La Coordinadora Ecologista de Asturias ha denunciado este viernes la falta de medidas correctoras por parte de la empresa instaladora de una torreta eléctrica ubicada en Udrión, en Oviedo, donde se ha registrado un nuevo caso de muerte de un ave por electrocución. En esta ocasión se trata de un cárabo común, una especie de búho de mediano tamaño. Recientemente, en esta misma infraestructura apareció muerta otra especie protegida por la legislación, un ratonero común.
La organización asegura que, a pesar de que los dos casos se denunciaron ante las autoridades competentes en materia medioambiental, no se han corregido los defectos de aislamiento del apoyo.
Desde la Coordinadora se ha instado al Gobierno de Asturias a que exija a la empresa responsable de la instalación a que se corrijan los defectos de esta infraestructura para evitar nuevos accidentes.
Los estudios y la legislación
La electrocución es una de las causas de mortalidad más importante para las aves, según recogen numerosos estudios científicos que avalan la gravedad de este problema, por lo que la legislación ha impuesto medidas para reducir estas mortandades a través de medidas preventivas.
En un comunicado, recuerda que las normas de la Unión Europea sobre responsabilidad medioambiental, incorporada al derecho interno mediante la Ley 26/2007, contemplan que los operadores titulares de la actividad económica sobre estas estructuras y tendidos eléctricos tienen el deber de adoptar, “sin demora y sin necesidad de advertencia, de requerimiento o de acto administrativo previo”, las medidas preventivas y reparadoras apropiadas.
Otro caso en Gijón
La inacción de los operadores ante la existencia de estructuras y tendidos de conducción eléctrica sin las medidas adecuadas para evitar la mortandad de la avifauna puede ser objeto de un procedimiento administrativo de responsabilidad medioambiental, iniciado de oficio por la propia Administración Pública competente o a solicitud de parte interesada.
El pasado mes de diciembre, denunciaron la muerte de varios estorninos pintos (Sturnus vulgaris) electrocutados bajo una torreta eléctrica en Gijón. También se observaron varias aves más en el suelo con quemaduras en las plumas que las incapacitaban para volar, quedando totalmente indefensas ante atropellos y depredadores.