Espacio de opinión de Canarias Ahora
2015, intenso año político
Acaba de finalizar un intenso año político marcado por los distintos procesos electorales, que han modificado el mapa institucional en numerosas comunidades autónomas y ayuntamientos y que han dejado un Congreso de los Diputados fraccionado, sin mayorías claras y muchas incógnitas sobre la gobernabilidad tras las recientes elecciones generales.
En Canarias, el giro a la izquierda experimentado en los comicios autonómicos fue insuficiente y se repitió la misma fórmula de Gobierno que en la anterior legislatura: CC y PSOE. El pasado mes de mayo, el PP perdió el 41% de sus votos, CC, el 26,5% y el PSOE, el 4,2%. Pese a que la izquierda superó a la derecha en votos, el sistema electoral impidió que se tradujera en escaños en un Parlamento que, eso sí, es más plural. Con un enorme retroceso del PP y de CC, mantenimiento del PSOE, subida de NC y fuerte irrupción de Podemos, mientras Ciudadanos quedaba fuera por nuestro injusto sistema electoral.
Pero estos deseos de cambio sí se hicieron realidad en varios ayuntamientos, entre ellos, los de Las Palmas de Gran Canaria y Telde y en el Cabildo de Gran Canaria. Con gobiernos progresistas que tratan de aplicar políticas a favor de las personas, del empleo de calidad y del desarrollo sostenible.
Nueva Canarias creció en escaños, en porcentaje de apoyos y en votos respecto a 2011. En las listas al Parlamento subió un 12% en número de votos, superando los 93.000, y elevó de dos a cinco sus escaños, lo que nos permitió constituir grupo propio en la Cámara. El número de concejales aumentó de 96 a 158 y el de consejeros cabildicios de cinco a 13, logrando presencia, además de la que tenía en la Corporación insular de Gran Canaria, en la de Lanzarote, Fuerteventura, La Gomera y El Hierro.
NC es, además, la primera fuerza progresista en Gran Canaria. En su Cabildo, en el que somos los más votados, superando claramente al PP hegemónico en las últimas décadas, posibilitando que Antonio Morales presida la Corporación.
En el Parlamento, por Gran Canaria, quedamos a escasos votos de los conservadores, con su mismo número de escaños (cuatro), y claramente por delante de PSOE y Podemos. Las urnas nos confirmaron, asimismo, como la única fuerza nacionalista de futuro en la isla.
Intolerable desigualdad
En 2015, la macroeconomía ha mejorado en las Islas, gracias al excelente comportamiento del sector turístico, ayudado por la coyuntura internacional: caída de los tipos de interés y reducción de los precios del petróleo así como la crisis de los destinos en el Mediterráneo. Pero el desempleo sigue siendo muy alto (28,6% en la última Encuesta de Población Activa, la del tercer trimestre de 2015) y los niveles de pobreza y de desigualdad intolerables. Además el empleo generado es de baja calidad.
Los servicios públicos, esenciales para alcanzar una mayor equidad, siguen sufriendo el deterioro a consecuencia de los recortes de las últimas legislaturas. Los escuálidos presupuestos de la comunidad canaria para 2016, sin apenas crecimiento en educación y sanidad, poco o nada hacen para rectificar y revertir la situación. Tampoco ayuda a reactivar la economía la raquítica inversión pública.
Una buena noticia, la recuperación del 50% que faltaba del extinto Impuesto General por el Tráfico de Empresas (IGTE) para las arcas de la comunidad canaria, que el Gobierno ha decidido, desafortunadamente, distribuir con criterios arbitrarios. Una propuesta que no cuenta con el apoyo de la mayoría del Parlamento ni de la Federación Canaria de Municipios (Fecam) ni del Cabildo grancanario. Ni de la opinión pública.
Empezamos el año con la marcha de Repsol de las aguas cercanas a Canarias en las que había iniciado prospecciones petrolíferas, impulsadas por el Ejecutivo estatal del PP y, especialmente, por su ministro canario; sin el menor respeto a la mayoritaria oposición de las instituciones y de los habitantes del Archipiélago que protagonizaron masivas movilizaciones en todas las islas. Acabamos con la creación del Consejo Insular de la Energía de Gran Canaria, dirigido a potenciar –con instituciones, entidades privadas y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC)- las energías renovables. Con la única oposición del PP, por cierto.
La mayoritaria aprobación de la nueva ley de Radiotelevisión Canaria (RTVC), que apoyamos en el Parlamento, ha derivado en un pésimo desarrollo y en un espectáculo lamentable. Fuimos los únicos en denunciar el estrecho partidismo en el nombramiento de su Consejo Rector, mediante cuotas, por un Parlamento agonizante. Los hechos han ido mucho más allá de nuestros peores presagios y el deterioro de la RTVC, cada día, es mayor. La responsabilidad no es de los integrantes del Consejo Rector sino de quienes los propusieron y nombraron.
20D
En el ámbito estatal, los comicios generales del 20D abren una posibilidad de constitución de un Gobierno progresista, que acometa las grandes tareas transformadoras que se precisan. Especialmente en la mejora del empleo, la lucha contra la pobreza y la recuperación de los servicios públicos así como en la búsqueda de espacios de consenso amplio para poder iniciar una reforma constitucional que actualice la Carta Magna y aborde los problemas territoriales pendientes.
La evolución desde el 20D, con las líneas rojas establecidas por unos, la crisis y división interna de otros, parece que aleja la posibilidad de ese Ejecutivo de progreso; y reduce las opciones a un nuevo Gobierno del PP o a unas nuevas elecciones que, en mi opinión, fortalecerán a los conservadores.
Insistimos en la necesidad de un Gobierno progresista, lo que exige audacia, generosidad y poner por delante lo que nos une, que es mucho, no lo que nos separa. Eso es lo que apoyará nuestro diputado en el Congreso, junto a la defensa de Canarias. Continuaremos, en todos los ámbitos institucionales, impulsando políticas centradas en las personas para contribuir entre todos a una Canarias con más empleo de calidad, con mayor equidad, más justa. Si 2015 fue un año de una enorme intensidad política, en el que se abrieron espacios de cambio, este recién nacido 2016 presenta numerosos retos para avanzar en esos objetivos, que son la razón de ser de Nueva Canarias.
Acaba de finalizar un intenso año político marcado por los distintos procesos electorales, que han modificado el mapa institucional en numerosas comunidades autónomas y ayuntamientos y que han dejado un Congreso de los Diputados fraccionado, sin mayorías claras y muchas incógnitas sobre la gobernabilidad tras las recientes elecciones generales.
En Canarias, el giro a la izquierda experimentado en los comicios autonómicos fue insuficiente y se repitió la misma fórmula de Gobierno que en la anterior legislatura: CC y PSOE. El pasado mes de mayo, el PP perdió el 41% de sus votos, CC, el 26,5% y el PSOE, el 4,2%. Pese a que la izquierda superó a la derecha en votos, el sistema electoral impidió que se tradujera en escaños en un Parlamento que, eso sí, es más plural. Con un enorme retroceso del PP y de CC, mantenimiento del PSOE, subida de NC y fuerte irrupción de Podemos, mientras Ciudadanos quedaba fuera por nuestro injusto sistema electoral.