Espacio de opinión de Canarias Ahora
Esperando el pacto
Me dice un amigo madrileño muy bien informado que Pedro Sánchez se apresta a dar la gran batalla con Felipe González y su vieja guardia, y con Susana Díaz y su nueva guardia, porque sabe que con Podemos, Compromís, Izquierda Unida/Unidad Popular y PNV suma 167 diputados que le facultaría para ser presidente de España frente a los 163 del Partido Popular y Ciudadanos, y que de ir a unas nuevas elecciones corre el peligro de no llegar a esas cifras que ahora tiene el centro/izquierda, la izquierda y la derecha democrática del Partido Nacionalista Vasco. Hay mucha gente de izquierda esperando al pacto, pero el parto se retrasa porque las presiones a Pedro Sánchez desde una parte del propio PSOE, del Grupo PRISA, del IBEX 35 y de Ángela Merkel, son terribles. Está claro que el propio equipo económico de Pedro Sánchez, con Jordi Sevilla a la cabeza, es un entramado totalmente socioliberal, más próximo a las posiciones de Ciudadanos y a su economista de cabecera, Luis Garicano, un hombre muy de derechas.
Pero el buen amigo de Madrid, aunque está muy bien informado, es quizá un tanto optimista en el sentido de que Pedro Sánchez se impondrá al felipismo y al susanismo y al final girará a la izquierda para pactar con Pablo Iglesias. El parto puede ser largo y doloroso, y los idus de marzo se pueden llevar a más de uno por delante. Creo que la gran excusa de no aceptar el derecho a decidir de Catalunya que se incluya en el pacto no es el motivo fundamental para que no haya pacto todavía, la cuestión fundamental es la económica, y en definitiva las políticas neoliberales practicadas por el Partido Popular y por el PSOE, con las reformas laborales y los ajustes en primera línea, con el resultado del deterioro del mercado de trabajo, con una bajada de los salarios, un aumento del desempleo, un aumento de la precariedad en los contratos de trabajo, y unas reformas fiscales que han favorecido a los ricos y perjudicado a los pobres, y un recorte del gasto público que ha significado un austericidio notable que ha afectado a la sanidad y educación pública, a las escuelas de infancia, a las residencias de ancianos, a la vivienda social, etc, etc.
Aparte de todos estos aspectos económicos y sociales de mayor relieve, tampoco el PSOE en su programa/pacto con Ciudadanos no deroga la Ley Mordaza, abarata más el despido, sube el salario mínimo un insultante uno por ciento, y no se deroga tampoco el artículo 135 que con nocturnidad y alevosía, con el apoyo del Partido Popular, cambió Rodríguez Zapatero por orden de Ángela Merkel para perjudicar a los trabajadores y beneficiar a los acreedores. Me da la impresión que con este panorama a Pedro Sánchez no le queda sino un único camino para ser presidente, el del Pacto de Progreso, pero tendrá que enfrentarse a la derecha del PSOE y a las fuerzas negras de la economía del sistema imperante, porque si se decide por la Gran Coalición, lógicamente Mariano Rajoy le exigirá la presidencia, y a lo más que podrá aspirar Sánchez es a una vicepresidencia escuálida y ridícula, y con un PSOE puesto a los pies de los caballos con la pérdida definitiva de apoyo popular. O hay pacto con Podemos, o nuevas elecciones, con el peligro de que los resultados sean más favorables a PP y Ciudadanos, y ya no sea posible el Pacto de Progreso. Sería el PSOE el gran culpable de otros cuatro años de gobierno de la derecha.
Me dice un amigo madrileño muy bien informado que Pedro Sánchez se apresta a dar la gran batalla con Felipe González y su vieja guardia, y con Susana Díaz y su nueva guardia, porque sabe que con Podemos, Compromís, Izquierda Unida/Unidad Popular y PNV suma 167 diputados que le facultaría para ser presidente de España frente a los 163 del Partido Popular y Ciudadanos, y que de ir a unas nuevas elecciones corre el peligro de no llegar a esas cifras que ahora tiene el centro/izquierda, la izquierda y la derecha democrática del Partido Nacionalista Vasco. Hay mucha gente de izquierda esperando al pacto, pero el parto se retrasa porque las presiones a Pedro Sánchez desde una parte del propio PSOE, del Grupo PRISA, del IBEX 35 y de Ángela Merkel, son terribles. Está claro que el propio equipo económico de Pedro Sánchez, con Jordi Sevilla a la cabeza, es un entramado totalmente socioliberal, más próximo a las posiciones de Ciudadanos y a su economista de cabecera, Luis Garicano, un hombre muy de derechas.
Pero el buen amigo de Madrid, aunque está muy bien informado, es quizá un tanto optimista en el sentido de que Pedro Sánchez se impondrá al felipismo y al susanismo y al final girará a la izquierda para pactar con Pablo Iglesias. El parto puede ser largo y doloroso, y los idus de marzo se pueden llevar a más de uno por delante. Creo que la gran excusa de no aceptar el derecho a decidir de Catalunya que se incluya en el pacto no es el motivo fundamental para que no haya pacto todavía, la cuestión fundamental es la económica, y en definitiva las políticas neoliberales practicadas por el Partido Popular y por el PSOE, con las reformas laborales y los ajustes en primera línea, con el resultado del deterioro del mercado de trabajo, con una bajada de los salarios, un aumento del desempleo, un aumento de la precariedad en los contratos de trabajo, y unas reformas fiscales que han favorecido a los ricos y perjudicado a los pobres, y un recorte del gasto público que ha significado un austericidio notable que ha afectado a la sanidad y educación pública, a las escuelas de infancia, a las residencias de ancianos, a la vivienda social, etc, etc.