El entrenador del CD Tenerife, Asier Garitano, afrontará el próximo domingo ante el Real Valladolid su último partido como técnico del equipo blanquiazul tras anunciar la semana pasada su marcha, y este viernes ha asegurado que su sucesor “va a ser bueno” y el club elegirá “lo mejor” para el banquillo, por lo que “el problema no será de entrenador”.
El preparador vasco no ha querido entrar a valorar en rueda de prensa la posible contratación del granadino Óscar Cano, el técnico que propone de forma unilateral el propietario del club, el empresario madrileño José Miguel Garrido, aunque no cuenta con el beneplácito del resto de los principales accionistas de la entidad isleña, lo que ha abierto un debate no solo a nivel institucional, sino también entre los aficionados.
Garitano ha resaltado que la calidad de los entrenadores españoles “es muy buena” y considera que los “quince o veinte nombres que han salido en los últimos cuatro o cinco meses” están capacitados para dirigir al Tenerife, y entre ellos está el citado Óscar Cano.
En su análisis de la temporada próxima a finalizar, el técnico guipuzcoano ha vuelto a argumentar que el elevado número de lesiones en el equipo, y los más de 1.200 días de baja que han estado esos futbolistas lesionados, ha sido la principal razón que les ha impedido aspirar al ascenso, el objetivo inicial del equipo, del que han quedado muy lejos.
También ha indicado que no se marcha dolido con la afición, a pesar de los pitos que le han dedicado en los últimos partidos de casa, porque siempre le han respetado.
“No tiene nada que ver que te puedan criticar a que te tengan que respetar. Me voy contento por cómo me ha tratado la afición del Tenerife, el trato ha sido igual antes y después de anunciar mi marcha”, ha asegurado.
Sin embargo, Garitano no esconde que era “muy difícil empezar una nueva temporada con ese runrún” que hay en el estadio Heliodoro Rodríguez López.
Con respecto al partido ante el Valladolid, intrascendente para el Tenerife y con el único aliciente para el conjunto pucelano de poner la guinda a su ya celebrado ascenso con el título de campeón de Segunda División, el técnico vasco espera que sus jugadores hagan “un buen partido ante un sensacional equipo” para darle una alegría a la afición “y acabar la temporada de la mejor manera”.