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El Ayuntamiento de Bilbao alerta sobre los riesgos del alcohol en los menores durante la Aste Nagusia

Bruno Sans

Bilbao —

Se acerca la Aste Nagusia, una semana de desenfreno en Bilbao en la que el consumo de alcohol aumenta exponencialmente. También entre los menores. El Ayuntamiento de la Villa espera que todas las acciones llevadas a cabo a lo largo del curso escolar enmarcadas dentro del IV Plan Local de Drogodependencias den sus frutos.

“Queremos recordar a los menores lo perjudicial que puede resultar la ingesta de alcohol”, sostiene Mariano Gómez, concejal delegado del área de salud y consumo del Consistorio. Y es que según el último estudio del Gobierno Vasco, “Drogas y Escuelas VIII”, tres cuartas partes de la población escolar han probado el alcohol a lo largo de su vida. Y son nueve de cada diez los vascos que alcanzan la mayoría de edad habiendo bebida alguna vez. “Estos datos nos sitúan en la realidad”, añade el concejal.

Los pequeños se inician en el consumo de alcohol a la temprana edad de 13,2 años, prácticamente la misma que en el 2006, cuando lo hacían a los 13,5 años. No obstante desde entonces han disminuido tanto el número de menores que beben, como los que lo hacen en exceso. “Pero no podemos bajar la guardia”, defiende Gonzalo McGragh, jefe del Negociado Municipal de Drogodependencias. Un quinto de la población escolar tiene un consumo excesivo de alcohol los fines de semana.

“Todos los años hay intoxicaciones de menores en Aste Nagusia”, afirma Javier Orduna, director del área de salud y consumo del Consistorio. Para evitarlo, el Plan Local de Drogodependencias, realiza una labor pedagógica que abarca desde las familias hasta las escuelas y los institutos y que busca prevenir el alcoholismo juvenil y mostrar a los jóvenes las consecuencias del consumo de alcohol. “Es una labor que requiere esfuerzos sostenidos en el tiempo”.

Como estas labores se llevan a cabo durante todo el curso escolar, el Ayuntamiento considera innecesarios los planes específicos durante las fiestas. Sólo pondrá en marcha algunos puntos de información sobre alcoholismo, drogas y conductas sexuales de riesgo para jóvenes mayores de edad. “A las horas a las que abren, los menores debieran estar en sus casas”, comenta el director del área de salud y consumo.

El alcohol es la droga más común, más barata, de más fácil acceso, y la más aceptable socialmente. Pero “no hay que banalizar su consumo. Hay que hacer hincapié en la concienciación de las familias. Ahí es donde los pequeños aprenden”, defiende McGragh. En los últimos 30 años se ha producido un cambio relevante. Los menores cada vez beben menos bebidas fermentadas, como la cerveza o el vino, pero muchas más bebidas destiladas, como licores de alta graduación.

Y durante la Aste Nagusia estos datos no hacen sino acrecentarse. “Esperamos que el trabajo realizado a lo largo del año repercuta durante esta semana”, concluye Mariano Gómez.