La UD Las Palmas y el málaga se enfrentan este sábado en La Rosaleda en un duelo entre dos históricos que pasan por momentos delicados, por los problemas derivados del límite salarial que impone LaLiga, aunque ambos mantienen la ambición de hacer una buena temporada.
La Unión Deportiva Las Palmas afronta el partido de Málaga con muchísimas bajas, especialmente en ataque, donde solo contará con el veterano Rubén Castro como único delantero.
El club isleño ha perdido por lesión a Benito Ramírez, Fabio González y al croata Boris Rapaic con respecto al equipo que debutó con derrota en LaLiga SmartBank ante el Huesca (0-1), ausencias que se unen a las ya conocidas de Cristian Cedrés, Maikel Mesa y Sergio Araujo.
Rubén Castro, además, se encuentra muy mermado en el aspecto físico al haberse perdido el ochenta por ciento de los entrenamientos de la pretemporada debido a una lesión.
En el lado positivo, la Unión Deportiva ha podido inscribir esta semana al centrocampista ofensivo Kirian Rodríguez, después de consumarse la venta del argentino Mateo García al Estrella Roja de Belgrado.
En las horas previas al partido de mañana, el club espera hacer lo mismo con el costamarfileño Jean Armel Drolé, su único fichaje del verano, motivo por el que han viajado diecinueve futbolistas hasta la Costa del Sol.
El técnico madrileño recupera a Álvaro Lemos, quien no pudo participar en la primera jornada al arrastrar de la temporada anterior una sanción por acumulación de tarjetas amarillas, y precisamente el polivalente jugador gallego opta a sustituir al lesionado Benito en el extremo derecho.
En el flanco opuesto podría continuar el juvenil Pedri como titular, o actuar en su lugar Dani Castellano, como hizo en el tramo final del primer partido liguero.
Por su parte, el Málaga, con tres puntos sumados tras ganar en la recta final en Santander (0-1) en un partido que el Racing ha denunciado por presunta alineación indebida del equipo de Víctor Sánchez del Amo, afronta este segundo choque con catorce profesionales inscritos, cinco más que en la primera jornada, aunque dos están lesionados: los defensas Luis Hernández y David Lombán.
Aún así, los malaguistas quieren olvidarse de estas circunstancias extradeportivas, ahuyentar las dudas y estrenarse en su estadio con una victoria, aunque saben que no será fácil por el potencial que también atesora el conjunto entrenado por Pepe Mel.
El club blanquiazul ha tenido que inscribir por imperativos de la Liga a futbolistas con los que no cuenta y que tienen posibilidades de salir cedidos o traspasados como los centrocampistas Keko Gontán, el argentino Esteban Rolón y los venezolanos Juanpi Añor y Mikel Villanueva.
Con estos condicionantes, el Málaga afronta este segundo encuentro al que ambos equipos llegan en situaciones parecidas y, precisamente por este motivo, con objetivos a priori muy diferentes a los de la pasada temporada, en la que se veía como un imperativo ascender a LaLiga Santander.
La incógnita será ver cuál es la respuesta del público, aunque casi seguro que acudirá en un buen número a La Rosaleda a pesar de los vaivenes en la gestión del propietario, el jeque Al Thani, quien autoriza, de manera pausada, distintas operaciones para cuadrar la economía del club y poder dar de alta a nuevos fichajes como el delantero japonés Shinji Okazaki o el centrocampista José Rodríguez.