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SOS Himalaya -Fundación Iñaki Ochoa de Olza- y Mountaineers for Himalayas Foundation by Edurne Pasaban unen esfuerzos

SOS Himalaya -Fundación Iñaki Ochoa de Olza- y Mountaineers for Himalayas Foundation by Edurne Pasaban han decidido caminar juntas a partir de ahora y así poder hacer frente a sus proyectos con un doble objetivo de eficacia y eficiencia, para así dar respuesta a mayor número de necesidades identificadas y hacerlo de manera coordinada, apoyándose en las fortalezas que cada una atesora.

El primer proyecto que tratarán de culminar juntas es un hospital en el valle Makalu 5 que permitiría a los campesinos de la zona disfrutar de una atención sanitaria básica pero vital. EL objetivo es terminar la construcción y acondicionamiento de un edificio que empezó una ONG nepalí y quedó a medias al acabársele los fondos. Allí la educación y la sanidad son privadas y solo al alcance del 10% de la población, la mortalidad infantil es muy alta y simples infecciones acaban acarreando grandes problemas por la ausencia de la ayuda más primaria.

SOS Himalaya, la herencia personal y más importante de Iñaki Ochoa de Olza, lleva años trabajando en la zona de formas muy diversas. Desde el campamento médico en un recóndito lugar en el que se consiguieron tratar unos 100 pacientes diarios durante dos meses, a la reconstrucción de Lantang, tras el terremoto de 2015, con Kilian Jornet, pasando por la edificación completa de escuelas o la entrega de equipos informáticos o materiales educativos a las mismas.

Mountaineers for Himalayas Foundation by Edurne Pasaban tiene también un gran experiencia en la gestión de proyectos en Nepal, relacionados en su mayoría con la protección, la salud y la educación de la infancia. Este ha sido el año en el que se han entregado las nuevas viviendas a la gente de Dhola, pero, previamente, el Kailash Hostel de Katmandú y otras muchas acciones ya daban fe de la apuesta por tratar de ayudar a mejorar la región.

La comunicación de la nueva apuesta en común quiere aprovecharse también para hacer un llamamiento tanto a pequeños benefactores como, sobre todo, a las grandes empresas de nuestro país. Las necesidades económicas derivadas de todos estos proyectos son ingentes y en muchos casos sostenidas en el tiempo, ya que no responden a objetivos puntuales sino a realidades a las que hay que tratar de dar la vuelta.