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Las cuentas pendientes

No es necesario irse muy lejos. Lo que describo sucede dentro mismo del partido conservador. La posibilidad de que Soria se vaya al Gobierno autónomo a hacerle compañía a Paulino Rivero, y que deje cuán Calígula a su caballo en el sillón de la institución grancanaria da grima hasta a sus propios compañeros. Nadie desprecia más a Larry Álvarez que aquellos que ideológicamente le son afines.Los mítines ya no son lo mismo, la gente ya no acude en masa, y los claros en los actos públicos son inmensos. Se huele la venganza y su deseo, pero hasta el final Soria luchará. Ha llenado el campo de favores y de fondos de reptiles. Nadie le dirá cuál es su suelo hasta el 27 de mayo; ni siquiera sus enemigos, los cuales -la mayoría- respiran acojonados por si la bestia sobrevive. Adelanto que la mayoría de las encuestas, incluso las imparciales, serán maquilladas en su beneficio. 2.-Juan Fernando López Aguilar empieza a aterrizar aunque le cuesta lo suyo. Es posible que llegue tarde a todo pese a que el PSOE sea la fuerza más votada. Un sector tinerfeño, y otro grancanario, ambos unidos por su pragmatismo, apuestan por un pacto con CC después de las elecciones. Nada de oposición ni nada de esperar otra oportunidad. Los analistas socialistas opinan que antes o después el nacionalismo se rearmará y no habrá forma de desalojarlos del poder en lustros. También aguardan porque López Aguilar -siempre que un pacto de progreso no sea posible- se ponga al frente de la manifestación y no obstaculice el acuerdo, aunque para ello tenga que sacrificarse.Las grandes bazas socialistas son el Estatuto, que podría perecer en el próximo otoño si CC y PP se reparten el Gobierno, y el caso Las Teresitas. Para no alarmar más de lo necesario contaré que esta última carta no la conocen ni los más sabios. Pero que nadie se olvide que mientras en Las Teresitas ya hay doctrina del Tribunal Supremo sobre lo que pasó, aún ATI está en condiciones de amputarse el rabo si los daños no alcanzan la santabárbara del caso Fórum, donde, por cierto, aparecen idénticos protagonistas con un matiz que no debe soslayarse: Suárez Trenor ha vivido una larga existencia sobre la caja registradora de la organización insularista. Alguien exclamará en voz alta: “Nos equivocamos con Miguel (Zerolo); persistir en su defensa es debilitarnos; arreglémonos con quienes poseen la capacidad de asordinar los ecos del escándalo”. Y, tal vez, ese canto de sirenas se oiga en Madrid. Quien sabe.3.- El sector adanista espera que Paulino Rivero se la pegue. Y que, desde luego, no sea el presidente del Gobierno de Canarias, aunque tampoco tienen demasiadas soluciones. Pero, vehemente, le piden a los dioses que Paulino se enfangue en el ridículo, que evidencie sus limitaciones, que sea tercero en la pelea, que le superen socialistas y popularesÂ…, que luego sobrevenga una noche de cuchillos largos, y un montón de caras dirigiéndose otra vez al gurú de la tribu, que no es otro que Adán Martín, que nombrará sucesor sobre la marcha, quizás él mismo, puede que un colaborador cercano. Es un sueño, claro, pero es el sueño de los emboscados, con Zerolo a la cabeza de la conspiración, hasta que surgió la sentencia del Supremo, que es arma blanca depositada en las manos de Paulino y es penita pena de Soria que, de repente, rebaja su influencia ante el TSJC. Paulino crece en la desgracia de Zerolo pero no en la de Soria. De Soria precisa que aguante el tirón, que entre los dos sumen treinta y uno, que esos treinta y uno le permitan pactar con los socialistas algo parecido al entendimiento hasta las elecciones de 2008. Quiere un gobierno monocolor pero Soria, en ese sentido, es violentamente determinista como demostró con las conclusiones del caso eólico y la aprobación de las 5.500 camas al margen de la moratoria. Conocen que es capaz de clavarla si no le siguen la corriente. El problema para Soria es que también le esperan con la guadaña su gente en Tenerife si no supera los quince. Y Pablo Matos, posible heredero, el primero.4.-Mauricio está en un callejón en el que no se entiende que esté. Para mí que la ruptura entre Román Rodríguez y Nardy Barrios le concedió aliento a quien ya estaba desgastado por una carrera infinita contra el viento. Román espera que no salga del callejón si no es con los pies por delante, pero su división con Barrios multiplica sus enemigos. El futuro de Nueva Canarias depende del fracaso de CC y viceversa. Si Mauricio suma y le demuestra su utilidad al proyecto de Paulino, habrá ganado; si, por el contrario, NC impide otro gobierno de derechas en el Cabildo y, paradójicamente, Candil o Barrios estuvieran en disposición de consensuar con Saavedra una mayoría de progreso en el Ayuntamiento de las Palmas de Gran Canaria, el que cae derrotado, al menos en ésta su sexta vida, es Mauricio. Corolario: La política no la hacen los poetas ni los románticos, sino los magos de la fontanería. Serán ellos los que manipulen, casi a su antojo, la voluntad de los ciudadanos, y nos lo venderán como un acto de sacrificio en favor nuestro. Y serán las cuentas pendientes, la capacidad de cada uno para cobrarlas o perdonarlas, lo que dictará la sentencia final. Francisco J. Chavanel

No es necesario irse muy lejos. Lo que describo sucede dentro mismo del partido conservador. La posibilidad de que Soria se vaya al Gobierno autónomo a hacerle compañía a Paulino Rivero, y que deje cuán Calígula a su caballo en el sillón de la institución grancanaria da grima hasta a sus propios compañeros. Nadie desprecia más a Larry Álvarez que aquellos que ideológicamente le son afines.Los mítines ya no son lo mismo, la gente ya no acude en masa, y los claros en los actos públicos son inmensos. Se huele la venganza y su deseo, pero hasta el final Soria luchará. Ha llenado el campo de favores y de fondos de reptiles. Nadie le dirá cuál es su suelo hasta el 27 de mayo; ni siquiera sus enemigos, los cuales -la mayoría- respiran acojonados por si la bestia sobrevive. Adelanto que la mayoría de las encuestas, incluso las imparciales, serán maquilladas en su beneficio. 2.-Juan Fernando López Aguilar empieza a aterrizar aunque le cuesta lo suyo. Es posible que llegue tarde a todo pese a que el PSOE sea la fuerza más votada. Un sector tinerfeño, y otro grancanario, ambos unidos por su pragmatismo, apuestan por un pacto con CC después de las elecciones. Nada de oposición ni nada de esperar otra oportunidad. Los analistas socialistas opinan que antes o después el nacionalismo se rearmará y no habrá forma de desalojarlos del poder en lustros. También aguardan porque López Aguilar -siempre que un pacto de progreso no sea posible- se ponga al frente de la manifestación y no obstaculice el acuerdo, aunque para ello tenga que sacrificarse.Las grandes bazas socialistas son el Estatuto, que podría perecer en el próximo otoño si CC y PP se reparten el Gobierno, y el caso Las Teresitas. Para no alarmar más de lo necesario contaré que esta última carta no la conocen ni los más sabios. Pero que nadie se olvide que mientras en Las Teresitas ya hay doctrina del Tribunal Supremo sobre lo que pasó, aún ATI está en condiciones de amputarse el rabo si los daños no alcanzan la santabárbara del caso Fórum, donde, por cierto, aparecen idénticos protagonistas con un matiz que no debe soslayarse: Suárez Trenor ha vivido una larga existencia sobre la caja registradora de la organización insularista. Alguien exclamará en voz alta: “Nos equivocamos con Miguel (Zerolo); persistir en su defensa es debilitarnos; arreglémonos con quienes poseen la capacidad de asordinar los ecos del escándalo”. Y, tal vez, ese canto de sirenas se oiga en Madrid. Quien sabe.3.- El sector adanista espera que Paulino Rivero se la pegue. Y que, desde luego, no sea el presidente del Gobierno de Canarias, aunque tampoco tienen demasiadas soluciones. Pero, vehemente, le piden a los dioses que Paulino se enfangue en el ridículo, que evidencie sus limitaciones, que sea tercero en la pelea, que le superen socialistas y popularesÂ…, que luego sobrevenga una noche de cuchillos largos, y un montón de caras dirigiéndose otra vez al gurú de la tribu, que no es otro que Adán Martín, que nombrará sucesor sobre la marcha, quizás él mismo, puede que un colaborador cercano. Es un sueño, claro, pero es el sueño de los emboscados, con Zerolo a la cabeza de la conspiración, hasta que surgió la sentencia del Supremo, que es arma blanca depositada en las manos de Paulino y es penita pena de Soria que, de repente, rebaja su influencia ante el TSJC. Paulino crece en la desgracia de Zerolo pero no en la de Soria. De Soria precisa que aguante el tirón, que entre los dos sumen treinta y uno, que esos treinta y uno le permitan pactar con los socialistas algo parecido al entendimiento hasta las elecciones de 2008. Quiere un gobierno monocolor pero Soria, en ese sentido, es violentamente determinista como demostró con las conclusiones del caso eólico y la aprobación de las 5.500 camas al margen de la moratoria. Conocen que es capaz de clavarla si no le siguen la corriente. El problema para Soria es que también le esperan con la guadaña su gente en Tenerife si no supera los quince. Y Pablo Matos, posible heredero, el primero.4.-Mauricio está en un callejón en el que no se entiende que esté. Para mí que la ruptura entre Román Rodríguez y Nardy Barrios le concedió aliento a quien ya estaba desgastado por una carrera infinita contra el viento. Román espera que no salga del callejón si no es con los pies por delante, pero su división con Barrios multiplica sus enemigos. El futuro de Nueva Canarias depende del fracaso de CC y viceversa. Si Mauricio suma y le demuestra su utilidad al proyecto de Paulino, habrá ganado; si, por el contrario, NC impide otro gobierno de derechas en el Cabildo y, paradójicamente, Candil o Barrios estuvieran en disposición de consensuar con Saavedra una mayoría de progreso en el Ayuntamiento de las Palmas de Gran Canaria, el que cae derrotado, al menos en ésta su sexta vida, es Mauricio. Corolario: La política no la hacen los poetas ni los románticos, sino los magos de la fontanería. Serán ellos los que manipulen, casi a su antojo, la voluntad de los ciudadanos, y nos lo venderán como un acto de sacrificio en favor nuestro. Y serán las cuentas pendientes, la capacidad de cada uno para cobrarlas o perdonarlas, lo que dictará la sentencia final. Francisco J. Chavanel