MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
El tenista suizo Roger Federer se ha impuesto por séptima vez en su carrera en el torneo de Wimbledon, tercer 'Grand Slam' de la temporada, tras ganar en la final al británico Andy Murray (4-6, 7-5, 6-3, 6-4), por lo que iguala al estadounidense Pete Sampras y se coloca de nuevo al frente del ranking mundial de la ATP.
El escenario era el idílico para que Federer igualara los siete títulos de Sampras, pero Murray no estaba dispuesto a ponérselo nada fácil al suizo y dio mucha guerra. El escocés quería dar una buena imagen del imperio británico tras 74 años sin disputar una final de Wimbledon y no defraudó.
Federer comenzó el encuentro con dudas. El helvético no acababa de encontrar su mejor tenis y Murray lo aprovechó para dominar el juego y presionar el servicio del suizo. En la primera oportunidad que tuvo, el escocés conseguía una rotura que le hacía ponerse con ventaja, pero Murray no era capaz de mantener la renta y cedía un 'break' en el cuarto juego.
Murray disputaba su primera final en 'casa' y, aunque comenzó con un tenis sólido, parecía nervioso. De todas formas, la experiencia le ayudó a superar el mal trago y el mal inicio de Federer le valió para hacerse con la primera manga. El escocés parecía que iba perdiendo fuerzas conforme avanzaba el set, pero dio la sorpresa en el noveno juego del parcial y consiguió un 'break' con el que cerraría el set con un 6-4.
El suizo se dio cuenta de que Murray no iba a ser un espectador más en su victoria y cambió su estrategia en el segundo set. El todavía número tres del mundo se mostró mucho más agresivo, intentó mover al escocés en todo momento e intentó subir a la red en más ocasiones. Poco a poco, Federer fue haciéndose notar en el partido, aunque continuaba cometiendo los mismos fallos del primer parcial.
Murray seguía con la misma tónica de los primeros juegos, presionaba el servicio de Federer y llegó a disponer de dos bolas de 'break' en el quinto juego. El suizo, en esta ocasión, no se dejó sobrepasar por el escocés y se colocó con 3-2 a favor. A partir de entonces, el helvético se centró en ganar su saque y esperar el momento indicado al resto, que acabó llegando en el duodécimo juego, cuando consiguió cerrar el parcial con un 7-5.
Eran los peores momentos del escocés y parece que la lluvia británica quiso echarle un capote. El agua quiso ser protagonista de la final y la organización tuvo que detener la final durante una hora para que el techo retráctil tapase la pista central del All England Tennis Club.
FEDERER MARCÓ LA DIFERENCIA CON LA PISTA CUBIERTA.
Tras la parada, Federer continuaba enchufado mientras que Murray había perdido el ritmo inicial. Al escocés le costaba mucho seguir el ritmo que estaba marcando el helvético, que había puesto la directa hacia su séptimo título en Wimbledon. El suizo estaba dando el espectáculo al que tiene habituado al público inglés mientras que Murray no era capaz de seguirle los pasos y cedía un 'break' en el sexto juego del set, después de luchar por ganarlo durante 18 minutos y haber salvado cinco bolas de 'break'. Federer se colocaba con 4-2 a favor y abría el hueco que le hacía falta para sentenciar el tercer parcial por 6-3.
El suizo se estaba aproximando poco a poco a su séptimo entorchado sobre la hierba inglesa. Federer iba a más conforme pasaban los juegos mientras que Murray no se encontraba nada cómodo. El escocés estaba viendo que se le escapaba la final y, aunque se negaba a dejarla ir, Federer se la arrebataba de las manos.
El helvético presionaba mucho el servicio de Murray, al que le costaba mucho hacerse con sus saques. Federer dominaba los peloteos y subía constantemente a la red, algo que incomodaba al escocés. Así fue como Federer consiguió el 'break' definitivo, en el quinto juego del cuarto set, obteniendo una ventaja que le fue suficiente para cerrar el partido con un 6-4.
De esta forma, Federer vuelve al olimpo del tenis mundial, ocupando a partir del lunes el número uno del ranking ATP. Además, el suizo conquista su decimoséptimo 'grande' y el título número 75 de su palmarés.