“Patos que demuestran sus dotes atléticas, caballos que bailan sevillanas, vacas, perros...” Así se presentaba en su web el nuevo programa de Tele5 ‘Vaya Fauna’, y en su primera emisión cumplió su amenaza. Las “bonitas historias” que anunciaba esconden otras realidades. Por ejemplo la de la osa Tima, que no es “una mascota de 300 kilos” sino uno de los animales más explotados en España, obligada mediante terribles métodos de entrenamiento a hacer cosas que jamás haría en libertad, y que no participó en el programa como algo excepcional. Tocar la trompeta o bailar el hula hop, lo mismo que hizo en el plató de televisión, lo hace siempre que sus dueños se lo ordenan. Como los osos, los elefantes o los grandes felinos explotados en los circos.
Lejos de enseñar al público cómo son esos animales, cómo se comportan en su hábitat y cuáles son sus habilidades naturales, 'Vaya Fauna' los exhibe de una forma tergiversada, deformada por la cautividad y el entrenamiento. No es un programa educativo ni de entretenimiento, sino una emisión triste e irresponsable.
La Fundación FAADA lleva años intentando promover el respeto a los animales en los ámbitos social, legal y educativo, y en un comunicado previo al estreno del programa expresaba su preocupación, tanto por el trato que reciben los animales utilizados en espectáculos como por el mensaje “antieducativo” que transmite.
Según relatan los responsables de FAADA, el pasado mes de mayo “responsables del programa contactaron con nuestra entidad, que les ofreció ayuda para reorientar el enfoque del mismo” y hacerlo entretenido, informativo y a la vez educativo. Las numerosas acciones de denuncias y rescates de animales podrían darse a conocer de forma amena haciendo a la vez una labor educativa y de concienciación, pero “los programas rechazan estas propuestas y basan sus contenidos hacia un reclamo simple con la única finalidad de entretener a un público poco crítico”.
FAADA propuso también ofrecer a los espectadores historias emocionantes de solidaridad, complicidad y compromiso, “que fueron rechazadas posiblemente por carecer del efecto circense que busca el programa”.
En FAADA conocen de primera mano las consecuencias de la tenencia de animales exóticos como mascotas, algo que podría fomentar la emisión de un programa de estas características. Uno de los animales que protagonizó el programa fue Luna, una cerdita “muy lista” que toca el timbre, guarda sus juguetes y abre y cierra cajones. Luna es igual de lista que cualquier otro cerdo, aunque la imagen que impere sobre ellos en nuestra sociedad sea la de su carne. El problema es convertir sus habilidades en un circo, someterla al estrés de un plató de televisión y no explicar a los espectadores que las perreras españolas están llenas de cerditos como Luna porque ya hace tiempo que se puso de moda tener cerdos vietnamitas como mascostas y la irresponsabilidad campó a sus anchas.
“Algunos de los animales -especialmente aquellos exóticos o salvajes- que aparecerán en el programa provienen de empresas y particulares especializados en entrenar animales para circos, cine, publicidad y televisión, como es el caso de la osa Tima o de animales de la empresa Fauna y Acción, explica FAADA.
Tima es usada en circos, eventos publicitarios, anuncios y cines. Según FAADA, es “uno de los animales más explotados de nuestro país”, aunque en la presentación del programa una de las integrantes del jurado, Soraya, se refiriera a ella como “un oso maravilloso, un Winnie the Pooh de lo más achuchable”. Y no, Tima no es un personaje de ficción, un dibujo animado ni un peluche. Tima es una víctima de la explotación cuya realidad ha sido deliberadamente ocultada por los responsables del programa en su burdo intento de hacer creer a los espectadores que un oso toca la trompeta y baila el hula hop por voluntad propia y además disfruta haciéndolo en un plató de televisión. Tampoco un caballo “se cree un toro” por voluntad propia, ni se deja torear ni baila sevillanas. Y una vaca, clavadita a las que diariamente son explotadas en granjas industriales para apropiarnos de su leche, de sus hijos y de su carne, tampoco vive deseando mostrar al mundo sus “habilidades”.
“La empresa Fauna y Acción -que anuncia en sus redes sociales que ha llevado un guacamayo al programa- cría, intercambia y comercia con animales para entrenarlos y alquilarlos a programas de televisión, eventos particulares y producciones audiovisuales. Dicha empresa utiliza para entrenar a sus animales el control por hambre así como, en el caso de los felinos, la amputación de las últimas falanges de sus dedos”, prosigue FAADA. Sin embargo, el presentador del programa, Christian Gálvez, parece ignorar todos estos hechos y asegura: “Detrás de cada habilidad hay una historia muy bonita”.
En la primera emisión del programa apareció también Theo, un perro que había sido maltratado por su anterior dueño y que ahora encesta la pelota en una canasta y monta en patinete. Celebramos que 'Vaya Fauna' hiciera hueco para una historia real de abandono y adopción, como lo hizo también para Elliot, un perro que forma parte de un programa de terapia con chavales con discapacidad. Sin embargo, lamentamos que no pusieran el foco en la historia de esos animales, en sus lazos afectivos con sus familias y en cómo han sido rescatados del infierno. Los animales maltratados merecen otra oportunidad, aprendan o no a montar en patinete. La adopción es una decisión que comporta una responsabilidad, que pasa por tener en cuenta la situación de ese animal y sus necesidades presentes y futuras. No se puede trivializar de esa manera. No se aprovechó la historia de Theo para que otros como él puedan ser adoptados, encesten pelotas o no.
En el programa, según avanza FAADA, aparecerán también serpientes, águilas y zorros, todos ellos animales salvajes cuya naturaleza les hace inapropiados para actuar en un plató de televisión; y también animales como vacas, ocas, gallinas o cabras, entre cuyas habilidades tampoco está la de actuar en un programa, alejados de su hábitat y sometidos a un considerable estrés. FAADA ofrece toda la información sobre el uso de animales en publicidad, cine y televisión.
Por todo ello, desde FAADA nos invitan a difundir esta información en nuestro entorno y a expresar nuestro rechazo hacia espectáculos y programas de televisión de este tipo. Además, varias peticiones de firmas están reclamando ya a Mediaset el cese de emisión del programa, que tiene previstas un total de seis entregas durante el verano.
“Patos que demuestran sus dotes atléticas, caballos que bailan sevillanas, vacas, perros...” Así se presentaba en su web el nuevo programa de Tele5 ‘Vaya Fauna’, y en su primera emisión cumplió su amenaza. Las “bonitas historias” que anunciaba esconden otras realidades. Por ejemplo la de la osa Tima, que no es “una mascota de 300 kilos” sino uno de los animales más explotados en España, obligada mediante terribles métodos de entrenamiento a hacer cosas que jamás haría en libertad, y que no participó en el programa como algo excepcional. Tocar la trompeta o bailar el hula hop, lo mismo que hizo en el plató de televisión, lo hace siempre que sus dueños se lo ordenan. Como los osos, los elefantes o los grandes felinos explotados en los circos.
Lejos de enseñar al público cómo son esos animales, cómo se comportan en su hábitat y cuáles son sus habilidades naturales, 'Vaya Fauna' los exhibe de una forma tergiversada, deformada por la cautividad y el entrenamiento. No es un programa educativo ni de entretenimiento, sino una emisión triste e irresponsable.