Tara Pacheco: “No iremos al Europeo con la obligación de ganar”
La regatista grancanaria Tara Pacheco (Club de Regatas Suroeste de Mogán), flamante ganadora junto al gallego Fernando Echávarri del Campeonato del Mundo de la clase Nacra 17, ha afirmado a Efe entre risas que aunque ambos acudirán a realizar un buen papel en el próximo Europeo en Kiel (Alemania) no irán con la sensación de tener la obligación de ganarlo.
“Fernando y yo vamos a seguir preparándonos y pensando en el día a día, y en mi caso además estoy intentando recuperarme con intensas sesiones de fisioterapia de una epicondinitis en el tendón de mi codo izquierdo, lesión que arrastro desde abril y que me está dando mucha lata”, ha señalado.
“Llevamos navegando juntos desde octubre de 2015, lo cual es relativamente poco tiempo, e hicimos una muy buena preparación para la pasada Olimpiada de Río de Janeiro, pero los resultados no fueron buenos. Ahora, según pasa el tiempo, estamos navegamos mejor y se está reflejando en las buenas posiciones que estamos logrando”, indica.
La navegante isleña reconoce que ambos forman un buen equipo, que además está muy compenetrado, y aunque cree que llegará un tiempo de 'vacas flacas' en el largo camino que tienen por delante, afirma que ahora están muy contentos y con la idea de seguir logrando buenos resultados.
“En el barco cada uno tenemos muy claro las tareas que debemos realizar dentro y fuera del agua. Yo necesito invertir muchas horas en mi preparación física y en mi descanso, y Fernando le dedica bastante tiempo a analizar el comportamiento de la embarcación y de las velas, y ya luego en el agua cada uno tiene un rol que respetamos”, ha explicado Tara.
“Este barco (tipo catamarán) es muy complejo, y cuando se mete un viento fuerte y condiciones inestables es un espectáculo, como el día que navegamos en el interior de la bahía de Santander, porque hay muchos regatistas de nivel y casi todos volcamos ese día. En muchas ocasiones este barco te supera y tienes que lidiar con él”, reconoce.
También ha asegurado que conseguir este título mundial en Santander es algo especial para ella, ya que lleva diez años entrenando allí y la considera su segunda casa, aunque también asegura que a veces llega con una idea preconcebida de lo que puede ocurrir en el campo de regatas, y no lo analiza tan bien como ocurre en otros lugares, donde siempre está alerta.
“Ahora deberemos cambiar al barco volador que irá unos 60 centímetros por encima del agua y que es más rápido que el actual, que va saltando”, ha analizado.
“El nuevo barco lleva unas alitas en el timón y unas orzas que hacen que se sustente y vaya por encima del agua, a unos 24 nudos (unos 44 kilómetros/hora) de velocidad, que es una velocidad muy alta”, ha añadido.
“En el Campeonato de Europa de Alemania ya participaremos con ese nuevo barco, pese a que solo tendremos 20 días para habituarnos al mismo. Habrá nuevas normas de seguridad y tendremos una lancha medicalizada en el agua, con asistencia vital por posibles cortes o traumatismos craneales, porque estamos a 50 minutos de tierra y es muy importante tener al lado un médico que pueda salvar una vida”, dice.
La regatista disfrutará desde este martes de una semana de descanso en Gran Canaria antes de desplazarse el día 26 a Holanda para coger el nuevo barco y empezar junto a Echávarri a familiarizarse con el mismo, en lo que supondrá una carrera contrarreloj para ver qué tripulación llegará mejor preparada al Europeo.