Espacio de opinión de Canarias Ahora
España la Roja
Pero un impacto negativo y repulsivo que recuerdo con mayor nitidez fue el “forffait” de España en la primera Eurocopa de 1960, que por orden de Franco la selección renunció a eliminarse con la Unión Soviética en cuartos de final. Aquello si que era intromisión de la política dictatorial en el deporte, y sin embargo como contrapartida, ahora personajes como Jiménez Losantos se han pasado semanas pidiendo que Zapatero no fuera a Viena a la final del pasado domingo porque era gafe. Son los mismos fascistas que ahora no quieren que haya una asignatura de Educación Ciudadana, y aplaudieron que durante 40 años de fascismo franquista hubiese una asignatura obligatoria llamada Formación del Espíritu Nacional.
El primer y hasta el domingo único triunfo de España a nivel internacional fue la Eurocopa de 1964, cuya final se jugó en Madrid contra la Unión Soviética, y que ganó el equipo español con gol de Marcelino a Yashin, con el dictador en el palco del estadio de Chamartín, y con la bandera de España todavía con al aguilucho fascista. Eran los tiempos que media España no sentía los colores, ni los símbolos, ni la bandera, ni el himno, y hasta el aire estaba todavía enrarecido por los asesinatos franquistas. No hay que olvidar que Julián Grimau, luchador republicano por las libertades, fue ejecutado por los franquistas en 1963. No hay errata, en 1963, veinticuatro años después de terminada la guerra civil española. Unos años antes, en 1959, había sido ejecutado a garrote vil Juan García Suárez “El Corredera” en la cárcel de Barranco Seco.
No exagero cuando les digo que en los periódicos se eludía totalmente la definición de camiseta roja, y desde la Dirección General de Prensa se emitía la fórmula que más le gustaba al dictador al referirse a la España futbolística: selección nacional. Eso emparentaba directamente con el nacionalismo español, él único nacionalismo que agrada a la extrema derecha. Relatar todos los fracasos de la selección española en europeos y mundiales en todos estos años atrás haría interminable este artículo, pero ahora con la explosión de La Roja todos nos hemos sentidos identificados, y aparte de la España futbolística los grandes ganadores han sido el Rey Juan Carlos, que parecía el domingo por la noche el Rey de Europa, y José Luis Rodríguez Zapatero, que era gafe según Jiménez Losantos y sus acólitos de la extrema derecha, y que dándole el pésame a Angela Merkel daba la impresión que era el presidente de Europa. Y a nivel mediático, el éxito de la Cuatro, para mayor cabreo de los muchachos de la Cope, ha sido también histórico para el Grupo Prisa. Ahora a ver si sigue la racha y en Sudáfrica 2010 se conquista el primer título mundial.
Pero un impacto negativo y repulsivo que recuerdo con mayor nitidez fue el “forffait” de España en la primera Eurocopa de 1960, que por orden de Franco la selección renunció a eliminarse con la Unión Soviética en cuartos de final. Aquello si que era intromisión de la política dictatorial en el deporte, y sin embargo como contrapartida, ahora personajes como Jiménez Losantos se han pasado semanas pidiendo que Zapatero no fuera a Viena a la final del pasado domingo porque era gafe. Son los mismos fascistas que ahora no quieren que haya una asignatura de Educación Ciudadana, y aplaudieron que durante 40 años de fascismo franquista hubiese una asignatura obligatoria llamada Formación del Espíritu Nacional.
El primer y hasta el domingo único triunfo de España a nivel internacional fue la Eurocopa de 1964, cuya final se jugó en Madrid contra la Unión Soviética, y que ganó el equipo español con gol de Marcelino a Yashin, con el dictador en el palco del estadio de Chamartín, y con la bandera de España todavía con al aguilucho fascista. Eran los tiempos que media España no sentía los colores, ni los símbolos, ni la bandera, ni el himno, y hasta el aire estaba todavía enrarecido por los asesinatos franquistas. No hay que olvidar que Julián Grimau, luchador republicano por las libertades, fue ejecutado por los franquistas en 1963. No hay errata, en 1963, veinticuatro años después de terminada la guerra civil española. Unos años antes, en 1959, había sido ejecutado a garrote vil Juan García Suárez “El Corredera” en la cárcel de Barranco Seco.