El defensa Alberto de la Bella, presentado este martes como jugador de la UD Las Palmas, ha manifestado que LaLiga 1/2/3 “no es un paso atrás”, sino una “experiencia más” en su carrera y que espera “ser partícipe” del ascenso a Primera, el “objetivo claro” del equipo.
El lateral izquierdo catalán ha admitido que había llegado “el momento” de dejar la Real Sociedad porque entendía que “iba a tener poca participación” esta temporada, pese a que estaba a gusto en el club guipuzcoano y se ha sentido “valorado” durante estos últimos años, pero que no le gusta “estar por estar” en los equipos.
De la Bella, quien en diciembre cumplirá 33 años, firma por dos temporadas con opción a una más, en lo que considera “un reto bonito” en el que tratará de aportar su “experiencia”, no solo en el campo, porque todavía lleva “mucho fútbol dentro”, sino también “en el vestuario”, con otros futbolistas amarillos que superan la treintena.
El zaguero catalán ha asegurado que el retraso en la confirmación de su fichaje, tras ser adelantado por la Unión Deportiva desde la semana pasada, se debió solo a la demora en la rescisión del año de contrato que mantenía con el club de Anoeta.
“La Real tenía partido el viernes en Leganés y por eso se alargó todo un poco, ya que durante el fin de semana no pudieron gestionar la rescisión, pero el lunes se solucionó todo. Le he dado vueltas a la decisión, sobre todo a nivel familiar, porque a nivel deportivo es una experiencia más que afronto con muchas ganas”, ha explicado.
También ayudaron en su decisión final la opinión de su compañero Willian José, quien estuvo un año en la UD Las Palmas, así como Juan Cala, con quien coincidió hace muchos años en los filiales del Sevilla.
En cuanto a Manolo Jiménez, su nuevo entrenador, ha dicho que no llegó a coincidir con él en el conjunto hispalense porque él estaba en el filial cuando el técnico subió al primer equipo, por lo que solo se encontraron en algunos entrenamientos.
“En Grecia estuvimos en equipos diferentes -Jiménez en el AEK Atenas y De la Bella en el Olympiacos-, aunque vivíamos por la misma zona. Voy a tenerlo como entrenador por primera vez, pero tengo buenas referencias. Hablé con él y me dio confianza”, ha indicado.
El jugador zurdo se define como un lateral cuyo objetivo es “cerrar esa banda, mantener la parcela defensiva” y, aunque reconoce que el lateral “moderno” es más de “tirar para adelante”, a él solo le gusta incorporarse al ataque “cuando se puede”.
En cuanto a los dieciséis fichajes de Las Palmas para este nuevo proyecto, De la Bella admite que su adaptación será más fácil “si todos los jugadores vamos en la misma dirección y con el objetivo claro en la cabeza”, por lo que dependerá “de la intención de cada uno” en una categoría “muy competida” como es la Segunda División.
Por último, De la Bella ha agradecido el gesto de la Real de concederle la insignia de oro y brillantes por su trayectoria en el club, tras casi una década defendiendo sus colores.
“Me han hecho sentir mucho cariño, y más no siendo de allí, porque no soy vasco. Salir con ese reconocimiento te hace ver que has sido una persona profesional y lo has dado todo”, ha expresado.