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El Burrófono: una experiencia radiofónica en El Salado colombiano

Sofía Moreno

Ayuda en Acción Colombia —

Gilberto Cohen Álvarez, habitante de El Salado, agricultor y conductor de un carro, recuerda con nostalgia cómo nacieron los primeros programas de radio y cómo del “Burrófono” –un burro cargado con altavoces a cada lado– se convirtió en un medio de comunicación muy importante para esta comunidad. Junto a un grupo de jóvenes, Gilberto fundó Coco Salado, un colectivo de comunicación. “La verdad, no sé cómo se nos ocurrió, pero pasó. Teníamos la necesidad de comunicar sobre proyectos de vivienda, de agricultura, el tema de la casa de la cultura, empezamos a conversar y terminó siendo algo maravilloso, a la gente le gustaba escucharnos, que los entrevistáramos y hasta nos proponían temas” asegura Gilberto. La radio en burro fue tomando forma, con programas mensuales que terminaron convirtiéndola en fuente oficial de información, y también de prevención ante el conflicto armado que vive Colombia desde hace más de 50 años. Más allá de un alarde de creatividad, esta iniciativa se ha convertido hoy en una emisora comunitaria itinerante.

Algunos de los colombianos que saben dónde está El Salado, solo lo recuerdan por la masacre que vivió esta comunidadla masacre que vivió esta comunidad entre el 18 y 20 de febrero del año 2000, cuando 450 paramilitares entraron al pueblo a matar a pie, en helicóptero o en jeep, de una forma de la que no se hablará en este texto… pues éste ya no es su presente, El Salado ya no es un pueblo fantasma y ha ido retornando poco a poco gracias a los valientes y a sus líderes. El mejor ejemplo de ello es Alejandra Torres. El trauma por este suceso la dejó en silencio durante siete años y hoy es la coordinadora de Coco Salado, el colectivo creado por Gilberto que hoy que agrupa a niños y jóvenes que desarrollan propuestas de comunicación alternativa relacionadas con la transmisión de noticias, actualidad y eventos locales, por medio de periódicos murales o programas radiofónicos como el Burrófono.

Coincidiendo con el Día Mundial de la Radio, hemos puesto en marcha un taller con el apoyo de una de las emisoras más importantes a nivel nacional en Colombia, RCN Radio. Ha servido para que chicos y chicas de este municipio, y de algunas comunidades rurales más alejadas, aprendan a realizar, producir y emitir un reportaje a través de las ondas. El resultado, un programa sobre su historia y su presente, se ha emitido a nivel nacional, no sin antes recorrer El Salado a través de un viejo amigo de la comunidad: el Burrófono. Hacía ya tres años que este burro había dejado de recorrer las calles del municipio. El pasado, tan reciente en esta comunidad, ha estado muy presente con su regreso. “Ahora, esta comunidad mira hacia el futuro, se ha sabido recuperar y fortalecer. Pueden ser lentos los cambios, pero El Salado ya es otro, siente orgullo de su pasado, de lo que es y las heridas se han transformado en retos y empujes para todos los salaeros”, recuerda Pedro Luis Valeta en su reportaje El Salado de hoy.

La celebración del taller ha dinamizado la rutina de los jóvenes que forman parte de Coco Salado. Durante días han estado enfrascados en trabajo de campo, realizando entrevistas a los habitantes del pueblo, realizando reuniones de contenido cual periodistas profesionales… incluso algunos han utilizado por primera vez una grabadora de voz. Una vez listo el contenido, tuvieron la oportunidad de asistir a los estudios de RCN Radio en Cartagena, donde grabaron el programa que habían preparado y conocieron de primera mano cómo trabajan los profesionales que realizan los noticieros. Una jornada intensa en la escucharon trabajos de periodistas reconocidos; produjeron el guion de su programa seleccionando los audios y escogiendo los mensajes que querían transmitir; montaron sus trabajos; y se reunieron para sacar conclusiones del taller y de lo aprendido. Desde la ciudad de Cartagena, donde muchos pudieron conocer el mar, se llevaron ante su comunidad el primer programa de 2015 emitido desde el Burrófono: “Del colectivo de comunicaciones de El Salado, noticias frescas, recogidas por los salaeros y para los salaeros”.

El regreso del Burrófono

El regreso del BurrófonoLlegó el gran día. Eligieron caminar barrio arriba, por donde vive Gilberto Cohen, porque él merecía más que nadie escuchar el programa que iban a difundir, como antaño, a través del Burrófono. Eran las 09:30 de la mañana y el que fuera uno de los fundadores de esta peculiar emisora radiofónica salió a la calle, junto a sus vecinos, a escuchar los programas con los que el grupo de jóvenes Coco Salado homenajeaban a su comunidad, recuperando una forma de comunicación que durante unos años se convirtió en costumbre. Lo echaban de menos. Bajo el fuerte sol, fueron recorriendo los distintos barrios de El Salado, cogiendo prestados los enchufes de los vecinos para poder conectar el Burrófono e informar a los habitantes de cada zona, hasta acabar el recorrido por el pueblo con un nuevo propósito: llevas sus noticias a las seis veredas que forman El Salado: Danubio, La emperatriz, Espiritano, El Bálsamo, Santa Clara y Villa Amalia, donde trabajamos, junto a nuestro socio local la Fundación Semana, en temas de agua, atención a la primera infancia y programas de educación, cultura o deporte, entre otros.

El Salado cuenta hoy con grandes altavoces en sus calles, financiados por el Ministerio de Cultura colombiano, que permiten que todo el pueblo escuche sus programas, pero volver a la raíz, revivir esta experiencia “burrofónica” en el marco del Día Mundial de la Radio ha sido un ejercicio de memoria histórica y, sobre todo, una muestra más de la valentía de una población que no ha cesado de luchar.

Gilberto Cohen Álvarez, habitante de El Salado, agricultor y conductor de un carro, recuerda con nostalgia cómo nacieron los primeros programas de radio y cómo del “Burrófono” –un burro cargado con altavoces a cada lado– se convirtió en un medio de comunicación muy importante para esta comunidad. Junto a un grupo de jóvenes, Gilberto fundó Coco Salado, un colectivo de comunicación. “La verdad, no sé cómo se nos ocurrió, pero pasó. Teníamos la necesidad de comunicar sobre proyectos de vivienda, de agricultura, el tema de la casa de la cultura, empezamos a conversar y terminó siendo algo maravilloso, a la gente le gustaba escucharnos, que los entrevistáramos y hasta nos proponían temas” asegura Gilberto. La radio en burro fue tomando forma, con programas mensuales que terminaron convirtiéndola en fuente oficial de información, y también de prevención ante el conflicto armado que vive Colombia desde hace más de 50 años. Más allá de un alarde de creatividad, esta iniciativa se ha convertido hoy en una emisora comunitaria itinerante.

Algunos de los colombianos que saben dónde está El Salado, solo lo recuerdan por la masacre que vivió esta comunidadla masacre que vivió esta comunidad entre el 18 y 20 de febrero del año 2000, cuando 450 paramilitares entraron al pueblo a matar a pie, en helicóptero o en jeep, de una forma de la que no se hablará en este texto… pues éste ya no es su presente, El Salado ya no es un pueblo fantasma y ha ido retornando poco a poco gracias a los valientes y a sus líderes. El mejor ejemplo de ello es Alejandra Torres. El trauma por este suceso la dejó en silencio durante siete años y hoy es la coordinadora de Coco Salado, el colectivo creado por Gilberto que hoy que agrupa a niños y jóvenes que desarrollan propuestas de comunicación alternativa relacionadas con la transmisión de noticias, actualidad y eventos locales, por medio de periódicos murales o programas radiofónicos como el Burrófono.