Espacio de opinión de Canarias Ahora
¿Es culpa de los periodistas o de los investigadores?
Esta semana me encontré con una noticia científica de mi campo de especialidad, la ecología marina, que me pareció interesante pero que después me hizo preguntarme por qué se había publicado. Se trata del descubrimiento de una nueva especie de “microgamba”, nombre curioso porque tiene poco que ver con gambas diminutas aunque reconozco que es original. Leí la noticia con curiosidad y acto seguido contacté con el investigador que la descubrió, un buen amigo mío, para que me dijera en primera persona los motivos de su publicación. La especie descubierta no tiene nada del otro mundo e incluso mi colega ha descubierto más “microgambas” que pueden considerarse más espectaculares y llamativas para el público en general. Me comentó que el SINC, el Servicio de Información y Noticias Científicas del Ministerio se había puesto en contacto con él para que les enviara detalles y contestara algunas preguntas sobre este tema. Posiblemente, se interesaron por esa especie para tratar de resaltar en la noticia que era una colaboración con un centro de investigación canadiense y se trata de una “microgamba” encontrada en Estados Unidos. ¡Qué bueno hubiera sido hacerle una entrevista en profundidad a este investigador! Seguramente desconocían que se trata de una autoridad mundial en este grupo de animales, como ocurre con varios de mis colegas españoles que son internacionalmente reconocidos en su área.
Me dio la sensación de que estas noticias son publicadas debido a la ocurrencia de un directivo o de un comité con el fin de estrechar lazos con algún movimiento, corriente o grupo con capacidad de tomar decisiones. ¡Qué triste que tengamos que depender de este tipo de vaivenes para que nuestro trabajo científico pueda ser transmitido de forma eficiente al resto de la sociedad!, pero?hay que ser sinceros, no podemos seguir tirando piedras sobre nuestro propio tejado porque los medios de comunicación solo tienen una PARTE DE LA CULPA.
Entre los investigadores, son una minoría los que tienen una página web propia, un blog, o bien cuentas en las redes sociales como Facebook o Twitter para poder dar a conocer su trabajo diario. ¿Cuántos investigadores escriben artículos de forma regular en un periódico? ¿Conocen algún científico con un espacio sobre Ciencia en un programa de televisión?
Lamentablemente, la mayoría de los científicos limitan la divulgación a colgar sus trabajos en las webs de sus instituciones, que tienen normalmente diseños anticuados y poco atrayentes para el público que sienta curiosidad por el trabajo que hacen. Se pueden contar con los dedos de la mano los grupos de investigación que tienen un responsable de actividades de divulgación que sea el vehículo de contacto con los medios de prensa, televisión, etc. Por poner un ejemplo, en mi centro actual de investigación en Qatar tenemos una persona encargada de esta tarea, que se comunica semanalmente con todos los investigadores. Y sirve de enlace entre éstos y la sociedad dando a conocer la opinión de expertos, ofreciendo entrevistas a los medios de comunicación, enviando notas breves sobre los proyectos de investigación, etc.
En la actualidad, el contacto con la sociedad tendría que ser mucho más fácil a través de todos los instrumentos que nos brindan las comunicaciones. Podemos poner nuestro pequeño grano de arena como investigadores participando de forma activa en foros de debate, publicando entradas en blogs o webs atractivas, e incluso escribiendo artículos en periódicos digitales. Con ese pequeño esfuerzo individual podemos tener una mayor presencia en todos los medios, e incluso podríamos conseguir que muchos de los periódicos de tirada nacional consideren que la pestaña de “Ciencia” sea algo más que un recopilatorio de artículos sin orden ni concierto.
Esta semana me encontré con una noticia científica de mi campo de especialidad, la ecología marina, que me pareció interesante pero que después me hizo preguntarme por qué se había publicado. Se trata del descubrimiento de una nueva especie de “microgamba”, nombre curioso porque tiene poco que ver con gambas diminutas aunque reconozco que es original. Leí la noticia con curiosidad y acto seguido contacté con el investigador que la descubrió, un buen amigo mío, para que me dijera en primera persona los motivos de su publicación. La especie descubierta no tiene nada del otro mundo e incluso mi colega ha descubierto más “microgambas” que pueden considerarse más espectaculares y llamativas para el público en general. Me comentó que el SINC, el Servicio de Información y Noticias Científicas del Ministerio se había puesto en contacto con él para que les enviara detalles y contestara algunas preguntas sobre este tema. Posiblemente, se interesaron por esa especie para tratar de resaltar en la noticia que era una colaboración con un centro de investigación canadiense y se trata de una “microgamba” encontrada en Estados Unidos. ¡Qué bueno hubiera sido hacerle una entrevista en profundidad a este investigador! Seguramente desconocían que se trata de una autoridad mundial en este grupo de animales, como ocurre con varios de mis colegas españoles que son internacionalmente reconocidos en su área.
Me dio la sensación de que estas noticias son publicadas debido a la ocurrencia de un directivo o de un comité con el fin de estrechar lazos con algún movimiento, corriente o grupo con capacidad de tomar decisiones. ¡Qué triste que tengamos que depender de este tipo de vaivenes para que nuestro trabajo científico pueda ser transmitido de forma eficiente al resto de la sociedad!, pero?hay que ser sinceros, no podemos seguir tirando piedras sobre nuestro propio tejado porque los medios de comunicación solo tienen una PARTE DE LA CULPA.