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El Banco Europeo de Inversiones no dará más dinero al gas convencional

El Banco Europeo de Inversiones ha hecho oficial un potente paso: dejará de prestar dinero a las energías fósiles a finales de 2021. En apariencia, esto se refiere al petróleo, al carbón y al gas, que son las tecnologías que emiten gases de efecto invernadero, entre ellas CO, el principal causante del cambio climático. Sin embargo, la decisión del mayor prestamista multilateral del mundo afecta casi en exclusiva a la industria del gas. Para hacerse una idea, entre 2013 y 2017, el organismo ha invertido 13.500 millones de euros en energía, de los cuales casi el 20% han ido a la industria gasista.

Los préstamos del BEI al petróleo son testimoniales, y la institución frenó su apoyo al carbón en 2013, cuando impuso un tope de 550 gramos de CO por kWh para las plantas, lo cual dejó fuera la tecnología más sucia. Ahora, el Banco de Europa estrecha aún más el margen, y solo dará dinero a aquellas instalaciones que puedan demostrar que emiten por debajo de 250 gramos de CO por kWh. En la práctica, esto excluye automáticamente al gas convencional, como los ciclos combinados que sirven para producir electricidad a partir de gas natural. La media actual de emisiones en estas centrales en Europa es de 345 gramos de CO kWh, según cálculos del think tank E3G, dedicado a la transición energética. 

A partir de 2021, solo podrán acceder a financiación aquellos proyectos que mezclen gas natural con gas renovable, o bien que aseguren la captura y carbono de CO o aquellas redes de distribución que transporten, por ejemplo, hidrógeno. Pero esto encarecerá mucho este tipo de infraestructuras. 

“El BEI reconoce que el gas no es compatible con la transición energética ni con el Acuerdo de París, que no es responsable que se use dinero público para ello, dado que la demanda de gas natural bajará en este cambio de modelo energético”, comenta desde Londres Lisa Fisher, miembro de E3G.

En esta misma línea, el banco reconocía en un documento de trabajo publicado en septiembre, el riesgo que representa seguir invirtiendo en tecnologías que a medio plazo serán obsoletas. “El perfil de riesgo de algunos proyectos fósiles crecerá con las políticas de descarbonización, las cuales llevarán a una menor demanda. Algunos activos se quedarán varados”, escribe el banco. En ese documento se menciona de forma directa los ciclos combinados de gas.

La decisión del BEI no solo incluye dejar de financiar las energías fósiles, también acelerar la financiación de las tecnologías renovables, lo cual incluye desbloquear un billón de euros para invertir en proyectos en la década de 2030.

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