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Alex Txikon: “lo mejor es que estamos vivos después de ese descenso tan crítico y complicado”

¿Cómo te encuentras actualmente después de lo ocurrido estos últimos días?

Bueno, tanto física como mentalmente me encuentro muy, muy bien después de todos estos días de expedición. El trabajo está saliendo bien pese a que como es normal siempre hay problemas, pero esos problemas se van solventando como en otras expediciones y eso es lo importante. Siempre acabas enfocando y desviando los problemas en la buena dirección.

¿Cómo viviste esta última semana, con el ataque a cima y el regreso a Katmandú?

Fueron duros. El descenso al campo base fue un descenso peligroso. Sobre todo desde el campo 4. Eran más de las cinco de la tarde y estábamos allí arriba, a 50º bajo cero y con vientos de ochenta kilómetros por hora, así que imagínate… Estábamos más para allá que para acá. Además, luego bajando del campo 3 al campo 2 también nos cogió una avalancha. Y a eso hay que sumarle que del campo 2 al basé hay otros 25 kilómetros más… Así que duro, pero al final contentos…

El hecho de que hayamos tenido que regresar a Katmandú son cosas que pasan, pero lo importante es poder solventar los problemas. Lo mejor es que estamos vivos después de ese descenso tan crítico y complicado. Llegar al campo base fue toda una alegría… Lo vives todo con mayor intensidad.

- ¿Qué pasó para que os sorprendieran esos vientos allí arriba?

Bueno, en esta expedición me he dado cuenta que los partes meteorológicos son cambiantes. Aunque sigo teniendo el mismo criterio, y sigo confiando en la gente que me ha estado ayudando todo este tiempo, y mucho. Lo que nos pasó fue que el parte meteorológico el día 13 cambió, no el 12 que habíamos hablado por última vez, y además cambió mucho… Y como me fío 100%, no abrí el walkie-talkie desde el día 12 para nada. Al final, al cambiar el parte nos tendríamos que haber dado la vuelta antes si hubiese contactado por el walkie, pero como ya he dicho iba con una fe ciega… Quizás debería haberme dejado llevar un poco por ese instinto, ese estímulo de coger el walkie, pero confiaba que el viento no iba a ser tan fuerte el día 12 y 13 según esa predicción que al final no se cumplió.

-¿Crees que todo seguirá igual a tu vuelta al Everest o habrá que cambiar o reequipar algo?

Vamos a tener la oportunidad de repetirlo, así que simplemente voy a tratar de mejorar lo hecho hasta ahora. De eso si que estoy seguro, y para eso hay que usar mucho la cabeza, no el músculo. Esperemos llegar más alto que en el intento anterior…

¿Qué ha sido lo más duro de lo que lleváis superado hasta la fecha?

La ascensión en general está siendo bastante complicada, más de lo que esperábamos. Día tras día hemos tenido que superar muchos obstáculos y abrir puertas que no habíamos abierto nunca.

Destacaría sobre todo que, aunque la estancia en el campo base del Everest está siendo algo más liviana de lo que esperaba, del base para arriba es una montaña muy agresiva que estamos intentando ascender en el estado más puro, pero que nos está mostrando sus dientes en cada momento.

Dicho esto, las grandes dificultades están repartidas a lo largo de toda la ruta, pero sobre todo destacaría la orientación, del campo 2 para arriba el sol no pega hasta las 11.15 de la mañana, y eso nos machaca mucho. Hemos tenido que salir muy temprano por la mañana o incluso por la noche, y eso implica pasar 10 o12 horas a 40º o 45º bajo cero sin que los rayos de sol te calienten un poco. Es muy, muy duro.

- El frío ha sido por lo tanto uno de los grandes problemas, bajas temperaturas, fuertes vientos… ¿cómo te enfrentas a eso?

Para combatir el frío vamos protegidos gracias al material y la ropa técnica que tenemos, las botas, las gafas, los guantes… Todo el material ha sido elaborado y pensado para adaptarse a este tipo de expediciones. Además colaboro con muchas de estas marcas, y es gracias a ellas que podemos estar aquí, y no solo a las que tienen que ver con el mundo del outdoor directamente. Destacaría el valor añadido que tienen estas marcas a la hora de hacernos caso en muchas de las puntualizaciones e ideas que les transmitimos después de cada expedición invernal, lo que nos permite mejorar muchos aspectos que a la postre nos ayudan a combatir el frío de una manera mejor, más llevadera.

- Y ahora, ¿cuáles son tus planes más inmediatos?

La estrategia ahora es descansar, recuperar peso, fuerza y energía, con la intención de regresar al campo base a finales de esta semana, sobre el 25 o el 26 de febrero. Si todo va bien, el ataque definitivo a cima podría ser a principios de marzo, pero bueno, todavía falta tiempo y habrá que esperar a ver las posibilidades que se nos presentan.