Espacio de opinión de Canarias Ahora
El Cabildo y el empuje cultural de Vegueta-Triana
Hace unos días, con motivo de la Semana de la Arquitectura del Cabildo de Gran Canaria, inauguramos una exposición donde se mostraban los principales elementos del complejo cultural con el que se culminará el proyecto de 1994 de Alejandro de la Sota de ampliación de la sede institucional del Gobierno de la isla. Incluye dos salas de exposiciones y reuniones, de más de mil metros cuadrados en total, sobre las que diseñó un auditorio singular llamado a convertirse en un icono y un centro cultural de primer orden de la ciudad y de la isla.
La forma de este auditorio dio lugar a que el arquitecto le llamara el ‘cerebro’ o “huevo” realzando la relación que el Cabildo tiene con el conjunto de la isla. Nos hemos comprometido a culminar las obras de ampliación en este mandato. Será cerebro y también corazón en el núcleo histórico de la capital insular, donde la presencia del Cabildo es fundamental.
Y lo es porque forma parte indispensable del presente y del futuro del centro fundacional de la capital de Gran Canaria, donde se levantó hace casi 550 años el Real de las Tres Palmas, en la orilla sur del barranco de Guiniguada junto al que crecieron los barrios de Vegueta y Triana. En ese entorno se han desarrollado la mayoría de los centros administrativos de la institución cabildicia, reforzando su papel de centralidad urbana e insular. Porque este casco histórico se consolida como punto de encuentro de toda la ciudadanía, de todos los municipios, de las empresas, de los colectivos sociales y un largo etcétera. Y tienen una característica común: acoge a toda la isla y representa todos sus valores.
Desde su creación en 1912, el Cabildo de Gran Canaria ha actuado en este entorno de la capital como ejecutor de la mayor concentración de equipamientos, especialmente los culturales pero también de otro tipo, con el objeto de lograr la conservación activa del casco histórico. Su presencia ha tenido y sigue teniendo un constante crecimiento y de esta manera incorporará al espacio en los próximos meses el Museo de Bellas Artes (Mubea) donde estuvo el Hospital San Martín, la ampliación de la Biblioteca Insular con la anexión del Palacio Quintana o la creación de la Casa Común en el antiguo Cuasquías. Tres intervenciones que aportarán nuevas dinámicas culturales y participativas a la isla, dentro de la estrategia del Cabildo para conservación y reactivación el casco histórico
Hay, además, una responsabilidad administrativa sobre estos dos barrios, al tener el Cabildo delegadas desde 1990 las tareas de conservación y administración de los Bienes de Interés Cultural de la isla. Se trata de una compleja labor que precisa del compromiso y la colaboración de otras entidades, para mantener un patrimonio histórico tan importante y variado, compaginándolo con la potenciación de equipamientos socioculturales en el extraordinario Conjunto Histórico-Artístico Nacional de Vegueta (BIC 1973) y Triana (BIC 1993), así como del Monumento Histórico-Artístico de la Catedral de Santa Ana (BIC 1974). Es conveniente destacar también la veintena de Bienes de Interés Cultural que hay entre el Cementerio Municipal y la antigua ‘portada’ o muralla (hasta el Castillo de San Francisco), donde se sitúa la sede del Cabildo, un edificio que es el mayor exponente del racionalismo arquitectónico de Miguel Martín-Fernández de La Torre y que ha de ser declarado BIC antes de su centenario en 2032.
Nadie pone en duda el alto valor patrimonial de este núcleo urbano y su trascendencia como primera ‘plaza mayor’ en España y las Américas donde se concentraban los órganos políticos y religiosos. Tiene detrás una historia de transformaciones desde un campamento que se hizo ciudad, que fue amurallada con sus pistas de tierra adoquinadas, después cubiertas de asfalto y más tarde devueltas al adoquín y la peatonalización. El diseño de nuestra capital, triangulando entre conventos, fue modelo para reproducirlo en otras ciudades americanas como muy bien estudió José Luis Jiménez Saavedra.
Ese cambio de uso de las vías no es la única metamorfosis vivida. Hubo un tiempo, en la primera mitad del siglo XX, en el que el barrio fundacional era retratado por el célebre escritor grancanario Pancho Guerra como la ciudad “levítica y conventual”. Un paisanaje que ha dado paso al más importante núcleo de arte, arqueología, etnografía, espectáculos y rutas que abarcan desde los orígenes de la ciudad, sus leyendas y misterios, hasta el recorrido por los monumentos arquitectónicos que salpican sus calles.
Ahora es un espacio para visitar, para vivir la experiencia más completa y variada de canariedad, gracias a la colaboración de diversas entidades y el impulso del Cabildo a su presencia en el casco histórico. Por eso repaso en este texto algunas de esas actuaciones que nos permiten, entre otras cosas, conocer el pasado remoto de la isla con los fondos arqueológicos, etnográficos o documentales del Museo Canario, convertido en Museo Concertado de Arqueología con el Cabildo desde 2021. Un espacio que verá finalizadas las obras de ampliación (paralizadas desde hace una quincena de años) y ofrecerá al público isleño y visitantes todo el potencial de las colecciones que conserva.
Otra infraestructura de próxima apertura por el Cabildo es el Museo de Bellas Artes, en el inmueble donde se encontraba el antiguo Hospital San Martín y que acogerá la mayor y más valiosa colección de arte canario. Una completa visión artística que se suma a nuestras instalaciones del Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM), el Centro de Artes Plásticas (CAP) y la sala San Antonio Abad, sin olvidar la trascendencia de la Casa Museo Colón, que naciera en 1952 como centro cultural y se consolida como sede americanista. Junto a esta Casa, donde estuviera la Biblioteca Simón Benítez Padilla, se culmina la creación de la sede del Instituto Canario de Las Tradiciones, entidad que se desarrolla gracias a la colaboración del Cabildo con Los Gofiones, al igual que potenciamos las fundaciones Juan Negrín, Alfredo Kraus, Nanino Díaz Cutillas y Pancho Guerra, todas ubicadas en esta zona de la capital.
El principal monumento arquitectónico de Vegueta es la Catedral de Santa Ana, cuya construcción ha tenido un larguísimo y complejo recorrido. En 2024 se celebrará el 50 aniversario de la declaración del inmueble religioso como Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento. Para esas fechas, el Cabildo espera haber concluido las obras de restauración del ala norte, con el objetivo de mostrar a los visitantes los elementos urbanos de la ciudad antigua y los primeros hábitats indígenas.
En la orilla norte del barranco del Guiniguada, en el barrio de Triana, se están realizando varias actuaciones que van a suponer un cambio radical en la dinámica social de este espacio. Por un lado, la ejecución por el Cabildo de las obras de restauración del edificio emblemático del Gabinete Literario, junto al cual se encuentra la Biblioteca Insular que, como dije anteriormente, será ampliada gracias a la adquisición por parte de la Corporación Insular del Palacio Quintana, con toda la fachada que da a la plazoleta de Las Ranas. A pocos metros, en dirección a la desembocadura del barranco, el Cabildo ha adquirido el edificio que albergará la Casa Común, donde estuvo la Sala Cuasquías, que será transformado en sede de diversos colectivos y contará con un cafetín con patio para eventos que recordará a nuestro escritor Alexis Ravelo. La ‘Casa Común’ es una iniciativa novedosa para fomentar la participación ciudadana.
Y no olvido que a pocos metros se encuentra el Teatro Pérez Galdós, de cuyo Patronato forma parte el Cabildo grancanario, precursor, igualmente, de la Casa Museo del ilustre escritor, a pocos metros del coliseo. También muy cerca se encuentran el Teatro Cuyás, -el gran templo del teatro grancanario que pronto verá ampliada sus instalaciones con la rehabilitación de las cuarterías anexas- y la Sala Insular de Teatro.
Ya en la Zona Comercial de Triana, la primera de la isla y la que tiene la más larga tradición como espacio abierto para las compras, se encuentran otros equipamientos insulares significativos, como el Patronato de Turismo, el Fondo para la Etnografía y el Desarrollo de la Artesanía Canaria (Fedac) o la Librería del Cabildo. Y muy cerca, en Buenos Aires, se termina la rehabilitación del edificio que albergará la sede del Instituto para la Gestión Integrada del Patrimonio Mundial y la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria.
No directamente vinculado al centro histórico, pero sí en lo que fue la ampliación de la ciudad hacia el sur, por las vegas de San José, el Cabildo también tuvo un papel crucial en la creación de equipamientos educativos (la Granja Agrícola y Escuela de Hostelería, hoy en manos de la ULPGC), sanitarios (el Hospital Insular, la Escuela de Enfermería y el CULP, hoy cedido al Gobierno de Canarias para el complejo Materno-Insular) o deportivos (la Ciudad Deportiva de Gran Canaria)
Como señalaba al comienzo de este artículo, el Cabildo es protagonista del casco histórico capitalino, corazón y cerebro de la isla. Una realidad que nos obliga a cuidar nuestro pasado y a pensar en el futuro.
Hace unos días, con motivo de la Semana de la Arquitectura del Cabildo de Gran Canaria, inauguramos una exposición donde se mostraban los principales elementos del complejo cultural con el que se culminará el proyecto de 1994 de Alejandro de la Sota de ampliación de la sede institucional del Gobierno de la isla. Incluye dos salas de exposiciones y reuniones, de más de mil metros cuadrados en total, sobre las que diseñó un auditorio singular llamado a convertirse en un icono y un centro cultural de primer orden de la ciudad y de la isla.
La forma de este auditorio dio lugar a que el arquitecto le llamara el ‘cerebro’ o “huevo” realzando la relación que el Cabildo tiene con el conjunto de la isla. Nos hemos comprometido a culminar las obras de ampliación en este mandato. Será cerebro y también corazón en el núcleo histórico de la capital insular, donde la presencia del Cabildo es fundamental.