Pepe Medina y la Fundación Juan Negrín

Aprendí a acercarme a la figura de Juan Negrín López, para mí el mejor republicano y socialista de la historia, hace muchos años de la mano de mi padre, de Felo Monzón, y de Agustín Millares, que en mi adolescencia me hablaban de quién había sido jefe de Gobierno de la República de España. De la generosidad de Negrín, de su amplia visión política sólo hay que poner dos ejemplos: que pretendió resistir en la guerra civil española en Madrid, Valencia, Albacete, Alicante, Almería, porque sabía de la enorme represión que iban a efectuar los fascistas en toda la zona que quedaba en manos de la República. No pudo ser por la traición de los anarquistas y de parte del PSOE, con Julián Besteiro, Wenceslao Carrillo, padre de Santiago, en primera línea del complot antinegrinista, y además el coronel Segismundo Casado y otros entreguistas republicanos entre el 5 y 13 de marzo de 1939 dieron un golpe de estado en Madrid contra Juan Negrín, que quería seguir resistiendo convencido que pronto Alemania iría a la guerra, como así fue en el mes de septiembre. La debilidad de un sector del PSOE, los tanques de la división del anarquista Cipriano Mera, y la traición del coronel Casado, abortaron la firmeza de Juan Negrín, y Franco termino por entrar en Madrid el 1 de abril de 1939. Su gran frase “Resistir es Vencer” no pudo culminarla.

Pero otro gran gesto de Juan Negrín se produce en 1948, cuando en contra de la opinión del PCE y otras fuerzas republicanas defendió públicamente que el Plan Marshall para ayudar a la reconstrucción de Europa una vez acabada la II Guerra Mundial incluyera a España, y su firme deseo lo resumió con una frase histórica: “Soñar con el restablecimiento de la República a través del hambre y del empobrecimiento de España es un error y va contra el pueblo”, escribió Negrín en el New York Herald Tribune.

En abril de 1946 había sido expulsado del Partido Socialista Obrero Español por iniciativa de Indalecio Prieto y de los sectores socioliberales y más derechistas del partido. En el Congreso Federal del PSOE de 2008 le fue devuelto el carnet del partido y su militancia, que recogió un año después su nieta Carmen Negrín. Alfonso Guerra, tardíamente, expresó que se reparaba una injusticia, y que el PSOE se equivocó al expulsar a Negrín del partido. La expulsión del PSOE, y la propaganda franquista, hizo que sólo fuese el títere de Moscú. Azaña, Besteiro, incluso Indalecio Prieto, eran buenas personas, pero Negrín era el ogro para el franquismo y para algunos sectores del PSOE. Es significativo que mientras Felipe González fue jefe del Gobierno no hubiese una iniciativa para recuperar su memoria, su gran figura política.

Veo que me extiendo en el historicismo de Juan Negrín, y lo dejo aquí para recomendarles lean los trabajos que ha hecho Sergio Millares Cantero, investigador, historiador, un intelectual que conoce a fondo la vida y la obra política, incluso la científica del que fuera jefe de Gobierno de la República. La otra mañana visité la Fundación Juan Negrín, y su presidente Pepe Medina Jiménez -¡qué gran labor, Pepe!- y Sergio Millares me deleitaron enseñándome toda la Fundación, la Biblioteca, los Fondos de Archivos, la exposición que se exhibe y que explica cómo Negrín con Marcelino Pascua lograron el saneamiento y las viviendas sociales para el barrio de La Isleta, impulsaron la estructura sanitaria y asistencial en el cogollo del barrio en donde nací, como hicieron en toda la geografía española. Una exposición en donde el viejo y entrañable Diario de Las Palmas juega un papel fundamental con sus páginas de la época, en el contexto de la obra histórica que se puede contemplar en la sede de la calle Reyes Católicos hasta el 14 de abril de este año, una fecha significativa por ser la de la proclamación de la II República de España. A ver si puedo ver la Tercera.