La presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, ha pedido este martes que la persona que esté “al frente” del CD Tenerife “sienta y quiera los colores”.
En declaraciones a Cope Tenerife recogidas por EFE, Dávila (CC) ha señalado también que le gustaría que las decisiones que tome el consejo de administración se hagan “de forma colegiada”.
Todo ello a raíz de la elección del granadino Óscar Cano como sustituto de Asier Garitano para el banquillo insular, tomada por el propietario del club, José Miguel Garrido, la cual ha provocado una seria controversia no solo en parte de la afición blanquiazul, sino entre otros accionistas de referencia de la entidad.
Estos eran partidarios de recurrir a un entrenador con más experiencia en el fútbol profesional, como proponía también el director deportivo, Mauro Pérez, con nombres que fueron descartados.
Rosa Dávila se ha pronunciado al respecto este martes y ha asegurado, partiendo del “máximo respeto a la situación actual accionarial”, que “lo que ocurre en el club termina repercutiendo en la isla. Y siendo el Cabildo propietario del estadio nos ocupa y preocupa”.
Ha abundado en que no sigue “al dedillo” la actualidad del CD Tenerife pero le consta “el malestar que hay en la afición por una decisión que se ha tomado prácticamente de forma unilateral y eso ha provocado el enfado de mucha gente”.
“Respetando las decisiones que tome el club, hay que tener cuidado con estas cosas porque se había logrado la reactivación de ese sentimiento tinerfeñista y tinerfeño, y ahora se palpa un divorcio entre directiva y aficionados”, ha analizado Rosa Dávila.
Y ha añadido: “lo que le ocurra al CD Tenerife afecta a la sociedad tinerfeña. No solo a la sociedad anónima y al accionista ni a quien tiene la mayoría accionarial. También impacta sobre el tinerfeñismo y la sociedad de la isla”.