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El dilema de Oviedo con El Fontán: ¿Mercado tradicional de alimentación o reforma para incluir restaurantes?

Pilar Campo

Oviedo —
17 de junio de 2024 05:55 h

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El debate ha pasado de los despachos a la calle. ¿Cuál es el mejor modelo para la rehabilitación del Mercado de abastos de El Fontán en Oviedo? ¿Qué va a primar? ¿Es compatible la actividad tradicional de venta de productos de alimentación con la hostelería? ¿Se va a dejar que se pierdan los 2,4 millones de euros concedidos provenientes de los fondos europeos Next Generation de la Unión Europea (UE)?.

Estas son solo algunas de las cuestiones que mantienen divididos a los comerciantes de este tradicional mercado de alimentación ubicado en un edificio protegido, de 1885, en el casco viejo de la capital asturiana.

Este lunes, día 17, los 33 concesionarios del recinto con derecho a voto tendrán que tomar una decisión con la que se juegan su futuro laboral. Actualmente un centenar de personas trabajan en los 44 puestos de venta. Con sus sufragios, tendrán que decir si se avienen o no a la propuesta del Ayuntamiento de Oviedo para añadir una planta al edificio que se destinaría a la actividad de hostelería. Una propuesta que es un motivo de conflicto porque no gusta a todos los comerciantes.

El problema no se detiene ahí. El edificio, que está catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC), cuenta con protección. Actualmente precisa reformas ante el progresivo deterioro que presenta: necesita arreglos en la cubierta, mejorar las instalaciones y su eficiencia energética, así como su digitalización y modernización. Además, la obra requiere reforzar la estructura, lo que implica que los puestos de venta deberán ser desalojados y el lugar que a priori se les ofrece para el realojo está ubicado en la zona de El Campillín, un posible traslado que tampoco concita la unanimidad de los vendedores.

La Unión Europea (UE) aporta 2,4 millones a través de los fondos Next Generation pero lleva implícito un requisito: el consistorio tiene de plazo hasta el 31 de diciembre para justificar la ejecución del 60 por ciento de la obra. Otra piedra más en el camino de la reforma que ha movilizado a los grupos de la oposición municipal que rechazan el modelo mixto de gastrobar y actividad comercial que quiere llevar adelante el equipo de gobierno del PP que lidera Alfredo Canteli.

El Mercado de El Fontán constituye un punto neurálgico dentro del sector de la venta de alimentos perecederos y agrupa la mayor concentración en Oviedo de establecimientos especializados en la venta de productos de alimentación. Cuenta con 44 puestos en sus 2.000 metros cuadrados de sala de venta donde se pueden adquirir productos en las siguientes especialidades: cuenta con carnicerías, pescaderías, fruterías, queserías-charcuterías, panadería, productos ecológicos, productos sin gluten, puestos de aceitunas y encurtidos y productos asturianos.

Esta situación que están viviendo los comerciantes es un sufrimiento y una presión constante. Cada día les bombardean con nuevas propuestas. Quieren que se acabe esta agonía y tener ya una decisión. No les ha sentado bien que el alcalde, hace unos días, dijera que si la obra no se hacía con la planta de hostelería se devolvería el dinero de los fondos europeos y no se haría la obra

Ana Isabel Álvarez Balbín: “Hay una presión constante”

Ana Isabel Álvarez Balbín preside la asociación de vecinos de la plaza de El Fontán. Es abogada en ejercicio y en este caso concreto está como representante de una veintena de comerciantes que, según reconoce, están ya cansados de esta polémica porque su principal deseo es dedicarse a lo que saben y a lo que se dedican profesionalmente. “Lo que más desean es seguir realizando una actividad laboral que es su medio de vida.

Los ánimos se encendieron aún más el pasado viernes, día 14, cuando a última hora de la tarde recibieron la convocatoria a una reunión para este mismo lunes, día 17, prácticamente a la misma hora en que comienzan las votaciones para asistir en el salón de plenos del ayuntamiento a las explicaciones sobre el proyecto y para resolver las dudas que les ofrecerá personalmente el alcalde.

“Los críticos con este proyecto tal y como lo plantea el equipo de gobierno consideran que es inadmisible. Esta iniciativa, absolutamente extemporánea, es un claro y burdo intento desde la Alcaldía para manipular su voluntad de cara a la votación, para captar indecisos, forzar la dimisión del Consejo y boicotear e impedir en sí misma dicha votación, ante el temor de que no salga favorable a sus intereses: es decir, la planta de hostelería impuesta por Alfredo Canteli en estos días, a través de sus declaraciones a medios, y como una línea roja”, comenta la abogada.

“Nos sentimos amenazados y coaccionados”

“Nos sentimos amenazados y coaccionados en una decisión-continúa- que debe ser libre, sin presión de ningún tipo, y mucho menos desde la posición de un alcalde que en tres años de elaboración del proyecto en ningún momento se reunió con nosotros”.

“Esta situación que están viviendo los comerciantes es un sufrimiento y una presión constante. Cada día les bombardean con nuevas propuestas. Quieren que se acabe esta agonía y tener ya una decisión. No les ha sentado bien que el alcalde, hace unos días, dijera que si la obra no se hacía con la planta de hostelería se devolvería el dinero de los fondos europeos y no se haría la obra”, corrobora.

Asegura que situaciones como la de la votación que se celebrará este lunes por este cambio de concepto del mercado no se contemplan expresamente en los estatutos por lo que está analizando con detalle todo el procedimiento.

“El edificio está declarado como Bien de Interés Cultural (BIC) y, en un principio, la Consejería de Cultura ha hecho un informe donde se incluyen una serie de condicionantes y hay aspectos del proyecto que tal como está planteado tendrían que modificar”, advierte.

“Todo es muy surrealista”, sostiene

La abogada considera que el ayuntamiento ha provocado una situación que califica como “surrealista”. No cree que se puedan llegar a cumplir los requisitos fijados por la UE que fija como fecha tope el 31 de diciembre para que se haya ejecutado el 60 por ciento de la obra, un límite temporal que, a su juicio, es inalcanzable a fecha de hoy.

“Hay que tener en cuenta que aún no ha empezado la obra con lo que es realmente todo muy surrealista. Todo esto supone una presión constante para los vendedores, porque la obra iba a realizarse hace varios años, luego se paralizó todo y de repente, ahora, vienen con prisas y sin contar con los comerciantes quieren poner una zona de hostelería, lo que obligaría a su realojo durante un tiempo provisional en otro lugar y sin certeza de cuánto tiempo duraría la reforma, mientras que sus negocios están ya funcionando. Aquí todo se ha hecho al revés, en vez de contar con los vendedores de los puestos inicialmente para realizar la propuesta, se hace sin ellos y ahora se les presiona”, lamenta.

Una concesión

Los puestos están en la plaza por una concesión que tiene por delante todavía 20 años de vigencia y tendrían que ser los propios comerciantes quienes tuvieran la última palabra, según expone la letrada.

“La reforma y el añadido de la planta de hostelería implica modificar el pliego de condiciones por cuanto es algo que altera el equilibrio concesional, no estaba previsto ni en los estatutos, ni en la sociedad y aquí hay cuestiones como los horarios o los costes que ahora gestiona la sociedad y que cambiarían”, subraya.

La abogada incide en que esta división entre los comerciantes está provocando un ambiente enrarecido en el mercado de abastos por una situación que ellos no han provocado: “El daño está hecho por una mala planificación. El Ayuntamiento tenía que haberlo previsto antes y consultarlo con ellos porque está en juego su medio de vida”, recalca.

Actualmente hay mucha división entre los comerciantes sobre el modelo de mercado. El alcalde hizo unas declaraciones en las que dice que se van a estudiar ayudas económicas mientras se hace la obra y creo que eso es algo en lo que coincidirán todos en que es interesante. Habrá que ver que lo concreten. Cuál es esa vía y que nos la expliquen, porque simplemente hemos visto el anuncio, pero queremos saber cómo se va a desarrollar y cómo se va a llevar a cabo

Carmen Quirós es la gerente del Mercado de El Fontán y representa a la totalidad de los comerciantes. Reconoce que no puede hablar en nombre de todo el colectivo, porque no hay unanimidad en torno al modelo de reforma que propone el ayuntamiento.

“No puedo decir cuál es el modelo que se quiere porque va en función de a quién le pregunte, unos dirían un modelo y otros dirían otro. Ahora mismo hay casi tantas opiniones como vendedores y yo no puedo hablar en nombre de todos ellos”, matiza para evitar posibles interpretaciones erróneas o malentendidos.

La gerente asegura que la principal discrepancia es el tema de la inclusión de los restaurantes, ya que hay otros temas comunes como los del arreglo de la cubierta, la eficiencia energética o la captación de nuevos públicos en los que no hay esa división.

“El tema genera un poco de conflicto”

“El tema que ha generado un poco de conflicto es el hecho de que el Ayuntamiento añadió la planta de hostelería para que el proyecto fuera atractivo. Eso a alguna gente no le gusta y hay otra a la que sí, por lo que es un poco complicado que yo pueda dar una opinión consensuada de lo que opinan todos”, puntualiza.

No obstante, Carmen Quirós cree que en algunos casos puede haber un posicionamiento común: “El alcalde hizo unas declaraciones donde dice que se van a estudiar ayudas económicas para el tiempo que dure mientras se hace la obra y creo que eso es algo en lo que coincidirán todos en que es interesante. Habrá que ver cómo se concreta, cuál es esa vía y que nos la expliquen, porque simplemente hemos visto el anuncio, pues queremos saber cómo se va a desarrollar y cómo se va a llevar a cabo”.

Avanza que se ha solicitado una reunión con el alcalde para concretar estos extremos, pero todavía no sabe exactamente cuándo, ni dónde tendrá lugar: “Eso ya es a expensas de que me lo confirme el equipo de gobierno y a partir de ahí ya podré anunciarlo a los comerciantes”, señala.

Los críticos hacen daño a Oviedo. ¿Quién los dirige? ¿Quién los orienta? Están un poco ciegos. ¿No quieren que lo hagamos?. No lo hacemos. ¿Quieren que lo hagamos?. Lo hacemos. Oviedo tiene que crecer y evolucionar. Este es un acto de modernización. Queremos hacer algo que evolucione al mercado, que sea una referencia cuando la gente viene a Oviedo. Si los fondos europeos no se usan, se devuelven y fuera, no pasa nada

Canteli, alcalde: “Los críticos hacen daño a Oviedo. Están un poco ciegos”

La votación es clave para que los 33 miembros de la sociedad que son concesionarios se postulen si están o no a favor del proyecto para guardarlo en un cajón, no devolver el dinero o seguir adelante. Este es un debate al que ha entrado de lleno el alcalde, Alfredo Canteli, quien a lo largo de todos estos meses ha realizado varias declaraciones, algunas de ellas muy polémicas, donde ha llegado a afirmar que el equipo de gobierno no quiere imponer nada a los comerciantes, pero al tiempo asegura que los que son más reticentes al proyecto están “un poco ciegos”.

En todas sus manifestaciones ha querido dejar claro que si la propuesta municipal no sale adelante, no tiene problema alguno en devolver los 2,4 millones de euros de los fondos europeos.

“Los críticos hacen daño a Oviedo. ¿Quién los dirige? ¿Quién los orienta? Están un poco ciegos. ¿No quieren que lo hagamos?. No lo hacemos. ¿Quieren que lo hagamos?. Lo hacemos. Oviedo tiene que crecer y evolucionar. Este es un acto de modernización. Queremos hacer algo que evolucione al mercado, que sea una referencia cuando la gente viene a Oviedo. Si los fondos europeos no se usan, se devuelven y fuera, no pasa nada”, ha explicado en sus apariciones públicas siempre que se le ha preguntado por la reforma del mercado.

Con prepotencia e irresponsabilidad, Canteli chantajea ahora a los comerciantes con un 'lo tomas o lo dejas' y no puede condicionar 2,4 millones de euros a que los comerciantes traguen con su plan de poner bares en El Fontán. Los fondos europeos deben ser para mejorar el mercado, para arreglar la cubierta, mejorar sus instalaciones y su eficiencia energética. Esas son las obras necesarias, casi urgentes después de 30 años sin intervenciones

Llaneza (PSOE): “No se puede perder la subvención europea”

El portavoz del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Oviedo, Carlos Fernández Llaneza, reclama al alcalde “más respeto” hacia los vendedores que se juegan su futuro: “Canteli debe de dejar de presionar a los comerciantes para que acepten su proyecto de instalar bares en una entreplanta y acometer las mejoras que precisa el mercado de El Fontán antes de perder los 2,4 millones de euros de fondos europeos”.

Recuerda que los fondos conseguidos en el mandato pasado estaban destinados a la mejora integral de la plaza de abastos y la rehabilitación energética del edificio: “Añadir bares no es una ‘línea roja’ de nada, es una cuestión completamente ajena al proyecto subvencionado y que puede dar al traste con la subvención y afectar a la supervivencia de los negocios”.

A su juicio, los fondos europeos tendrían que tener un destino claro e indiscutible: “Deben ser para mejorar el mercado de El Fontán, para arreglar la cubierta, mejorar sus instalaciones y su eficiencia energética, no para poner bares. Esas son las obras necesarias, casi urgentes después de 30 años sin intervenciones”, afirma.

El portavoz socialista cree que la postura del alcalde no contribuye a mejorar la situación: “Con prepotencia e irresponsabilidad, Canteli chantajea ahora a los comerciantes con un 'lo tomas o lo dejas' y no puede condicionar 2,4 millones de euros a que los comerciantes traguen con su plan de poner bares en El Fontán”, recalca.

Los años 'perdidos'

Además, incide en que el equipo de gobierno “tardó más de dos años en llevar el proyecto de reforma ante Patrimonio. Dos años perdidos que ahora hacen muy difícil cumplir con los plazos para justificar la subvención europea y máxime cuando el proyecto requería un consenso con los comerciantes que es evidente que, a día de hoy, no hay y que Canteli pretende forzar con amenazas”.

Además, insta al equipo de gobierno a que se ponga a trabajar para “sacar adelante la rehabilitación del mercado de El Fontán”, antes de perder el dinero proveniente de los fondos europeos.

“Con el dinero público no se juega y un alcalde tampoco debería de jugar con el dinero y el futuro de los comerciantes de la plaza del mercado”, resalta.

El pasado miércoles, día 12, se celebró la Comisión de Urbanismo en el ayuntamiento. El portavoz socialista preguntó al concejal del área, Nacho Cuesta, si existía algún estudio económico o jurídico sobre esa propuesta lanzada por el alcalde de que les amplía la concesión y se incluirían dentro los tres restaurantes, pero según explica el Grupo Municipal Socialista, no obtuvo una respuesta concreta: “Nacho Cuesta dijo que todavía no hay nada. Por eso en el grupo creemos que se trata de un intento más de presión a los comerciantes”, sospecha.

El equipo de gobierno tiene un modelo de ciudad que se construye en base a a intereses de constructores y de hosteleros. Un modelo de ciudad escaparate dentro del modelo turístico o ciudadfranquicia o pastiche, como queramos llamarle. Y nosotros, por el contrario, pensamos que lo que tiene que haber en Oviedo es un acuerdo sobre el modelo de la ciudad de los próximos 30 ó 40 años y que ese acuerdo transversal, tanto político como social, no se está favoreciendo ni desde el punto de vista urbano, ni desde el punto de vista ambiental

Llamazares (IU): “No compartimos ni el modelo gastrobar ni el híbrido de gastro-comercial”

El ex coordinador nacional de IU, Gaspar Llamazares, es concejal de IU-Convocatoria por Oviedo en el ayuntamiento. Su grupo municipal tampoco comparte el modelo que propugna el alcalde de la capital asturiana.

“El equipo de gobierno sigue defendiendo un modelo de carácter mixto con una parte de mercado y otra parte hostelera. Para mi grupo es un plato de lentejas. Si quieres, las comes y si no las dejas. No compartimos el modelo del mercado de San Miguel de Madrid, ni el de San Antón. No compartimos ni el modelo gastrobar, ni el modelo híbrido de galería gastro- comercial”, manifiesta.

Gaspar Llamazares tampoco comparte la argumentación que esgrime el concejal de Urbanismo, Nacho Cuesta, de que la inclusión de una planta dedicada a la hostelería pueda contribuir a generar nuevos públicos y nueva demanda en los puestos tradicionales.

“Nosotros ponemos en duda las palabras de Nacho Cuesta porque creemos que es perfectamente posible modernizar el mercado manteniendo su identidad y no correr el riesgo de convertirlo en un mercado multiusos o en una franquicia”.

La discrepancia del modelo

“Ahí hay una confrontación, una discrepancia sobre el modelo de ciudad. Cuando aprobamos la modificación presupuestaria para dotar tanto a El Fontán como a El Palacio de los Deportes, nuestra discrepancia fundamental, aparte del procedimiento presupuestario o la falta de previsión presupuestaria, es el modelo de ciudad”.

El concejal de IU-Convocatoria por Oviedo ve otros intereses diferentes en la propuesta municipal: “El equipo de gobierno tiene un modelo de ciudad que se construye en base a intereses de constructores y de hosteleros. Un modelo de ciudad escaparate dentro del modelo turístico o ciudad franquicia o pastiche, como queramos llamarle. Y nosotros, por el contrario, pensamos que lo que tiene que haber en Oviedo -destaca- es un acuerdo sobre el modelo de la ciudad de los próximos 30 ó 40 años y que ese acuerdo transversal, tanto político como social, no se está favoreciendo ni desde el punto de vista urbano, ni desde el punto de vista ambiental”, concluye.

En la memoria del proyecto ya se afirma que es difícil lograr que las obras que hayan de realizarse se hagan manteniendo el mercado en funcionamiento, por lo que la otra opción a la que se refiere es hacerlas llevando a cabo uno o más cierres temporales del mismo, totales o parciales, por unos períodos necesariamente lo más breves posible, para minimizar los perjuicios económicos de los comerciantes.

Peralta (Vox): “Es difícil que las obras se hagan con el mercado en funcionamiento”

Por su parte, la concejala y portavoz de Vox, Sonsoles Peralta, ha llevado a la Comisión de Urbanismo varias cuestiones relacionadas con el proyecto de reforma donde pide información sobre si se consensuó con los comerciantes las obras previstas.

“En la memoria del proyecto ya se afirma que es difícil lograr que las obras que hayan de realizarse se hagan manteniendo el mercado en funcionamiento, por lo que la otra opción a la que se refiere es hacerlas llevando a cabo uno o más cierres temporales del mismo, totales o parciales, por unos períodos necesariamente lo más breves posible, para minimizar los perjuicios económicos de los comerciantes”, ha trasladado a la comisión.