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Nueva Canarias

Es el momento de ocuparnos de Nueva Canarias (NC). Como saben, obtuvo en Gran Canaria casi el triple de votos al Parlamento que CC, pero gracias al sistema electoral no consiguió escaño, mientras CC se hacía con uno. Un dato para no olvidar. NC surgió de la escisión de CC y la encabeza Román Rodríguez. Quienes la integran arrastran sus pecados originales; como el propio Román, que en su etapa de presidente de Canarias no dio el puñetazo en la mesa para llamar presidencialmente a capítulo a Mauricio y Adán. Trató de congraciarse con ellos sin reparar en que estaban en lo suyo y él les estorbaba. Puede alegarse en descargo de Román que la presidencia le cayó como una pedrada sin estar anímicamente preparado; hoy es ya un político curtido a tener en cuenta y dotado de la mala leche que, por cierto, echo de menos todavía en López Aguilar; quien, por otro lado, es de los que aprenden rápido. Mayores fueron los pecados de Carmelo Ramírez que mostró en el Cabildo un sectarismo y una fe ciega y suicida en Mauricio. No hizo caso de las advertencias y cuando Mauricio lo apuñaló pocos lo lamentaron porque se le percibía como político con mentalidad de alcalde que utilizaba el Cabildo al modo antiguo: una caja de la que arruchar perras para su pueblo, pasando, ampliamente, del resto de la isla y su gobierno. Esta percepción hace que NC pinte poco fuera del Sureste grancanario donde, paradójicamente, sus alcaldes han desplegado proyectos de desarrollo sostenible en guerra abierta con el Cabildo de Soria, que los combatió a muerte. Una labor modélica que poco ha trascendido, a pesar de atenerse a modelos de desarrollo correctos. Ahora Román y NC están en el Cabildo con el PSC. Sobre el papel, ya veremos después, la cosa pinta bien tras la noche soriana. Se reclama NC único referente del nacionalismo progresista, tras decantarse CC hacia la derecha con su apuesta por Rajoy. Tiene en el Cabildo la oportunidad de demostrar ser lo que dice y de proyectarse más allá del Suroeste. Quienes ven a NC sin esa capacidad de proyección barruntan que Román acabará en el PSOE. Pero, de momento, está donde está y ya veremos.

Es el momento de ocuparnos de Nueva Canarias (NC). Como saben, obtuvo en Gran Canaria casi el triple de votos al Parlamento que CC, pero gracias al sistema electoral no consiguió escaño, mientras CC se hacía con uno. Un dato para no olvidar. NC surgió de la escisión de CC y la encabeza Román Rodríguez. Quienes la integran arrastran sus pecados originales; como el propio Román, que en su etapa de presidente de Canarias no dio el puñetazo en la mesa para llamar presidencialmente a capítulo a Mauricio y Adán. Trató de congraciarse con ellos sin reparar en que estaban en lo suyo y él les estorbaba. Puede alegarse en descargo de Román que la presidencia le cayó como una pedrada sin estar anímicamente preparado; hoy es ya un político curtido a tener en cuenta y dotado de la mala leche que, por cierto, echo de menos todavía en López Aguilar; quien, por otro lado, es de los que aprenden rápido. Mayores fueron los pecados de Carmelo Ramírez que mostró en el Cabildo un sectarismo y una fe ciega y suicida en Mauricio. No hizo caso de las advertencias y cuando Mauricio lo apuñaló pocos lo lamentaron porque se le percibía como político con mentalidad de alcalde que utilizaba el Cabildo al modo antiguo: una caja de la que arruchar perras para su pueblo, pasando, ampliamente, del resto de la isla y su gobierno. Esta percepción hace que NC pinte poco fuera del Sureste grancanario donde, paradójicamente, sus alcaldes han desplegado proyectos de desarrollo sostenible en guerra abierta con el Cabildo de Soria, que los combatió a muerte. Una labor modélica que poco ha trascendido, a pesar de atenerse a modelos de desarrollo correctos. Ahora Román y NC están en el Cabildo con el PSC. Sobre el papel, ya veremos después, la cosa pinta bien tras la noche soriana. Se reclama NC único referente del nacionalismo progresista, tras decantarse CC hacia la derecha con su apuesta por Rajoy. Tiene en el Cabildo la oportunidad de demostrar ser lo que dice y de proyectarse más allá del Suroeste. Quienes ven a NC sin esa capacidad de proyección barruntan que Román acabará en el PSOE. Pero, de momento, está donde está y ya veremos.