agua igual que a la empresa del alquiler ya que no dejan separarlo, así como casos de desahucio por haber denunciado y ganado en el juicio a la empresa y ya tenemos nueve casos de desahucio”, asegura el portavoz sindical Andrés García.

Cristina Strat es una de las inquilinas que vive bajo la amenaza de ser desahuciada en enero de 2025 tras su negativa a pagar una regularización declarada abusiva: “Yo no tengo deudas de nada porque estoy pagando todo al día, pero aún así me quieren desahuciar”, explica.

Decálogo de medidas

El primer sindicato de inquilinos e inquilinas en nuestro país se constituyó en Barcelona el 9 de mayo de 2017. Es el Sindicat de Llogateres. A esta iniciativa le siguió Madrid que creó el Sindicato de Inquilinas apenas tres días más tarde.

Los tres sindicatos siguen un decálogo común de medidas que consideran necesarias para acabar con los abusos. Son las siguientes: la estabilidad del alquiler, la regulación de los precios, el fin de los desahucios, la movilización de las viviendas vacías, el aumento del parque de vivienda pública en régimen de alquiler y la eliminación del régimen especial tributario de las SOCIMI que son sociedades cuya actividad principal es la inversión, directa o indirecta, en activos inmobiliarios.

También les preocupan los gastos derivados del alquiler y poner fin a los abusos de los intermediarios, además de la erradicación de la pobreza energética, la limitación de las viviendas de uso turístico y la lucha por el derecho a la vivienda.