El precio de arriesgar
La UD Las Palmas quería volver a mostrar el buen juego desplegado ante el Valencia que provocó una reacción unánime en el mundo del fútbol sobre el vistoso partido que realizaron los amarillos en Mestalla.
Pero esta vez la UD tenía enfrente a un Deportivo de La Coruña que supo cómo plantear y leer el encuentro en todo momento.
Dos a cero con tantos de Cani y Lucas Pérez y gracias, porque los de Víctor Sánchez pudieron irse del Estadio de Gran Canaria con más goles de ventaja.
Aunque los amarillos no plantearon un mal encuentro, chocaron una y otra vez ante el orden defensivo de los gallegos, cuyas contras rompían una y otra vez a la impotente defensa amarilla ante un Lucas Pérez imparable, quien dió una asistencia y un gol en la victoria de su equipo.
Por primera vez Setién repitió alineación. Los mismos once jugadores que tan buen juego dieron en Mestalla volvían a juntarse para hacer frente al Depor en casa, ante 19.146 espectadores.
Los gallegos comenzaban con la posesión de la bola y dejaban claras sus intenciones desde los primeros compases: pelota en largo buscando a uno de los jugadores más en formas de la liga, Lucas Pérez.
Las Palmas propuso la misma idea “innegociable” de Setién: toque, toque y más toque. La pelota fue volviéndose de color amarillo a medida que pasaban los minutos, pero no iba acompañada de peligro en el área contraria.
¿La razón?
Orden y firmeza atrás. Rocoso en defensa, los coruñeses demostraban por qué esta temporada están octavos en la clasificación, siendo uno de los equipos que menos goles encajan.
El equipo de Víctor Sánchez se lanzaba al ataque por las bandas, con rapidez y con los laterales incorporándose a la ofensiva deportivista, buscando la contra.
La debilidad del juego de la UD llega precisamente por su propuesta de juego. El técnico busca constantemente la transición defensa-ataque, pero el peligro viene cuando se comete un error con las líneas adelantadas y los jugadores deben volver a rehacerse atrás.
Así llegaría el primero del encuentro. Un robo de balón y una rápida salida a la contra del Depor.
Lucas Pérez demostraba su gran momento de forma con una carrera que superaba en velocidad y con relativa facilidad a la defensa amarilla y desde el borde lateral del área servía en badeja a Cani el primer gol visitante ante la mirada de Aythami y Pedro Bigas. en el minuto 18 de partido.
Poco, muy poco ofrecó una floja UD para darle la vuelta al partido. Los gallegos se mostraban seguros sin balón, cómodos, buscando con la contra a Lucas Pérez, que no paraba de correr, incansable.
Durante la primera mitad Jonathan Viera era el único que proponía soluciones ante la previsibilidad del equipo cuando se acercaba al área contraria.
Pero la defensa gallega se mantenía inexpugnable y los locales sólo podía intentarlo desde fuera del área, con poco peligro.
A pesar de los intentos locales por cambiar las tornas del encuentro, el Depor con poco generaba mucho más peligro gracias a sus contras.
El planteamiento de Víctor Sánchez, con dos líneas de cuatro muy juntas y firmes atrás, deshacían cualquier intento de los locales por fraguar alguna manera de llegar a los dominios de Lux.
La sensación era que lo mejor para la UD era ir perdiendo por uno, ya que el Depor seguía gozando de ocasiones a la contra para rematar al partido.
El orden del Depor atrás contrastaba con la anarquía de los de Setién alante. Javi Varas se coronó como el mejor de los locales al evitar varias ocasiones de los coruñeses.
Pero ya no pudo salvar la última, en otra contra más cuando corrían los minutos de descuento. Lucas Pérez coronaba su buena actuación en el encuentro sumando su gol noveno gol esta temporada.
Cero a dos. Una derrota que castiga el sistema y la propuesta de Setién al ser anulada en todo momento por la lectura de Víctor Sánchez, castigando cada error de un modo de jugar en el que se corren muchas riesgos si no salen las cosas bien.
Tras el empate del Málaga y el Granada y la derrota del Levante ante el Betis, la UD continúa en puestos de descenso. Con 10 puntos, el balance no pinta nada bien para los de Setién: suma su séptima derrota y sólo ha cosechado dos triunfos.
Aún sigue siendo pronto, pero tras 13 jornadas disputadas, se augura una lucha sufrida por la permanencia con un horizonte cercano que pone a tres rivales directos de su liga antes del parón navideño: Sporting, Betis y Granada, y la salvación se pone a un punto.