Espacio de opinión de Canarias Ahora
Ahora no necesitamos papas de fuera
Ahora, más que nunca, el Gobierno de Canarias y el Gobierno de España deben ser absolutamente rigurosos en el control de la introducción de productos del sector primario en nuestra isla e implacables en la aplicación de las sanciones a las empresas u organizaciones que transgredan la legislación vigente importando productos que compiten directamente con nuestra producción y que ponen en riesgo fitosanitario a nuestro sector primario.
Aplaudo sin ambages, por tanto, las medidas adoptadas para paralizar la introducción de 432.000 kilos de papas en Canarias, a través del puerto de Santa Cruz de Tenerife, y exijo la mayor contundencia en la aplicación de los procedimientos administrativas y penales ante este tipo de hechos.
Es inadmisible que puedan entrar en nuestras islas productos que no cumplen con la normativa exigida a nuestras producciones por problemas fitosanitarios porque ponen en peligro la salud de los consumidores y la salud de nuestras tierras de cultivos y futuras producciones.
Justo en estos momentos, cuando nos encontramos desarrollando unidos (el mundo agrario, empresas comercializadoras y el Cabildo de Gran Canaria) una importante campaña de concienciación para potenciar el consumo de productos del Sector Primario (agrícolas, avícolas, ganaderos y pesqueros).
Justo cuando estamos embarcados en un arduo trabajo para buscar nuevos destinos comerciales a las producciones locales, que por motivo del Covid-19 –por el cierre de hoteles, establecimientos de restauración, colegios, etc,- han perdido sus puntos de distribución y ventas habituales, sufriendo un excedente del 20% - 25%.
Justo cuando hemos creado nuevas fórmulas de comercialización (Mercado Virtual, ayudas para familias vulnerables…), que están consiguiendo hacer llegar nuestros productos a los domicilios de los consumidores.
Justo cuando es más necesario que nunca que apoyemos y potenciemos un sector imprescindible para nuestra supervivencia, nuestra salud, nuestro empleo, nuestro paisaje y territorio, nuestro medio ambiente, nuestras tradiciones e identidad… no podemos aceptar el argumento de la empresa responsable y ASAGA de que esta importación se produce porque existe un vacío en la producción local.
Gran Canaria, tiene una producción por año que fluctúa entre 18 y 20 millones de kilos de papas y su cultivo ocupa unas 1.200 hectáreas, aproximadamente. Por lo benigno de nuestro clima, contamos con cuatro producciones en diferentes estaciones del año.
Este no es el momento, por tanto, para la importación de este producto. Ahora tenemos suficiente producción y abastecimiento de papa local. Estamos ya, además, en el proceso de recogida de la primera cosecha, “la temprana”, que comienza en los meses de abril y mayo.
La papa de importación en estos momentos supone un hundimiento de los precios del producto local, agudiza la problemática de colocar en el mercado cultivos que ya están para dar sus frutos e induce al abandono de los agricultores y agricultoras a seguir con esta labranza específica que, por otra parte, en la isla es de las pocas del sector primario que están dentro de los parámetros aconsejados por la FAO: sobre el 40% - 50% en producción de autoconsumo.
Me reitero en mi planteamiento inicial. Ahora, más que nunca tenemos que ser contundentes en denunciar estas prácticas, en aplicar con el máximo rigor las sanciones que correspondan y en exigir las responsabilidades que conciernan.
Ahora, más que nunca, el Gobierno de Canarias y el Gobierno de España deben ser absolutamente rigurosos en el control de la introducción de productos del sector primario en nuestra isla e implacables en la aplicación de las sanciones a las empresas u organizaciones que transgredan la legislación vigente importando productos que compiten directamente con nuestra producción y que ponen en riesgo fitosanitario a nuestro sector primario.
Aplaudo sin ambages, por tanto, las medidas adoptadas para paralizar la introducción de 432.000 kilos de papas en Canarias, a través del puerto de Santa Cruz de Tenerife, y exijo la mayor contundencia en la aplicación de los procedimientos administrativas y penales ante este tipo de hechos.