Acompañado por miles de seguidores y jaleado por un icono deportivo, Diego Armando Maradona, un piloto italiano, Valentino Rossi, se convirtió este domingo en el motociclista con más victorias (68) en la categoría reina durante el gran premio de Misano, un triunfo que le impulsa hacia su octavo título mundial.
Varias cifras animaban a Rossi a ganar en Misano, a 15 kilómetros de su pueblo, con las gradas llenas de sus seguidores más cercanos. Igualar a Giacomo Agostini como el piloto con más victorias en 500cc o MotGP o firmar la victoria 700 de Italia en la historia del Mundial. Pero sobre todo, acelerar en la pelea por el título con Casey Stoner, a quien ya aventaja en 75 puntos a falta de cinco carreras.
“He ganado porque nunca peleo por el segundo puesto. Siempre lo he hecho así y no cambiaré”. La frase de Rossi resume su filosofía y el panorama del Mundial. Tampoco Casey Stoner, tan rápido como agresivo, corre para ser segundo. El riesgo convierte su Ducati en una ruleta rusa.
El australiano ha firmado siete 'poles' consecutivas, pero ha sepultado sus opciones en las dos últimas carreras. En Brno lideraba la carrera y se cayó. Vía libre para la victoria de Rossi. En Misano, el guión se repitió punto por punto. En dos carreras, el italiano ha sumado 50 puntos. Stoner, ninguno.
El espectáculo que siempre acompaña a Rossi impresionó incluso a Maradona. “Tú eres la historia”, le dijo el argentino. “No, perdona, en todo caso, la historia eres tú”, le contestó Rossi. “Antes de la carrera, me cogió de las manos y me las besó. ¡Y yo pensé que debería ser al revés, que debería ser yo quien le bese los pies a Maradona!”, desveló Rossi.
Unos metros por detrás, los pilotos españoles vivieron una intensa jornada de competición. Para Jorge Lorenzo fue un día feliz. Regresó al podio, fue segundo y recuperó sus mejores sensaciones sobre la moto. Misano puede ser un nuevo punto de inflexión para el piloto de Mallorca, empeñado en superar el calvario en el que se había convertido el Mundial, entre lesiones, caídas y problemas mecánicos.
Para Toni Elías, tercero, el GP de San Marino abre una nueva etapa. Su segundo podio consecutivo es una manera muy oportuna de comenzar a negociar su futuro, después de las dudas sobre su continuidad en el equipo satélite de Ducati.
Pedrosa deja Michelin por Bridgestone
Dani Pedrosa peleó en otro frente. Inmediatamente después de la carrera (fue cuarto) anunció que dejará de correr con neumáticos Michelin para hacerlo con Bridgestone. La decisión sorprende por su rapidez y porque existen dudas sobre quién es el último responsable, si el piloto, Honda o Repsol.
En 250 cc, un nuevo pulso dialéctico entre Marco Simoncelli y Héctor Barberá, aderezado por una reclamación de Mattia Pasini contra el piloto español, no eclipsó la inteligente victoria de Álvaro Bautista, el más frío en medio de una carrera muy caliente.
Para el piloto de Talavera fue una jornada redonda. Acompañado de sus padres, ganó la carrera, se acerca al liderato (está a 27 puntos del líder, Simoncelli) y confirmó su renovación. Seguirá una temporada más con el equipo Aspar en el cuarto de litro.
Talmacsi, el gran beneficiado en 125 cc
El gran beneficiado en 125 cc fue otro piloto de Aspar, el húngaro Gabor Talmacsi. Ganó la carrera de Misano con enorme comodidad mientras el líder del Mundial, Mike di Meglio, se salía en una curva y se quedaba sin puntuar por vez primera en toda la temporada.
Simone Corsi le birló el podio a Joan Olivé en el último suspiro, acción que refuerza la sensación de que los pilotos españoles están rindiendo por debajo de lo esperado en la categoría del octavo de litro, con permiso de la explosiva aparición de Marc Márquez, cuarto en Misano.