La húngara Viviana Marton, que se proclamó campeona olímpica en taekwondo en la categoría de -67 kilos, sorprendió al término de su combate con la croata Aleksandar Perisic en la final y sobre el tapiz, sacó la bandera de Canarias, donde ha pasado su infancia.
Marton, que actualmente se entrena en la localidad madrileña de San Sebastián de los Reyes, nació en Tenerife, donde permaneció hasta los 12 años. La campeona, fiel a sus orígenes, cogió la bandera canaria nada más ser proclamada vencedora de la final.
Sobre el tatami del Grand Palais ondeó la bandera. La deportista se marchó después a Hungría, la tierra de sus padres. Y desde allí se ha forjado como deportista de elite.
Marton tuvo que cambiar de residencia con sus padres y dejar la isla junto a su hermana gemela Luana. Amante del deporte probó varias especialidades hasta asentarse en el taekwondo, donde ha destacado.
El despegue deportivo propició que la familia se trasladara a Madrid donde ha perfeccionado su técnica y donde creció sobre el tapiz. Al final, fue olímpica, por Hungría, pero no se olvidó de sus orígenes al ganar el título olímpico en Paris 2024.