El partido se presentaba como trascendental, al jugar contra un rival directo. Los amarillos estuvieron serios en la primea mitad, pero de nuevo un arranque de tercer cuarto nefasto dejó en bandeja el choque a los locales, que supieron aguantar las acometidas de los amarillos gracias al buena hacer del ex amarillos Augustine y Barlow, 17 puntos cada uno. Bramos fue quien único mantuvo el tipo en los grancanarios con 13 puntos, aunque muy errático en el tiro.
El Granca fue a por todas desde el comienzo, combinando su acierto con los fallos de Udoka, para dominar el marcador, 0-6, pero Augustine con cuatro puntos seguidos hacía desaparecer la ventaja. El ex amarillo se encontraba muy acertado y pronto se convirtió en le máximo anotador para dar la vuelta al electrónico.
El partido entro en una fase de intercambio de canastas, donde por parte del bando grancanario resurgió Savané, tras la mala actuación del domingo, para con 7 puntos cerrar en tablas el primer periodo, 18-18, liderando el ataque de los suyos, atascado tras el inicio.
Con el parón entro en juego otro de los desaparecidos en la última cita, Michael Bramos, que dos acciones seguidas disparo al Gran Canaria con un parcial de 0-7, que Jasen se encargó de contrarrestar rápidamente para poner el 27-25. La importancia del choque se hacia presente en el parquet, donde ninguno de las escuadras era capaz de administrar la ventaja en el electrónico.
Las pequeñas diferencia se sucedían una y otra vez, volviendo a tener presencia ofensiva Nelson y Rey, desaparecidos desde el minuto uno, para con diez puntos mantener por delante a los amarillos ante las acometidas del Murcia. Jerrells desde el tiro exterior acortaba distancias, pero Bellas devolvió la moneda en la última jugada de la primera mitad con la que estirar ligeramente la renta, 36-40.
El descanso sentó mucho mejor a los locales, que salieron como una exhalación para poner el 46-40, tras un diferencia de 10-0. La mejoría en la defensa murciana no dejaba facilidades a los amarillos, hasta que Bellas rompió la racha. El Granca no se encontraba sobre la pista, cometiendo demasiados fallos, que aprovechó Augustine para ampliar más la renta, 51-44, la máxima para los locales.
Tras unos minutos de fallos, reapareció Bramos desde la línea de 6,75, con dos lanzamientos, sumado a otro de Nelson, que rebajaron el ánimo de la hinchada estrechando el marcador, 54-53. Rey seguía clavado en sus ocho puntos, al igual que Savané, mientras que Palacios ni siquiera se había estrenado en el marcador, liderando Bramos a la escuadra grancanaria.
De nuevo en el periodo decisivo se produjo un intercambio de canastas, esta vez con dominio local, que mantuvieron el control del marcador tras la vuelta de vestuarios, hasta que Barlow con dos triples puso la máxima diferencia del choque, 65-57, obligando a Pedro Martínez a detener el crono. Pero las indicaciones del técnico catalán no surtieron efecto, aprovechado de nuevo por Barlow para seguir machacando desde el exterior, estirando hasta los 13 de diferencia, 70-57.
Cuatro tiros libres consecutivos fallados por Rey acabaron por dinamitar las esperanzas de remontada, con menos de dos minutos para finalizar el choque, de un Gran Canaria se mete en una situación muy complicada con la tercera derrota consecutiva, perdiendo además el average particular con el conjunto murciano.