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Opinión - Salvar el Mediterráneo y a sus gentes. Por Neus Tomàs

La doble moral del Gobierno

La salida de tono tiene mucho que ver con el contenido del comunicado empresarial, que critica la parálisis del Gobierno canario y aboga por un cambio de ciclo político. Y, también, con la desesperación que les produce los datos que arrojan las distintas encuestas preelectorales, que predicen un fuerte batacazo para los coalicioneros y apuntan a la posibilidad de ese cambio en la política canaria. Ante la creciente desmoralización en las propias filas que ocasionan las malas perspectivas electorales nada mejor que buscar enemigos externos.Compartimos muchas de las críticas formuladas por el Círculo. Muchas de ellas las hemos venido enunciando en Nueva Canarias en los últimos años. Estamos, en efecto, ante una legislatura perdida, caracterizada por la presencia de graves desequilibrios interinsulares y la perversa mezcla entre negocios y política. Se vislumbra el fin de un ciclo político y es preciso un cambio de rumbo. Lo decíamos en el congreso fundacional de Nueva Canarias-Nueva Gran Canaria, que llevó como lema Para que cambies Canarias. Compartimos, asimismo, su preocupación por el fomento de la sociedad del conocimiento, el sistema educativo y la mejora de la productividad, apuntando siempre hacia un desarrollo sostenible.Desarrollo sostenible Nuestra apuesta por ese modelo de desarrollo, duradero, capaz de combinar generación de riqueza y empleo con protección del territorio y del medio; capaz de actuar pensando en lo inmediato pero también en el futuro; capaz de insistir en la calidad de la oferta frente a la cantidad, en la imprescindible renovación de la planta alojativa antigua antes que en la ocupación de más territorioÂ… nos hace discrepar cuando en su texto aluden al exceso de intervencionismo de las administraciones. El libre mercado tiene también sus límites y los gobiernos pueden y deben intervenir en la salvaguarda del interés general, más aún cuando se trata de garantizar el futuro de esta tierra y de sus habitantes, contribuyendo a que el turismo, nuestro gran motor económico, sea de verdad un aliado del desarrollo sostenible.Consideramos, por otra parte, que el Círculo de Empresarios de Gran Canaria tiene toda la legitimidad para discrepar de este o de cualquier gobierno, al igual que los distintos agentes económicos y sociales, como corresponde en una sociedad democrática. Consideramos que el Gobierno, a su vez, tiene el derecho de defender sus políticas. Pero no, desde luego, de la forma desproporcionada en que lo ha hecho en esta ocasión, recurriendo a la descalificación y al insulto, cuando no acusando al Círculo de estar al servicio de un partido. El doble rasero de ATI-CCNos encontramos, además, ante un caso que muestra el doble rasero, la doble moral de ATI-CC. Sorprende, en este sentido, la diligencia y la dureza en la respuesta del Ejecutivo a las opiniones del Círculo de Empresarios, comparándolas con el silencio que mantuvieron en otras ocasiones ante posicionamientos graves que ponían en peligro la unidad de Canarias o la propia convivencia. Me refiero a que esa contundencia contra el Círculo no la vimos, por ejemplo, cuando una empresa de comunicación solicitaba al Ejecutivo y a ATI-CC que a Gran Canaria se le cambiara el nombre en el nuevo Estatuto de Autonomía, eliminando el “Gran” y dándole condición de isla periférica. Ni siquiera a interpelación de un diputado de Nueva Canarias en el Parlamento, el Gobierno fue capaz de desmarcarse de semejantes dislates, que atentan contra el sentido común y alientan el pleito insular. El mismo silencio cómplice, por cierto, que han guardado cuando desde ese mismo medio –que semana a semana indica al Gobierno de ATI-CC lo que debe hacer- se ha mantenido una línea constante de alimentación de la xenofobia y el racismo, con un tratamiento más que peligroso del fenómeno migratorio. Ninguno de esos temas mereció la preocupación gubernamental ni la emisión de nota de prensa alguna, tal vez porque ese medio se permite el lujo de determinar en sus editoriales quiénes son los buenos políticos tinerfeños y canarios, casualmente todos de las filas de ATI.Quisiera señalar, por último, que lo esencial de los análisis planteados por el Círculo de Empresarios de Gran Canaria coincide con la percepción cada vez más instalada en la sociedad de las Islas. Y concuerda con los posicionamientos que, desde su creación hace casi dos años, ha mantenido Nueva Canarias-Nueva Gran Canaria. Nos encontramos ante un Gobierno agotado, sin ideas, sin proyecto. Dirigido desde el insularismo radical y completamente alejado de los intereses generales de los ciudadanos y las ciudadanas. Acorralado, además, por la creciente pérdida de credibilidad, por la constante disminución de apoyo social. Un Gobierno y un partido, ATI-CC, al que encolerizadas reacciones, como las que hemos visto estos días, no le servirán para lavar su ineficacia e inacción, su pésima gestión en esta legislatura para el olvido.* Román Rodríguez es diputado y presidente de Nueva Canarias-Nueva Gran Canaria. Román Rodríguez *

La salida de tono tiene mucho que ver con el contenido del comunicado empresarial, que critica la parálisis del Gobierno canario y aboga por un cambio de ciclo político. Y, también, con la desesperación que les produce los datos que arrojan las distintas encuestas preelectorales, que predicen un fuerte batacazo para los coalicioneros y apuntan a la posibilidad de ese cambio en la política canaria. Ante la creciente desmoralización en las propias filas que ocasionan las malas perspectivas electorales nada mejor que buscar enemigos externos.Compartimos muchas de las críticas formuladas por el Círculo. Muchas de ellas las hemos venido enunciando en Nueva Canarias en los últimos años. Estamos, en efecto, ante una legislatura perdida, caracterizada por la presencia de graves desequilibrios interinsulares y la perversa mezcla entre negocios y política. Se vislumbra el fin de un ciclo político y es preciso un cambio de rumbo. Lo decíamos en el congreso fundacional de Nueva Canarias-Nueva Gran Canaria, que llevó como lema Para que cambies Canarias. Compartimos, asimismo, su preocupación por el fomento de la sociedad del conocimiento, el sistema educativo y la mejora de la productividad, apuntando siempre hacia un desarrollo sostenible.Desarrollo sostenible Nuestra apuesta por ese modelo de desarrollo, duradero, capaz de combinar generación de riqueza y empleo con protección del territorio y del medio; capaz de actuar pensando en lo inmediato pero también en el futuro; capaz de insistir en la calidad de la oferta frente a la cantidad, en la imprescindible renovación de la planta alojativa antigua antes que en la ocupación de más territorioÂ… nos hace discrepar cuando en su texto aluden al exceso de intervencionismo de las administraciones. El libre mercado tiene también sus límites y los gobiernos pueden y deben intervenir en la salvaguarda del interés general, más aún cuando se trata de garantizar el futuro de esta tierra y de sus habitantes, contribuyendo a que el turismo, nuestro gran motor económico, sea de verdad un aliado del desarrollo sostenible.Consideramos, por otra parte, que el Círculo de Empresarios de Gran Canaria tiene toda la legitimidad para discrepar de este o de cualquier gobierno, al igual que los distintos agentes económicos y sociales, como corresponde en una sociedad democrática. Consideramos que el Gobierno, a su vez, tiene el derecho de defender sus políticas. Pero no, desde luego, de la forma desproporcionada en que lo ha hecho en esta ocasión, recurriendo a la descalificación y al insulto, cuando no acusando al Círculo de estar al servicio de un partido. El doble rasero de ATI-CCNos encontramos, además, ante un caso que muestra el doble rasero, la doble moral de ATI-CC. Sorprende, en este sentido, la diligencia y la dureza en la respuesta del Ejecutivo a las opiniones del Círculo de Empresarios, comparándolas con el silencio que mantuvieron en otras ocasiones ante posicionamientos graves que ponían en peligro la unidad de Canarias o la propia convivencia. Me refiero a que esa contundencia contra el Círculo no la vimos, por ejemplo, cuando una empresa de comunicación solicitaba al Ejecutivo y a ATI-CC que a Gran Canaria se le cambiara el nombre en el nuevo Estatuto de Autonomía, eliminando el “Gran” y dándole condición de isla periférica. Ni siquiera a interpelación de un diputado de Nueva Canarias en el Parlamento, el Gobierno fue capaz de desmarcarse de semejantes dislates, que atentan contra el sentido común y alientan el pleito insular. El mismo silencio cómplice, por cierto, que han guardado cuando desde ese mismo medio –que semana a semana indica al Gobierno de ATI-CC lo que debe hacer- se ha mantenido una línea constante de alimentación de la xenofobia y el racismo, con un tratamiento más que peligroso del fenómeno migratorio. Ninguno de esos temas mereció la preocupación gubernamental ni la emisión de nota de prensa alguna, tal vez porque ese medio se permite el lujo de determinar en sus editoriales quiénes son los buenos políticos tinerfeños y canarios, casualmente todos de las filas de ATI.Quisiera señalar, por último, que lo esencial de los análisis planteados por el Círculo de Empresarios de Gran Canaria coincide con la percepción cada vez más instalada en la sociedad de las Islas. Y concuerda con los posicionamientos que, desde su creación hace casi dos años, ha mantenido Nueva Canarias-Nueva Gran Canaria. Nos encontramos ante un Gobierno agotado, sin ideas, sin proyecto. Dirigido desde el insularismo radical y completamente alejado de los intereses generales de los ciudadanos y las ciudadanas. Acorralado, además, por la creciente pérdida de credibilidad, por la constante disminución de apoyo social. Un Gobierno y un partido, ATI-CC, al que encolerizadas reacciones, como las que hemos visto estos días, no le servirán para lavar su ineficacia e inacción, su pésima gestión en esta legislatura para el olvido.* Román Rodríguez es diputado y presidente de Nueva Canarias-Nueva Gran Canaria. Román Rodríguez *