La antititulitis del señor Rivero por Sandra Rodríguez

El Sr. Rivero tiene en algo de ello bastante razón: que el esfuerzo por el estudio y el consiguiente sacrificio de los estudiantes y de sus familias no es mérito principal para quienes nos vienen gobernando, es algo que tiene sobrada demostración, les importa más la servidumbre y el famoseo.

Pero ésto clamorosamente sentenciado por nuestro Presidente Rivero es inoportunamente muy grave. Nos acaban de recordar desde fuera, porque saberlo ya lo sabíamos, que somos la comunidad autónoma puntera en fracaso escolar y abandono prematuro de los estudios de nuestros jóvenes. Quienes desde la docencia (a cualquier nivel: a estas alturas las precisiones son innecesarias) podrían ayudar a invertir ese proceso, son sistemáticamente despreciados y maltratados y se les presenta, ahora por la Consejera de mala-Educación como irresponsables egoístas ávidos de mejoras profesionales, de modo que lo único que vale es callarles la boca.

No les importan las cifras inapelables. Y acaban de mostrarnos el modelo: la universidad de la vida. Para qué desperdiciar el tiempo, los hijos, en hacer carrera; para qué comprometer su hacienda y los frutos de su trabajo, los padres, en darles carrera; para qué implicarse, los docentes, en mejorar la educación de nuestra gente. El Sr. Rivero lo ha dejado claro: para nada importante. Esperemos que su mensaje no cale rompiendo las ilusiones de quienes en la escuela y en la universidad del estudio, dedican sus esfuerzos a mejorar su educación y su formación; de los padres que quieren ofrecer a sus hijos un futuro mejor que su presente; de las instituciones educativas, que no se resignan a ser el furgón de cola de Europa.

A pesar de todo, confío en que tengamos mejores cabezas que la que ahora preside el Gobierno de esta tierra, aunque sólo sea por responsabilidad con las nuevas generaciones de canarios.

*Sandra Rodríguez es abogada y miembro de la Comisión Ejecutiva Regional del PSC-PSOE

Sandra Rodríguez*

El Sr. Rivero tiene en algo de ello bastante razón: que el esfuerzo por el estudio y el consiguiente sacrificio de los estudiantes y de sus familias no es mérito principal para quienes nos vienen gobernando, es algo que tiene sobrada demostración, les importa más la servidumbre y el famoseo.

Pero ésto clamorosamente sentenciado por nuestro Presidente Rivero es inoportunamente muy grave. Nos acaban de recordar desde fuera, porque saberlo ya lo sabíamos, que somos la comunidad autónoma puntera en fracaso escolar y abandono prematuro de los estudios de nuestros jóvenes. Quienes desde la docencia (a cualquier nivel: a estas alturas las precisiones son innecesarias) podrían ayudar a invertir ese proceso, son sistemáticamente despreciados y maltratados y se les presenta, ahora por la Consejera de mala-Educación como irresponsables egoístas ávidos de mejoras profesionales, de modo que lo único que vale es callarles la boca.