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Holanda: la falta de espacio para aparcar más bicicletas obliga a construir aparcamientos subterráneos

Holanda es el país del mundo en el que más se usa la bicicleta: un 25% de todos los viajes de sus residentes se realizan sobre las dos ruedas, bastante más que en Dinamarca, Alemania, Suecia... Así lo asegura el informe Cycling Fact (2018), del Instituto Holandés de Análisis de Políticas de Transporte, que señala que en el país hay 17 millones de habitantes y 23 millones de bicicletas. Son muchas, pero el Ejecutivo holandés quiere todavía más. De hecho, a finales de 2018 se anunciaron nuevas inversiones de hasta 345 millones de euros en infraestructuras ciclistas. En concreto, en autopistas para bicicletas (snelfietsroute) entre ciudades y 25.000 nuevos aparcamientos de bicis. El objetivo es conseguir que se muevan pedaleando otros 200.000 holandeses adicionales.

Tener tantas bicicletas supone importantes beneficios (en reducción de muertes por accidentes, gastos de salud, contaminación…), pero también genera otros desafíos. En algunas ciudades de Holanda se ha convertido en un problema la falta de espacio para aparcar estos vehículos, una situación que se cree puede agravarse en el futuro si no se toman medidas. Este es el caso de Ámsterdam, donde viven 811.000 personas y hay que aparcar 881.000 bicicletas. Desde hace tiempo, hay puntos muy frecuentados de la ciudad donde no queda sitio para candar tanta bici. Y para resolver esta cuestión –que genera molestias para los peatones y un alto coste al Ayuntamiento de Ámsterdam por tener que retirar aquellas aparcadas en lugares indebidos–, una de las estrategias es construir aparcamientos subterráneos.

“Las ciudades holandesas se están enfocando en colocar los aparcamientos lo más cerca posible de los nudos de transporte, como Ámsterdam Central, es por esto que se busca la solución creando aparcamientos subterráneos”, incide Nout Ramaekers, director de proyectos de la organización Dutch Cycling Embassy.

Estaba previsto que a finales de 2018 se terminara la construcción del aparcamiento subterráneo para bicis de Utrecht, que está funcionando desde 2017 con 7.500 plazas. Sin embargo, según el Ayuntamiento de la ciudad, será a partir de julio o agosto de este año 2019 que se sumen otras 14.8000 plazas extra, convirtiéndose entonces este aparcamiento bajo tierra como el más grande del mundo para bicis.

Cómo se ve en el video más abajo, se puede entrar al subterráneo sin bajar de la bici y se aparca de forma rápida. El parking tiene tres niveles: el primero y el tercero son para aparcar bicis durante el día, el segundo es para aparcar los vehículos de dos ruedas de aquellos que cuentan con tarjeta de estacionamiento. Las primeras 24 horas son gratuitas.

Al mismo tiempo, en estos momentos se está construyendo otro aparcamiento subterráneo en Ámsterdam junto a la Estación Central (para 7.000 plazas). Diseñado por el estudio Wurck, la instalación está ubicada a nueve metros por debajo del nivel del suelo, quedando bajo el agua que hay frente a la entrada principal de la estación. Se espera que las bicis comiencen a entrar en 2021.  

Hay todavía más. De forma reciente, las empresas Boskalis, Kraaijvanger Architects y Maxwan A + U ganaron la licitación para la construcción de otro aparcamiento subterráneo para bicis en Zwolle. Tendrá capacidad para más de 5.400 bicicletas y estará debajo de la plaza de la estación de tren de la ciudad.  Las obras deben comenzar en la primavera de 2019.

Obviamente, resulta mucho mejor que falte espacio por las bicis que por los coches. “No diría que la falta de sitio en las calles es realmente un problema por el aparcamiento de bicicletas, sino más bien que crear espacio bajo las calles es una verdadera oportunidad para aparcar bicicletas y tener un ambiente más limpio y abierto en el centro de la ciudad”, recalca Ramaekers.

Según el informe ¿De quién es la ciudad? (2017), de Fietscommunity, un coche en movimiento necesita 28 veces más espacio en la ciudad que una bicicleta (140 m frente a 5 m) y un coche aparcado más de 10 veces (20 frente a 2 m).

En Ámsterdam hay aparcamiento de bicis por casi todas las aceras, en grandes espacios al aire libre, de cuatro pisos sobre el agua, cubiertos, flotantes… Para Ramaekers, lo importante para que funcionen es que sean prácticos y no supongan mucho tiempo para dejar o coger la bici. Nada que ver con España, donde muy a menudo las bicis se tienen que “aparcar” en trasteros, balcones, dentro de casas o candadas a una farola.

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