El presidente y el vicepresidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales y Ángel Víctor Torres, respectivamente, esperan solventar la problemática que afecta a la Escuela de Vela de Puerto Rico que encarecería notablemente los precios de los cursos de iniciación náutica.
Según ha dicho a Efe el presidente de la Federación de Gran Canaria de Vela, Alejandro Barrera, su directiva ya se ha reunido con Morales y, próximamente, lo hará con el también consejero de Deportes, Ángel Víctor Torres.
“Antonio Morales quiere saber cómo se encuentra exactamente este asunto para ver de qué forma puede ayudarnos. Puerto Rico SA se ha empeñado desde que yo entré de presidente de la Federación en cerrar el bar-restaurante de la Escuela de Vela que, para nosotros, es básico porque nos aporta casi 80.000 euros anuales”, ha señalado.
Gracias a ese dinero, la referida Escuela de Puerto Rico, cuna de los grandes regatistas grancanarios, puede abaratar los cursos de iniciación y llevar este deporte a todas las capas sociales.
Barrera ha recordado que tienen colegios de todos los municipios: Firgas, Santa Brígida, Valsequillo, Valleseco, Agüimes, Ingenio, Las Palmas de Gran Canaria, Telde o Mogán, entre otros, por lo que, en su opinión, esta escuela “es vital en nuestra isla, ya que todos los olímpicos han pasado por ella”.
“Entendemos que sufrimos una persecución porque en la zona colindante hay otros locales que, al parecer, no tienen permiso de apertura para realizar sus actividades. Creo que estamos pagando unos daños colaterales del inquilino de nuestro bar-restaurante con Puerto Rico SA, que nos ha pillado a nosotros por medio”, ha dicho.
Según Alejandro Barrera, el establecimiento sigue actualmente abierto, aunque su cierre será “inminente”, después de que se adoptase esa medida en el último pleno del Ayuntamiento de Mogán.
“Parece que las competencias en este asunto las tiene Puertos Canarios y, en cualquier caso, el presidente del Cabildo nos dijo que se buscaría una solución para que los cursillos no se encarezcan. Nosotros cobramos 116 euros semanales -con hospedaje de lunes a viernes y tres comidas diarias, más las clases- y sin la ayuda del bar-restaurante se elevaría el costo a 210”, ha comentado.
Asimismo, ha agregado que han tenido que hacer concentraciones de solo tres días por 60 euros, porque “hay familias que no pueden costear los 116 de un cursillo, y hasta de un día por solo 10 euros”.
En su opinión, este es “un tema sobre todo social, que confiamos en que se resuelva”.