Espacio de opinión de Canarias Ahora
Esperpentos macaronésicos
Por otro lado, en Lanzarote no se aclaran sobre el tema de derribar o no determinados hoteles que se saben que son ilegales. Por una parte el Gobierno de la nación canaria quiere legalizar lo ilegalizable. O sea dan ejemplo de desobediencia a las leyes, ética y buenas costumbres. Mientras que otros políticos de la isla conejera y la Fundación César Manrique quieren que se haga un escarmiento y se derriben esos establecimientos. También hay Cabildos que piden que “se legalicen” las viviendas ilegales levantadas en cualquier parte, incluso en zonas de dominio público.
Más temas turísticos. Mientras algunos complejos se caen, no por viejos, porque no lo son, sino por falta de mantenimiento, por estar mal construidos, o cierran porque cada vez tienen menos clientela, aquí el Gobierno habla de construir hoteles de cinco estrellas para convertirlos en hoteles-escuelas. Se sospecha que este subterfugio servirá de puerta abierta para justificar más establecimientos hoteleros, sin que exista demanda ni aumento de turistas en estas islas. Lo mismo que ocurrió con la famosa moratoria, que propició la aparición de más camas. ¿Para que han servido pues los hoteles-escuela de Hecansa, los restaurantes escuelas del Gobierno, las escuelas de turismo y todos esos centros internacionales (en Suiza., en Holanda, en Francia, en USA...) a las que han acudido estudiantes y titulados canarios para aprender el arte de hacer un buen servicio en hostelería?
Más tela esperpéntica. Tenemos un Palacio de Congresos en el municipio de San Bartolomé, en la zona más renovada e importante de la zona turística. En ese centro se han gastado muchos miles de euros y hasta el momento, por una causa u otra, no está funcionando a pleno rendimiento. Tenemos un clima ideal para celebrar cualquier tipo de evento durante todo el año y su agenda debería estar completamente ocupada. La desidia, la desorganización y la irresponsabilidad han triunfado otra vez. Que alguien lo explique.
Nadie entiende que en una época de crisis, de restricciones del gasto público, se dilapide dinero en la Televisión Atinómica, en contratos para amigos del director general del ente, en una policía innecesaria, en ostentaciones y en otros capítulos, en vez de dedicarlo a prestaciones sociales, en mejorar servicios públicos como sanidad, educación y transportes, que deben ser prioritarios.
La lista de actuaciones y situaciones esperpénticas es tan larga en estas islas que podría escribirse un extenso libro sobre esta materia. La situación del ayuntamiento de Las Palmas, que no hace sino mirar hacia atrás y recordarnos lo malos que fueron Luzardo y sus muchachos-as, en vez de mirar hacia delante, tomar iniciativas y resolver los problemas cotidianos que tiene la población y la capital grancanaria. La situación del ayuntamiento de San Bartolomé, en el municipio turístico más importante de Canarias, que parece también paralizado y falto de ideas. El caciquismo del ayuntamiento de Mogán, donde se precintó un centro comercial en Arguineguín porque iba a competir con otro cuyo dueño es amigo de influyentes políticos de esa zona, aunque afortunadamente esta situación se ha normalizado (más bien por inercia). Y más y muchas más cosas...
José Manuel Balbuena Castellano
Por otro lado, en Lanzarote no se aclaran sobre el tema de derribar o no determinados hoteles que se saben que son ilegales. Por una parte el Gobierno de la nación canaria quiere legalizar lo ilegalizable. O sea dan ejemplo de desobediencia a las leyes, ética y buenas costumbres. Mientras que otros políticos de la isla conejera y la Fundación César Manrique quieren que se haga un escarmiento y se derriben esos establecimientos. También hay Cabildos que piden que “se legalicen” las viviendas ilegales levantadas en cualquier parte, incluso en zonas de dominio público.
Más temas turísticos. Mientras algunos complejos se caen, no por viejos, porque no lo son, sino por falta de mantenimiento, por estar mal construidos, o cierran porque cada vez tienen menos clientela, aquí el Gobierno habla de construir hoteles de cinco estrellas para convertirlos en hoteles-escuelas. Se sospecha que este subterfugio servirá de puerta abierta para justificar más establecimientos hoteleros, sin que exista demanda ni aumento de turistas en estas islas. Lo mismo que ocurrió con la famosa moratoria, que propició la aparición de más camas. ¿Para que han servido pues los hoteles-escuela de Hecansa, los restaurantes escuelas del Gobierno, las escuelas de turismo y todos esos centros internacionales (en Suiza., en Holanda, en Francia, en USA...) a las que han acudido estudiantes y titulados canarios para aprender el arte de hacer un buen servicio en hostelería?