En ella han instalado el campo 3 a 7.100 metros, un poco por encima del collado norte, y han equipado la ruta hasta los 7.200 metros. La próxima vez que se adentren en la montaña será ya para subir intentar alcanzar la cumbre de la tercera montaña más alta del planeta (8.586 m.).
No hay que olvidar que el trabajo que están realizando en la vía británica de la cara Norte no es más que para aclimatarse de cara al objetivo principal de la expedición: abrir una nueva ruta en estilo alpino por el centro de la imponente pared de la cara norte, de más de 3.000 metros de altura. Además, el equipamiento de la ruta británica les servirá para asegurar el descenso una vez alcanzada la cima, que tienen previsto realizar por esta histórica vía abierta en 1979 por Doug Scott, Joe Tasker y Peter Boardman en lo que supuso un antes y un después en la historia del himalayismo.
En realidad, Alex Txikon, Denis Urubko, Adam Bielecki, Artem Braun y Dimitri Sinev han abierto una variante de la mencionada ruta en el tramo entre los campos 1 y 3, obligados por las condiciones de la montaña. La zona de seracs por la que ascendieron los británicos hace 35 años se encuentra este año muy inestable, con continuas avalanchas, así que Alex y sus compañeros decidieron evitarla ascendiendo hasta el collado Norte más pegados a la pared izquierda y siguiendo una línea más directa (Las dos vías se pueden ver en una de las imágenes que se adjunta. La amarilla es la original británica y la verde la que han seguido Alex Txikon y sus compañeros). “Ha sido un trabajo mucho más duro y en un tramo bastante más técnico, pero creo que ha merecido la pena porque es una opción mucho más segura que atravesar todos esos seracs, que la verdad es que tienen una pinta muy fea y no dejan de escupir avalanchas todos los días”, explica Alex desde el campo base.
El plan inicial de grupo en estos cinco días que han estado en la montaña era llegar hasta los 7.500 metros, “justo superando un torreón que hay encima del campo 3, la parte más técnica de la arista que lleva a la cima”. Pero el equipamiento añadido que ha necesitado la variante abierta por el grupo les dejó sin cuerdas en esta última incursión en la montaña, “así que lo que queda hasta los 7.500 lo equiparemos de camino a la cumbre”, añade Alex.
El grupo dedicará los próximos días a descansar, celebrar hoy el cumpleaños de Adam (31años) y a analizar los partes meteorológicos para elegir el mejor momento en el que salir hacia la cima. “En principio, y por lo que hemos visto hasta ahora, en tres o cuatro días estaremos ya a punto para salir hacia arriba. Si todo va según lo previsto la ascensión nos llevará cuatro días y uno o dos más para bajar” detalla el alpinista vizcaíno. “Aunque antes hemos celebrado el cumpleaños de Adam como se merece. Aquí nos convertimos en una pequeña familia y estos momentos hay que aprovecharlos para relajarnos y evadirnos. Nuestro cocinero Ringi le ha preparado una tarta y le hemos regalado unos patucos que ha hecho Artem y el último libro que ha escrito Denis firmado por todos”.