Iconos del mar

Resulta sorprendente comprobar que la mayoría de las noticias relacionadas con el medio marino mencionan a un grupo muy limitado de animales, principalmente cetáceos, tortugas, focas o tiburones. Por un lado es comprensible porque se trata de especies que generan simpatía o aversión a la sociedad en general, sobre todo a aquellas personas sin una relación estrecha con el mar. Además muchas de estas iniciativas constituyen un vehículo de divulgación para introducir al público hacia otros aspectos fascinantes de la biología y ecología marina.

Hasta aquí estamos de acuerdo, pero...

En los últimos años se ha utilizado a estos grupos de animales que podríamos denominar “icónicos”, de forma sistemática en imágenes para remover conciencias. El uso de estos animales es necesario, e incluso imprescindible, a nivel divulgativo en muchos aspectos, pero en otros ámbitos se banalizan los resultados sobre el estado del medio marino basándose en estas especies.

Si se realiza una búsqueda rápida sobre las noticias ambientales de los últimos años podremos encontrar titulares similares a “no se han observado tortugas en esta playa, por tanto, la afección ambiental por esta obra se considera limitada...”, “ de los 15 ejemplares marcados de delfín, ninguno se acercó a la zona de afección...”. La información sesgada que proporcionan podría incurrir a pensar que la afección al medio marino se basa en únicamente si una determinada especie de ballena, delfín o tortuga se ha encontrada varada en una playa o bien en un mal estado de salud. Y esto no es cierto en absoluto ya que las relaciones existentes entre las distintas especies marinas es más estrecho de lo que podríamos pensar a simple vista. Es decir que si uno de estos animales se ha encontrado afectado, con casi total seguridad se han alterado las propiedades del medio marino o bien otras especies que desconoce el público en general.

Que nos demos cuenta de que existe plástico o artes de pesca abandonadas o ilegales en el mar porque vimos una noticia en la televisión sobre un delfín varado o una tortuga enmallada, da una idea de la falta de interés científico por gran parte de la población. Esta visión tan limitada del medio marino es un hándicap importante para la realización de trabajos de investigación sobre otros aspectos ecológicos, que son de suma importancia para intentar comprender muchos procesos ambientales, como son, relaciones entre peces de la misma especie, territorialidad de cangrejos, competencia de las algas por el espacio, interacciones químicas entre esponjas, etc...

A partir de ahora nos podríamos hacer una serie de preguntas al ver una noticia sobre la afección de cierta actividad sobre el medio marino, por ejemplo:

¿Por qué solo se habla en la noticia de una decena de ejemplares de ballena? ¿Cómo afecta a los peces y a las algas?

¿Qué indicadores ambientales se han utilizado para saber si existe afección o no en esa zona? ¿Solo tortugas? ¿Por qué no han utilizado otros?

Resulta sorprendente comprobar que la mayoría de las noticias relacionadas con el medio marino mencionan a un grupo muy limitado de animales, principalmente cetáceos, tortugas, focas o tiburones. Por un lado es comprensible porque se trata de especies que generan simpatía o aversión a la sociedad en general, sobre todo a aquellas personas sin una relación estrecha con el mar. Además muchas de estas iniciativas constituyen un vehículo de divulgación para introducir al público hacia otros aspectos fascinantes de la biología y ecología marina.

Hasta aquí estamos de acuerdo, pero...