Para entender lo mucho que significa medio grado de más en la temperatura media del planeta nada mejor que mirar el hielo. Una de las aportaciones de Chile en la Cumbre Mundial del Clima es haber traído a Madrid esta parte del planeta en la que el agua deja de ser líquida para formar glaciares, hielo marino, plataformas heladas… Ya hace unos meses, los científicos del IPCC presentaron un informe que analizaba el impacto del calentamiento global sobre la llamada criosfera. Pero en esta COP25 hay múltiples eventos relacionados y se ha montado hasta un pequeño pabellón dedicado al mundo congelado, al planeta de color blanco. “Lamentablemente, las zonas polares están lejos”, incidió el martes Andrés Couve, ministro chileno de Ciencia. “Tenemos que acercar las zonas polares y las altas altitudes, pues son los mejores sensores que tenemos del cambio climático”.
La Tierra ya se ha calentado un 1 °C desde la era preindustrial. Y el Acuerdo de París busca que el aumento de la temperatura se quede por debajo de 2 °C, intentando limitarlo a 1,5 °C. Estas variaciones pueden parecer pequeñas, pero son muy grandes para el clima. A menudo resulta difícil verlo, menos en el hielo. Así se muestra en el pabellón de la criosfera de la COP25, donde la International Cryosphere Climate Initiative (ICCI) explica lo que puede pasar con las distintas zonas heladas del planeta con 1,5 °C o con 2 °C:
Nieve y glaciares de las montañas
Nieve y glaciares de las montañasHay una parte de los glaciares que no se pueden salvar, aunque no se caliente más el planeta. Se estima que con el aumento de 1 °C de la temperatura ya registrado en nuestros días, antes del año 2100 desaparecerán los glaciares tropicales del Norte de los Andes, del Este de África o de Indonesia. Lo mismo ocurrirá con los de Pirineos, en España. “A los de Pirineos quizá les queden 30 años”, incide Jerónimo López, presidente de la sección española del Comité Científico de Investigaciones Antárticas (SCAR), “no desaparecerán por completo, pero quedarán como un hielo ‘muerto’, no se les podrá llamar glaciar porque no estarán ya en movimiento”.
Algunos de estos glaciares condenados, sobre todo los del Norte de los Andes, suponen una importante fuente estacional de agua, por lo que su pérdida prematura impactará en poblaciones rurales de Perú, Bolivia o Chile. Pero este fuerte retroceso del hielo también se está registrando en otras latitudes del planeta. El pasado mes de agosto se colocó una placa en Islandia para recordar el glaciar OK, el primero desaparecido en este país.
Para algunas comunidades, la pérdida de nieve es todavía más importante para su suministro de agua.
Con 1,5 °C o 2 °C
Con 1,5 °C o 2 °C°C En lo que respecta a las latitudes medias (como los Alpes, Patagonia, Islandia…), con un aumento de 1,5 °C, todavía podrían quedar algunos glaciares, pequeños, aunque significativos. Pero con 2°C desaparecerán todos. Esta es una de las evidencias más claras de lo mucho que significa medio grado de más. En mayores altitudes (Himalaya) y latitudes (Ártico), el hielo aguanta mejor, pero las pérdidas serían muy superiores con 2°C.
Hielo marino
Hielo marinoEs el agua de mar congelada. En el Ártico, a final del verano, el hielo cubre ahora la mitad de la superficie de 1980. En la Antártida, no se había perdido hielo hasta hace unos pocos años.
El hielo marino del Ártico está considerado un gran refrigerador planetario, pues su superficie blanca refleja gran parte de los rayos solares que llegan a la Tierra. Pero cuando no hay hielo, el mar absorbe mucho más calor, acelerando el calentamiento global.
Con 1,5 °C o 2 °C
Con 1,5 °C o 2 °C°C Con 1,5 °C se espera que el Océano Ártico siga cubierto de hielo la mayor parte de los años, aunque en veranos particularmente calientes el hielo podría reducirse a extensiones mínimas de menos de 1 millón de km (perdiéndose el hielo más antiguo, de gran importancia para la biodiversidad). Con 2 °C y más, el Océano Ártico se convertiría esencialmente en un gigante océano-lago, congelado en invierno y casi por completo libre de hielo en verano.
Plataformas heladas
Plataformas heladasSon placas heladas de agua dulce. Cuando flotan sobre el mar, su deshielo no supone gran cosa para la subida del mar (al igual que no se desborda una bebida en un vaso cuando se funden los cubitos de hielo). Pero si están apoyadas sobre tierra, entonces sí añaden agua a los océanos. Se estima que las plataformas heladas de la Antártida y Groenlandia albergan tanto hielo como para aumentar el nivel del mar 65 metros. “Las plataformas de hielo de la Antártida tienen un grosor medio de 2 kilómetros, pero puede llegar en algunos sitios a 4,8 kilómetros”, explica Jerónimo López, también expresidente del propio SCAR. Aunque hay muchas incertidumbres sobre el ritmo futuro del deshielo, se sabe que la pérdida de hielo hoy, con un aumento de 1 °C, es el doble que hace 20 años en Groenlandia y tres veces mayor en la Antártida.
Con 1,5 °C o 2 °C
Con 1,5 °C o 2 °C°C Con 1,5 °C, la subida del nivel del mar llegaría a 6-9 metros con respecto a hoy en día. Mientras que con 2 °C, podría alcanzar 12-20 metros. La principal pregunta para los investigadores es cómo de rápido sería ese cambio: hoy se mide en milímetros anuales, pero podría pasar a algunos centímetros anuales si el aumento de la temperatura supera los 4 °C. Para un creciente número de expertos del hielo, el límite seguro no es 2 °C, ni 1,5 °C, sino 1 °C.
Permafrost
PermafrostEl permafrost es el suelo congelado de zonas muy frías y cubre una superficie de cerca de 14 millones de km, un área como tres veces la UE. El problema es que cuando se descongela, libera parte del carbono acumulado, por lo general como CO, pero a veces como metano, un gas con mucho mayor potencial para calentar el planeta.
Con 1,5 °C o 2 °C
Con 1,5 °C o 2 °C°C Con 1,5 °C, el área de permafrost quedaría reducida a unos 11 millones de km, perdiéndose otros 2 millones si el planeta se calienta medio grado de más. En términos de emisiones, con 2 °C se liberarían para 2100 entre 220-300 gigatoneladas de CO y unas 0,4-0,9 Gt CO por año, como comparación las emisiones mundiales actuales están por las 36 gigatoneladas. “Las zonas heladas son muy sensibles a los cambios de temperatura, pero a la vez pueden amplificar los efectos del calentamiento”, recalca López.
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